El Correo de Burgos

TOROS

Fallece Rafael Pedrosa, el torero más importante de la historia de Burgos

A los 86 años de edad / Tomó la alternativa en León el 23 de junio de 1957 / El funeral, este lunes a las 16,45 en el Tanatorio de San José

Pedrosa, dispuesto a realizar el paseíllo en una de sus muchas actuaciones.-ECB

Pedrosa, dispuesto a realizar el paseíllo en una de sus muchas actuaciones.-ECB

Publicado por
ÍÑIGO CRESPO / BURGOS
Burgos

Creado:

Actualizado:

Una sacudida a la historia taurina de Burgos. A primera hora de ayer domingo falleció el decano de los matadores de toros de esta tierra: Rafael Pedrosa. A la edad de 86 años y rodeado de su esposa y sus cuatro hijos se fue dejando un legado de clasicismo y una trayectoria humana y profesional que perdurará en generaciones de aficionados y profesionales taurinos burgaleses.

Rafael Pedrosa fue el primer torero burgalés que alcanzó la gloria. El honor de ser matador de toros en 1957 en León. Primero de otros que vinieron después como Luis Miguel Calvo, Juan Carlos Arranz, José Ignacio Ramos, Roberto Martín ‘Jarocho’ o el actual Jesús Martínez ‘Morenito de Aranda’.

Eutiquio Pedrosa Arnáiz, para el toreo fue eternamente Rafael Pedrosa. Burgalés del barrio de Villatoro donde nació el 11 de marzo de 1929 y donde comenzó a estudiar antes de matricularse el Instituto Cardenal López de Mendoza, mientras ya le rondaba por la cabeza el sueño de ser torero.

Su primer paseíllo lo realizó en el añorado coso del Chofre de San Sebastián el 18 de julio de 1948 con el nombre de ‘Chico de Villatoro’ y su primer becerro lo estoqueó en León el 8 de agosto de 1948 en un festejo a beneficio de la Cruz Roja. Debutó con picadores en una plaza emblemática: Vista Alegre de Carabanchel, Madrid, el 27 de julio de 1952.

Como novillero con caballos su trayectoria fue extraordinaria. Coetáneo en Burgos de otro grande de la tauromaquia en esta tierra, Pedrito Calvo, padre de los actuales Luis Miguel y Pedro Calvo. Rafael y Pedrito, Pedrito y Rafael ilusionaron a la afición burgalesa como nunca antes. Y como pocas ocasiones después. Rafael Pedrosa toreó novilladas en plazas como Bilbao, Vitoria, Zaragoza y Madrid, además de arrollar en otras muy ligadas a él como Los Vadillos de Burgos, Palencia, la francesa de Tolousse o León, plaza donde tomó la alternativa el 23 de junio de 1957 de manos de Antonio Bienvenida, en presencia de Antonio Borrero ‘Chamaco’ y frente a reses de Martínez Elizondo.

Pedrosa fue un torero clásico. De un concepto señorial, que conjugó el vanguardismo con un clasicismo que mamó de quienes fueron sus primeros apoderados: Los Dominguines. Despacioso en el trato, de templada composición y sólido valor, Rafael Pedrosa llevó a gala ser un torero más de letras que de números. Artista y soñador, durante su carrera obtuvo triunfos importantes en Barcelona o Bilbao.

Confirmó su alternativa en Las Ventas el 7 de septiembre de 1958 de manos de Juanito Bienvenida y toros de Flores Albarrán. En Los Vadillos hizo su presentación el 29 de junio de 1957 alternando con Antonio Ordóñez y Curro Girón. Cortó dos orejas y salió a hombros, cosa que volvería hacer en innumerables ocasiones durante su carrera. La tarde más completa en Burgos fue el 29 de junio de 1960 que cortó tres orejas junto con Ordoñez y Mondeño, si bien el triunfo más deslumbrante en su tierra lo cosechó el 29 de junio de 1962 que cortó cuatro orejas y un rabo, alternando Jaime Ostos y Paco Camino.

Para la historia, otra tercera tarde en Burgos: 30 de junio de 1963. A plaza llena, Rafael Pedrosa, Santiago Martín ‘El Viti’ y Manuel Benítez ‘El Cordobés’ se repartieron seis orejas y un rabo. En Bilbao, Pedrosa cortó orejas en todas sus actuaciones si bien fue la Monumental de Barcelona el escenario de sus más fecundas y triunfales tardes, como la del 10 de septiembre de 1961 que cortó tres orejas de un encierro de Conde de Mayalde.

Se retiró de los ruedos en Frejus, Francia, en septiembre de 1964. Y únicamente regresó en dos ocasiones para sendos festivales benéficos de las Hermanitas de los Pobres de Burgos en los años 1967 y 1969. Volvió a torear por última vez para sus amigos en la finca La Cabañuela de Antonio Bañuelos con motivo del décimo aniversario de la divisa burgalesa en 2003. De su legado artístico hay que destacar que fue el creador del quite de los faroles invertidos o también llamado ‘Pedrosina’, un lance de capote a la espalda, muy lucido, de su creación y que lo volvieron a desempolvar años después otros diestros como Luis Francisco Espla, Julián López ‘El Juli’ o César Jiménez.

Rafael Pedrosa fue hombre amable, de una educación y una sabiduría exquisita que supo transmitírsela a sus cuatro hijos: Mónica, Rafael, Ana Pilar y Bárbara. Casado con Ana María Rodríguez, fue un ejemplo artístico y humano para todos los que le trataron. Aficionados y profesionales mostraron ayer su pesar por un fallecimiento que a todos ha pillado por sorpresa. Enfermo desde hace algún tiempo pero muy consciente, una gripe galopante que le atacó hace unos días fue la causa última de su muerte.

«Su honradez, su autenticidad, esa manera suya tan bonita y tan especial de hacer las cosas. Con eso me quedo. Siempre decía que en la vida las cosas o se hacían bien o mejor no hacerlas. Su mayor legado para nosotros es su humildad, su manera de ser y de vivir cargado de valores». De este modo tan puro, su hija Bárbara le definía ayer. Rafael Pedrosa se va. Desaparece el hombre, permanecerá el artista. Y nace el mito: El mejor y más importante matador de toros de la Historia Taurina de Burgos. Descanse en Paz.Más información en la edición impresa

tracking