El Correo de Burgos

LA ESPUELA / MIGUEL ÁNGEL ORTEGA

"La curiosidad me mata muy a menudo"

El director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño lleva más de 30 años cruzando las puertas del centro que ahora dirige, pero cuando se trata de autorretratarse da más valor a su empeño por ser buena persona que a cualquier título o logro laboral

Miguel Ángel Ortega.-RAÚL G. OCHOA

Miguel Ángel Ortega.-RAÚL G. OCHOA

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A.S.R.
Burgos

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Pregunta- ¿La Escuela de Arte es la hermana pobre o la rebelde de la Facultad de Bellas Artes?

Respuesta- Somos personajes diferentes. Ni nos hacemos la competencia ni tenemos nada que ver. La Facultad de Bellas Artes tiene una dedicación muy concreta, es más teórica, se incluye en la formación superior universitaria desde hace mucho tiempo. Las escuelas de arte perseguimos más el oficio, la profesionalidad, el saber hacer, la cultura del proyecto.

P.- ¿Son más de hacer que de decir?

R.- Son más de hacer pensando.

P.- ¿El artista nace o se hace?

R.- No tengo ni idea de si el artista nace, estoy seguro de que se hace porque se construye trabajando, aunque también influye la procedencia, la educación inicial, la curiosidad... No puedo contestar a esto porque nadie ha podido hacerlo. El caso es que existen el arte y los artistas.

P.- ¿Cuándo casi le ahogó la corbata de director?

R.- Todos los días me ahoga y todos los días la tengo que aflojar.Es una labor muy compleja, se asumen muchas responsabilidades y eres la diana casi siempre de lo malo.Muy pocas personas te hablan de lo bueno, esos logros forman parte de tu obligación, pero los fallos, que tenemos todos, se disparan como dardos. Aunque me ahogo, me compensa porque me gusta mi trabajo.

P.- ¿Algún dardo ha hecho diana?

R.- Todos los días, alguno. Uno entra en la Dirección pensando que es una labor creativa, vienes con muchas ideas, quieres cambiar esto, organizar mejor aquello para tener mejores rendimientos, pero cuando llega el momento te das cuenta de que te comen, te absorben, te arrollan las obligaciones diarias, lo urgente, el papeleo, las exigencias de la Administración...

P.- ¿En qué ocasión el diálogo no fue la solución?

R.- El diálogo siempre es la solución. Es posible que algunas veces reaccionemos todos huyendo de él porque pensamos que es lo más rápido, pero he comprobado que esta decisión siempre da problemas.

P.- De jefe de estudios a director. ¿Cómo ha cambiado la erótica del poder?

R.- En principio, en un centro educativo no se siente poder, sino mucha responsabilidad.Los cometidos son diferentes. Cuando era jefe de estudios pensaba que era el trabajo más difícil del mundo y ahora que soy director pienso que difícil es todo cuando te lo tomas en serio y asumes esa responsabilidad.

P.- No se siente poder... ¿Y de erótica cómo vamos?

R.- La erótica y el arte están muy cercanos, siempre han estado pegados, comparten la fascinación por lo bello, por la insinuación, por las cosas sutiles. Ahí tienen algo que ver, pero no la practicamos en la escuela.

P.- Si fuera una escultura sería...

R.- Me quedo con la piedra en bruto o el tronco antes de cortarlo. Prefiero ser un proyecto antes que un trabajo terminado.

P.- Y si se trata de reencarnarse en un artista...

R.- Lo tendría muy difícil. Mi madre me ha dicho que me pusieron mi nombre en honor a Buonarroti y, si no reencarnarme en él, que me parece atrevido, sí me habría gustado haberle visto por un agujero.

P.- ¿Qué siente cuando le dicen ‘de casta le viene al galgo’?

R.- Que es cierto.Mi padre se metió en el oficio de la escultura y la cantería por vocación. De hecho se escapó de una sastrería y se fue a trabajar a unos talleres dedicados a la ornamentación sin decirles nada a sus padres. Yo en mi casa lo he visto desde pequeño, he trabajado en el taller desde los 8 años, y eso te va formando.

P.- El Callejón de las Brujas enmarcó su infancia...

R.- ...El Callejón de las Brujas y la cuesta de la Ballena...

P.- ...¿Qué brujas le acechan?

R.- Creo en el poder de la magia entendida como que hay mucha gente queriendo hacer daño que hace daño y mucha gente queriendo hacer bien que hace bien. Yo soy mi propia bruja, el que me como el coco con mis asuntos, me gusta pensar y pensar genera problemas que no siempre son fáciles de desentrañar.

P.- ¿Cuál es la mejor fuente de la que ha bebido?

R.- Escuchar. Nunca he estudiado, he escuchado, y hay muchos más sabios en la gente que nos rodea de lo que parece. Hay mucha gente sabia escondida y escuchando se descubren. Hay que estar al tanto, que es algo que nos falta mucho a los que vivimos en estos tiempos, mirar alrededor e intentar percibir aquello que nos puede ayudar o enriquecer.

P.- ¿A usted cuándo le mató la curiosidad?

R.- La curiosidad me mata muy a menudo. Es la que hace que no me dé tiempo a hacer todo lo que quiero hacer, que me fije en cosas que no debiera, pero también es la que me permite conocer más de lo que pueda reflejar mi formación y mis estudios y hace que no me aburra nunca.

P.- ¿De qué gremio quiere formar parte?

R.- Me gusta formar parte del gremio de los artesanos, de la gente que quiere hacer bien las cosas.

P.- ¿Es más artesano que artista?

R.- La artesanía y el arte no están reñidos, de hecho los artistas gran parte de las veces son artesanos.Hay una equivocación en los términos. Utilizar mucho las palabras y hacerlo mal crea tópicos difíciles de desenredar.Yo, en cualquier actividad, entiendo la artesanía como esa intención de hacer las cosas bien, excepcional, sublime.

P.- ¿A qué joven artista burgalés augura un futuro prometedor?

R.- Soy muy malo con los nombres, pero se lo auguro a muchos. Delante de mis ojos y mis oídos pasan muchos jóvenes y en gran parte de ellos descubro un grandísimo potencial. Luego todos sabemos que la vida te va ayudando o machacando. Pero Burgos, a diferencia de lo que se piensa habitualmente, es un buen lugar para crear.

P.- ¿Cuál es la mejor medicina contra el ego?

R.- La realidad. Escuchar, mirar lo que pasa alrededor y darse cuenta de la gente tan excepcional que hay ahí.

P.- ¿La política carece más de innovación o de creatividad?

R.- La política actualmente carece de casi todo. Le falta muchísima creatividad y también artesanía, esas ganas de hacer bien las cosas, de mirar al de enfrente y aprender y, sobre todo, de intencionalidad de entendimiento.

P.- ¿Para cocinar a quién se pondría el delantal?

R.- A cualquiera que disfrute.Me gusta cocinar a mi familia y a mis amigos.

P.- La última vez preparó...

R.- Hice comida oriental, sushi y makis, y luego lo contrasté con algo de la tierra, unas patitas de cordero.

P.- ¿Qué espectáculo de la naturaleza se merece estar en un museo?

R.- ¡Todo!El otoño es mi estación, de la explosión de los colores, la observación... Me gusta cualquier manifestación de la naturaleza. A la gente no le gusta la lluvia, pero es hermosa, cuando no veo nieve la echo mucho de menos, me gusta el mar... Me pasa como con los escritores o la música. Me gusta todo lo bueno.

P.- ¿Hay un libro esencial en su vida?

R.- No. Leo de todo.Unos me han sorprendido, otros han sido banales.Pero es bueno leerlo todo. Los clásicos y los contemporáneos. Está bien Cervantes y también Bukowski. A esto, como a los fogones, tampoco hay que tenerle miedo.

P.- Ya ha estrenado la cesta de setas esta temporada...

R.- No, no, no. Sí tengo dos amigos, Roberto y Juanjo, con los que salgo, o también voy con mi hermano Jorge, que es un excelente conocedor de setas. Yo soy muy malo. Me gusta mucho porque andar por el campo es muy bello.

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