Campofrío ya puede arrancar con la cocción y el loncheado
Ha recibido la licencia municipal de primera ocupación y el visto bueno veterinario
La fábrica sigue en proceso de remate de las obras, como se aprecia en la fotografía tomada ayer.-RAÚL OCHOA
La nueva fábrica de Campofrío en el polígono burgalés de Gamonal, conocida como Nueva Bureba, ya cuenta con la licencia de primera ocupación expedida por el Ayuntamiento después de concluir las obras de reconstrucción de la planta, inaugurada oficialmente el 23 de noviembre por el Rey Felipe VI.
A ese trámite municipal se suma la autorización del Servicio de Veterinarios Oficial por lo que ya puede comenzar la fabricación de productos en tres de los edificios del nuevo complejo fabril y poner a la venta los productos alimenticios. Sin embargo, la multinacional cárnica aún no está en disposición de recuperar la normalidad del proceso de fabricación, ya que aún prosiguen los ajustes de la nueva maquinaria y aún no está recibiendo materias primas para una producción normalizada. Su intención era obtener el final de obra parcial que le permitiría empezar a producir antes de que terminase el año 2016 y para ello presentó una solicitud en el Ayuntamiento.
La licencia de ocupación y la autorización veterinaria afectan a los edificios 1 y 2 y a parte del 3. En esas grandes instalaciones completamente renovadas tras el incendio de 2014, se concentran en el edificio 1 la recepción de las materias primas y la elaboración de productos cocidos. En el caso del edificio 2 tiene lugar la elaboración de embutidos, mientras que en el edificio 3 se procede al loncheado de los embutidos y a las expediciones a los puntos de venta o mayoristas.
La propia compañía asegura que el cumplimiento de los trámites que permiten comenzar a fabricar supone «un paso adelante para la total reactivación de la actividad de la nueva fábrica, hasta ahora en pruebas, y que se convertirá en uno de los motores económicos de la región». Resalta, además, que se anota «un hito más en su calendario para la reactivación de la actividad, poco más de dos años después del incendio».
La nueva planta burgalesa tendrá una capacidad de producción de hasta 101.400 toneladas al año pero tardará cerca de seis meses para estar a pleno rendimiento, desde que se ponga en marcha la producción, para la que ya se han cumplido los requisitos después de que los técnicos del Ayuntamiento han inspeccionado las obras y emitido el informe favorable.