Un tercio de las personas infectadas por VIH no lo sabe

Más del 30% de los seropositivos desconocen que lo son. Y pasan años, incluso una década en buena parte de los casos, hasta que reciben el diagnóstico y comienzan el tratamiento. Acabar con este retraso en la detección de nuevos casos de personas con VIH es el empeño de todos los implicados en la lucha contra el sida. Lograrlo supondrá no solo mejorar la calidad de vida de los afectados, habida cuenta de los notables avances en los fármacos, sino también frenar la transmisión de esta enfermedad.

Y todo empieza, o debiera, con un gesto tan sencillo hoy en día como accesible: realizarse la prueba del VIH. El presidente del Comité Ciudadano AntiSida de Burgos, José Antonio Noguero, y el responsable de la atención a estos pacientes en el Hospital Universitario de Burgos, Juan Francisco Lorenzo, aprovechaban la tradicional rueda de prensa con motivo del Día Internacional de la Acción contra el Sida, para llamar a la población a «perder el miedo». «Todo el mundo debería hacerse una serología de VIH», consideró el especialista, para precisar que «si no ha habido práctica de riesgo no hay porque temer su resultado y si la ha habido, mejor detectar la infección cuanto antes para prevenir complicaciones futuras». Habló incluso de «muertes que podrían haberse evitado» con un diagnóstico precoz.

Aunque en esta ocasión Lorenzo no pudo facilitar la estadística detallada de la actividad hospitalaria vinculada con esta patología, por problemas técnicos que obligaban a cambiar la herramienta informática en la que se archivan los datos, indicó que las cifras se mantienen estables. Sí especificó, no obstante, que han llegado en lo que va de año 23 nuevos pacientes a la consulta externa. Recordó que no son todos casos recién detectados pues algunos se deben al traslado de residencia del afectado.

A falta de números Lorenzo optó por destacar como «gran novedad» el extraordinario impacto del nuevo tratamiento contra la hepatisis C en los pacientes con VIH. «Se trata de una patología asociada», explicó, «hasta el punto que pese a que los magníficos retrovirales minimizaron las muertes por VIH» la falta de un tratamiento efectivo para la hepatitis C desviaba la causa de la muerte a cirrosis o carcinomas hepáticos. Sin embargo, la aparición de este nuevo fármaco -para cuya aplicación los especialistas han contado con todo el apoyo de la Administración- ha logrado curar de esta enfermedad al 98% de los casos con tratamientos de entre 12 y 24 semanas. En concreto, un centenar de pacientes con VIH y hepatitis C se han curado de esta dolencia.