La licitación de obra pública cae un 18% en la provincia

Las inversiones en obra pública no atraviesan su mejor momento y el panorama con unos presupuestos prorrogados en la mayor parte de las administraciones, no predice que el presente ejercicio pueda, por el momento, mejorar cifras que están bajo mínimos. En las obras ya presupuestadas, además, las empresas que operan en el sector se cuidan muy mucho de trabajar con el margen adjudicado y entregado por las administraciones año a año. Y si no se produce, se para.

En este panorama poco esperanzador Burgos sigue siendo una de las provincias de la región con mayor inversión de obra pública. Hasta septiembre, último dato publicado por la Cámara de Contratistas de Castilla y León, se habían licitado trabajos por valor de 109,25 millones de euros. Este dato supone un descenso del 18,23% respecto al mismo periodo del año pasado. Aún así son las segundas cifras de inversión más altas de las registradas en Castilla y León sólo superadas por León con 141,98 millones.

Esta caída de actividad de los trabajos de inversiones públicas se confirma, también, en colegios de profesionales. Un ejemplo son los proyectos visados por el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles (Citopic) que durante el pasado año registró 10.221 visados. En este caso se presentan documentos de edificación, demolición de edificios y proyectos de voladura además de informes y peritajes que se corresponden con la actividad en Burgos, Ávila, Segovia y Soria. En estas tres provincias la licitación de obra pública registrada por la Cámara de Contratistas de Castilla y León se suman, hasta septiembre, obras por valor de mas de 73 millones de euros.

El trabajo de los ingenieros civiles está muy vinculado a los planes provinciales relacionados con pavimentaciones en pueblos, pequeños proyectos y los documentos de coordinación de seguridad y salud. Desde la entidad colegial observan una cierta estabilidad ya que la cifra aunque un 27% más baja que la registrada el año pasado es un 6,6% más que el año 2009 que fue el ejercicio en el que la actividad colegial tocó suelo con 9.580 visados. Lejos quedan aquellos años del 2008 con 46.746 documentos presentados. Si vamos a las cifras registradas en aquellos ejercicios por licitación vemos que se alcanzaron cifras de licitación por valor de 623,01 millones en 2008. El año anterior, puesto que la licitación no implica el inicio inmediato de los trabajos que certifican los técnicos, se había alcanzado un pico de actividad por valor de 1.242,49 millones de euros en la provincia. El año de mínimos de actividad colegial, 2014, apenas se licitaron trabajos por 74 millones de euros y el año anterior fueron 84 millones en Burgos.

700 m en la región

En toda la comunidad el sector de la obra pública continúa sufriendo los rigores de la sequía inversora de las administraciones. De hecho, según recoge Ical, los constructores han tenido que repartirse las migajas de una licitación que cerró 2016 con un volumen de unos 700 millones, una cifra inferior a la registrada en 2015, y que podría ‘cronificarse’ en este ejercicio sin presupuestos a la vista del Estado y la Comunidad.

Los contratistas ven con temor el nuevo año, después de que se alejara la recuperación de la inversión ‘precrisis’ en 2016, ya que la Cámara que agrupa a estas empresas contabilizó en los nueves primeros meses 534 millones, lo que anticipa una cifra anual en torno a los 700 millones. La patronal Seopan, que tiene en cuenta el anuncio de la obra, calcula que se licitaron 686,4 millones, un 11,7 por ciento menos que un año antes, cuando se movilizaron 777 millones, similar a los 788 millones registrados por la entidad de Castilla y León, que utiliza como criterio la apertura del concurso.

Por tanto, la cantidad que con la que las administraciones regaron al sector fue un quinto de lo que sacaron a concurso en 2007, el año que marcó un punto de inflexión en la etapa expansiva de la economía de España. De hecho, hace una década se licitaron 3.842 millones en Castilla y León en un solo año, una cifra un 85 por ciento superior a la contabilizada en 2016 y que no se ha alcanzado ni sumando en las registradas en los últimos cinco años.

Todo ello ha llevado al sector a una espiral de “ofertas temerarias”, con presupuestos hasta un 50 por ciento inferiores al base de licitación, lo que ha complicado la ejecución de algunas obras, puesto que la adjudicataria y la administración se han enzarzado sobre la legalidad de los modificados presentados posteriormente. El Ministerio de Fomento planea modificar los pliegos de contratación de los proyectos de Adif, Seitt (Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre ) y de la Dirección General de Carreteras (DGC).

Los técnicos trabajan al menos en dos modelos, uno similar al de Puertos del Estado y otro el que aplica la Xunta de Galicia. En ambos casos, la oferta económica perderá peso con respecto a la fórmula actual en la fórmula final de la adjudicación frente a la técnica. De hecho, Fomento analizará a partir de la próxima semana los concursos de conservación de carreteras de varias provincias, entre ellas las de la red viaria estatal de Ávila y Valladolid.