La deuda municipal se queda en 74 millones tras amortizar 23

Con el final de año llega para el Ayuntamiento el momento de cumplir sus obligaciones crediticias con los bancos. Casi como cualquier burgalés con hipoteca a rastras que estudia si este final de año podrá amortizar algo de su deuda, el equipo de Gobierno reserva este momento para concretar si puede aportar más de lo que tenía presupuestado.

Pues bien, el alcalde, Javier Lacalle, explicaba ayer que sí, que se han dado las condiciones para amortizar a los bancos más de los 15.412.000 euros que se incluyeron en las cuentas de 2016. Así, a esta cantidad se suman otros 7,7 millones que se corresponden con la misma suma de dinero en actuaciones ejecutadas dentro del capítulo de inversiones sostenibles.

La amortización, entre lo presupuestado y la adelantado, alcanza 23 millones de euros por lo que la deuda municipal pasa de 97,2 millones de euros en 2015 a 74,02al terminar diciembre de 2016. El nivel de endeudamiento se sitúa en el 51%, según explicaba el primer edil que compareció para la ocasión junto al concejal de Hacienda, Salvador de Foronda.

En opinión de Lacalle, «los datos son muy positivos» y presumía de la actuación seguida en los últimos años para reducir el endeudamiento, concretamente desde su llegada a la Alcaldía en mayo de 2011, en el primer mandato. «En cinco años se ha rebajado la deuda a menos de la mitad de 160 millones que se debía a los bancos a finales de 2011 a los 74 que se deberán cuando concluya diciembre de 2016», aseguraba. A la vez recordaba la situación de la deuda comercial e indicaba que si en 2011 se encontró con facturas que elevaron la deuda de los 159 millones de deuda financiera hasta los 211 (sumada la financiera), en este final de año la deuda comercial oscila entre los dos y los tres millones de euros «cuantías de la tramitación del día a día».

Decreto de alcaldía

La rueda de prensa tenía lugar momentos después de el alcalde firmase el decreto de amortización anticipada que se refiere a las cantidades que se aportan por importe similar a las inversiones financieramente sostenibles. Precisamente, es una condición impuesta por el Gobierno central que la mitad del superávit municipal puede destinarse a inversiones, mientras que otra mitad debe ir a amortizar deuda con la finalidad de garantizar la estabilidad de las corporaciones locales. Este 2016 se contaba con una cantidad de 9,5 millones para ejecutar actuaciones en la ciudad (desde la adquisición de autobuses, las mejoras en el polígono industrial de Gamonal, la reurbanización de la plaza de Santo Domingo o el asfaltado de calles del centro histórico). Del total, se han llegado a ejecutar 7.733.333 euros y, precisamente, una suma igual va a la amortización de deuda.

El alcalde destacaba el papel del concejal de Vías y Obras, Jorge Berzosa, por el alto grado de ejecución en las inversiones sostenibles ya que durante 2015, cuando se aprobaron con anterioridad en el tiempo, apenas llegaron a hacerse efectivos 3,4 millones para obras y 3,4 millones para deuda municipal. «En 2016 se ha logrado ejecutar más del doble gracias a un trabajo intenso de licitaciones y proyectos», comentó.

A juicio de Javier Lacalle, el Ayuntamiento de Burgos será de los que más deuda está amortizando «de los de nuestro tamaño».

El decreto del alcalde incluye que los créditos que se amortizan son dos suscritos con el BBVA y con Banco Santander. Según dijo, son de los que mantienen intereses más altos y, por ello, se producirá un ahorro en intereses futuros.