El Correo de Burgos

Un centenar de alumnos hace prácticas en Aspanias cada año

Desde 2013 han pasado unos 400 alumnos / El 40% ha sido contratado de forma temporal / En el XV Foro de Empleo de la UBU recibieron 119 currículos

Miembros del equipo de gestión de Aspanias conversan junto a dos alumnas en prácticas y una empleada del centro.-ISRAEL L. MURILLO

Miembros del equipo de gestión de Aspanias conversan junto a dos alumnas en prácticas y una empleada del centro.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

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Las prácticas académicas son fundamentales en cualquier tipo de formación, pero son especialmente importantes cuando el futuro laboral implica trabajar con personas y, más aún, si esas personas tienen una discapacidad. Las prácticas son la mejor herramienta para conocer, de primera mano, que significa trabajar en un empleo cuyo objetivo es producir calidad de vida para otros. Uno de los mejores ejemplos se encuentra en Aspanias Burgos y es que, por esta empresa social han pasado, desde el año 2013, más de 400 alumnos para hacer sus prácticas.«Llevamos colaborando con la comunidad educativa de Burgos desde finales de los años 90, aunque en aquellos momentos lo hacíamos de una forma más ‘individual’, directamente con los organismos, y en el caso de las universidades, de forma más directa con las facultades», explica José Luis Ortúñez, director de Organización y Recursos Humanos de Aspanias, quien añade que «en 2008 fue cuando nació un convenio general con la UBU y se han gestionado las prácticas de una forma mucho más ágil».El crecimiento que Aspanias ha protagonizado como ente acogedor de alumnos en prácticas es significativo y es que, desde el año 2013 han pasado por la entidad «unos 100 alumnos de institutos, academias de formación y universidades, por año», de los cuales el 10% corresponden «a alumnos universitarios». En concreto, el año pasado, desarrollaron sus prácticas en Aspanias 97 personas, provenientes de 14 organismos docentes distintos. Este año, ya son 11 alumnos los que están realizando su prácticas, entre ellos dos personas con discapacidad- una física y otra auditiva- de los que uno se incorpora mañana.El hecho de que Aspanias ‘se nutra’ más de alumnos procedentes de la FP se debe especialmente a que «gran parte de las prácticas ofertadas se centran en las actividades socioasistenciales y sanitarias y de la animación del tiempo libre; estas últimas pueden ser intensivas, en unas vacaciones específicas con los chicos, o bien extensivas a lo largo de los meses del año en las actividades del centro», comentó Goyo Camarero, miembro del equipo de gestión de Aspanias y «son especialmente los institutos quienes ofertas grados formativos centrados en estas áreas».La intensificación de la oferta de prácticas en entidades sociales como Aspanias tiene una relación directa con el crecimiento del tercer sector, no sólo como ‘acogedor’ de alumnos en prácticas, sino como ente empleador. «El crecimiento de las entidades sin ánimo de lucro es parejo a la demanda que tienen las entidades académicas de formaciones de este tipo», comenta Alfonso Ruiz, director financiero de Aspanias, quien añade que, cada año, «el catálogo de servicios que prestamos este tipo de entidades es mucho mayor y al incrementarse ese factor, la cobertura de profesionales también crece, al igual que el apoyo por parte de las administraciones públicas». Y en el caso concreto de Aspanias, su atractivo reside, además, en que es una empresa innovadora y diversificada, «con líneas de actuación nuevas» y esto, «requiere puestos de trabajo que buscamos en las fuentes de conocimiento».En este sentido, «las prácticas suponen una ‘ventaja’ para los estudiantes que las desarrollan sobre sus «otros ‘competidores’», comenta Ortúñez. No hay que olvidar que las prácticas son, no sólo una herramienta de formación, sino «un mecanismo de selección previo que como empresa nos da muchas garantías». Unas garantías que se ven reflejadas en el empleo y es que, tal y como asegura el responsable de Recursos Humanos, «de los 400 alumnos que han hecho prácticas en estos últimos cuatro años, el 40% ha sido contratados de forma temporal, bien sea para cubrir vacaciones o Navidad, sustituciones por enfermedad o maternidad, etc» y «tenemos una estabilidad de un 3% del año».Los alumnos que acuden a hacer prácticas a Aspanias «llegan con una buena preparación académica y, sobre todo, con gran predisposición para aprender». Lo que les falta, evidentemente, «es conectar con la realidad laborar, con el equipo, con los usuarios y adquirir la cultura de la emprensa pero eso, como es obvio, se adquiere con las prácticas». De ahí que «el complemento ideal para una persona bien preparada académicamente sea el contacto con la realidad laboral», comenta Camarero y es que «con esa herramienta, las oportunidades laborales se afrontan mejor».Laura Villa, directora del centro de Aspanias para personas con discapacidad intelectual y envejecimiento prematuro además de tutora de prácticas, lo tiene claro. «Con las prácticas, los alumnos ponen en valor los tres saberes; el saber académico que ya lo traen; el saber hacer, es decir la puesta en práctica de todos sus conocimientos, y el saber ser, que tiene que ver con las actitudes, con las emociones y el conectar con la discapacidad».Desde el otro lado, Ruiz destaca que los alumnos en prácticas aportan a Aspanias ilusión, «lo que nos hace querer dar respuesta a esa inquietud y buscar nuevos horizontes para que tengan la formación adecuada», pero «también nos aportan novedades porque llegan actualizados, con savia nueva, una frescura que permite renovar los ambientes de trabajo, que dejan de ser metódicos», añade Ortúñez.Para los usuarios, «los alumnos de prácticas son un estímulo, son ‘aliados de la comunidad’, especialmente importantes para quienes tiene un contacto más reducido con el exterior, porque a ellos les cuentan su historia de vida, son sus compañeros de viaje, personas muy importantes», añade Villa.Mayor profesionalidad«Los nuevos servicios y programas que ofrecemos deben estar desarrollados por trabajadores bien preparados», añade Ortúñez y «desde las administraciones se nos exige esa mayor profesionalización». Es precisamente en ese punto en el que entidades como Aspanias empiezan a perder «ese cariz de voluntariado que había antiguamente» para «presentarse como organizaciones perfectamente estructuradas con profesionales muy bien preparados».

En este sentido, recuerda que «Aspanias no produce tornillos sino que trabaja con personas y produce calidad de vida para ellas». De ahí que, «como cualquier otra empresa, debamos tener una buena estructura organizativa y una estrategia marcada con resultados económicos, que son los que redundan en la misión humana de la entidad».Un convenio para sacar el máximo partido de Aspanias y de la UBUAunque la Universidad de Burgos y la Fundación Aspanias mantienen desde hace tiempo un convenio de colaboración, la fundación y el ente educativo se comprometieron hace un mes a ampliar dicho convenio con nuevas actuaciones. Un nuevo acuerdo marco cuyo objetivo es «generar un abanico de colaboración con todas las facultades mucho más amplio».El 1 de marzo habrá una nueva reunión entre la UBU y Aspanias para que la entidad académica conozca el Centro Especial de Empleo de Quintanadueñas. «Los representantes de la UBU se sorprendieron al ver el enorme abanico de centros con el que cuenta Aspanias y la atención que está prestando más allá de la propia atención sociosanitaria, por ejemplo en el desarrollo del empleo, en la diversificación del ámbito de mayores o en salud mental, entre otros frentes», comentó Goyo Camarero, miembro del equipo de gestión de Aspanias. El objetivo de ampliar este convenio es que «la UBU vea que más allá de esa red sociosanitaria y educativa, Aspanias puede ofertar otros temas de trabajo que van, por ejemplo, hasta las ingenierías».Entre esos nuevos horizontes destaca el desarrollo de tecnologías de las TIC adecuadas a la discapacidad. «En este ámbito hemos abierto un enorme abanico de posibilidades y estamos trabajando en su desarrollo». Se trata de un feedback porque «no solo vamos a ser un ‘instrumento’ útil para ellos, sino la UBU para nosotros».Además, Alfonso Ruiz, director financiero de Aspanias, asevera que ya no solo la ‘colaboración’ entre Aspanias y la UBU se limita a las prácticas sino que va más allá, «con la posibilidad de que los alumnos desarrollen aquí sus proyectos fin de carrera».En esta misma línea de colaboración con la UBU, cabe recordar que Aspanias participaba el año pasado, por primera vez, en el Foro de Empleo que organiza la entidad académica. «Nuestra sorpresa fue enorme porque recibimos 119 currículos, no sólo desde el sector asistencial, sino desde otros ámbitos», comenta José Luis Ortúñez, director de Organización y Recursos Humanos de Aspanias. Así lo demuestran los datos recogidos por la organización, 47 de los currículos procedían de Administración, 21 de Pedagogía y Educación y 10 de Comunicación y el resto, de áreas como Psicología, la Terapia Ocupacional, la Enfermería o los Recursos Humanos, entre otros.

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