Miniconstructores por un día

Con los ojos muy abiertos, trabajando en equipo y con algún que otro despiste pasaron ayer la mañana los alumnos de tres clases de 5º de Educación Infantil del Colegio Fernando de Rojas. Estuvieron en la Escuela Politécnica Superior, inmersos en la jornada ‘Peque Arquitectos Técnicos 2016. Construye con materiales de construcción sostenibles’. Una iniciativa desarrollada por el departamento de Construcciones Arquitectónicas e I.C.T. y el Grupo GIIE de Investigación en Ingeniería de la Edificación de la UBU, con la colaboración de la Unidad de Cultura Científica e Innovación de la Universidad de Burgos.«Este proyecto viene a raíz de la programación del aula, ahora estamos trabajando con las partes de la casa y para acabar el temario queríamos hacer una actividad distinta y con la ayuda de laPolitécnica lo hemos conseguido», explicó Ana Teresa Fernández, profesora del Colegio Fernando de Rojas.La jornada empezó con la proyección de un vídeo de la titulación «para que conocieran de forma inicial en qué consiste la profesión» y, además, «les hemos contado un cuento para que entienda conceptos base como los materiales de construcción y las fases del edificio y hemos cantado una canción», explica Sara Gutiérrez, profesora del Grado de Arquitectura Técnica. La parte ‘teórica’ de la jornada se cerró con «la proyección de un vídeo de dibujos animados sobre cómo se debe construir y sobre la profesión».Una vez aprendidos los conceptos toca ponerlos en práctica.Los pequeños se dividieron en dos grupos y mientras uno de ellos disfrutaba de una visita guiada por las instalaciones de la Escuela Politécnica Superior, especialmente del Taller de Construcción, el otro desarrollab el taller ‘Miniconstructores’. Durante el taller, profesores de la Politécnica explicaron el uso de los materiales de construcción sostenibles y los pequeños realizaron, en grupos de cinco, la maqueta de una pequeña casa en la que colocaron dichos materiales.Cualquiera puede pensar que desarrollar una actividad como esta puede resultar complicada con niños de cinco años, pero nada que ver con la realidad. «Han entendido los conceptos perfectamente y es que los materiales de construcción es algo que vemos día a día, además, es muy fácil hacer cosas con los niños porque su capacidad de asombro es muy alta y cualquier cosa les entusiasma, prestan atención y aprenden», explicó Gutiérrez quien añadió que «a través del juego y la experimentación, los niños aprenden qué son los materiales de construcción sostenibles, cuáles son las fases de la edificación y lo ponen en práctica con la construcción de la casita».Por su parte, la docente asegura que «sacar a los niños del aula siempre es un acierto porque les permite ver otro ambiente y han respondido muy bien». Añade que «con estas actividades se hace especial hincapié en las inteligencias múltiples y el trabajo en equipo y, además, pueden ver el resultado».Nuevos materiales«Residuos de vidrio; de silestone- elemento con el que se hacen las encimeras de la cocinas-; pizarra; escorias de acería y residuos de plástico son los materiales con los que los pequeños realizaron las maquetas de sus casitas.En esta campo, la profesora recuerda que «ha habido muchos avances» y es que «a día de hoy el grupo de investigación cuenta con 15 patentes, una de ellas en explotación económica por una empresa». Para Gutiérrez, el uso de estos materiales, supone «una forma de contribuir con el medio ambiente y mejorar las condiciones de las viviendas, ya que aportan propiedades mejoradas como un mayor aislamiento térmico o una mejor acústica».Para que el sector dé el salto al uso de este tipo de materiales es necesario que «las empresas se interesen en ellos y se comprometan, tenemos varios proyectos en homologación y a nivel europeo hay varias empresas interesadas, ojalá ahora consigamos ayudas para darles el empujón final para demostrar que funcionan».