Los niños del G-3 estrenan el parque inclusivo por su cuenta
El recinto estaba vallado, pendiente de validar una puesta en servicio que han decidido los propios vecinos
No hizo falta ningún político cortando una cinta para estrenar el parque.-ECB
Un montón de columpios relucientes, un parque sin estrenar y una mañana soleada y cálida, insólita para el mes de febrero. El día era propicio para que los más pequeños de la casa lo disfrutaran en la calle y qué mejor manera de hacerlo que en los columpios de la plaza del Mencilla, en el G-3. Imaginen a esos padres viendo las caras de sus hijos asomadas a la verja extendiendo la mano hacia aquellos columpios tan nuevecitos, sin pintadas ni cristales ni colillas del otro lado.
Así pues, sin esperar a la foto de los políticos ni a un papel que diga que se puede empezar a montar en el balancín y a tirarse por el tobogán, milagrosamente la valla metálica se abrió y los niños pudieron pasar a disfrutar la mañana del domingo en el parque infantil más moderno de Burgos. Éste que los vecinos han estrenado por aclamación popular después de semanas esperando que se abriera -estaba anunciado para diciembre- no es un parque cualquiera. Se trata de la primera zona de juegos inclusiva de la ciudad. Y es que el carrusel y las dos cestas aportadas por la organización permitirán a los niños con discapacidad disfrutar del ocio en igualdad de condiciones.
El coste de esos tres aparatos fue de 12.000 euros y los aportó la ONG Otro mundo es posible. El Ayuntamiento puso el montaje, pero se tardó tanto que la impaciencia de los niños sirvió de pretexto a una inauguración popular.