Zurriagazos a diestra y siniestra

A diestra y siniestra. Los recreatines movieron su cola de caballo a uno y otro lado y con sus estrofas tiraron a dar sin importar el color del político que se pusiera delante. Hubo para los que moran en la Plaza Mayor, en la Moncloa y en Ferraz. Para los que gustan de llevar coleta, bigotillo o correa alemana. Nadie se escapó de las mordaces coplas de la Peña Recreativa Castellana. Sonó la turuta un año más a los pies de la Catedral y los fieles acudieron a cantar.Al pasar por la Plaza Mayor...La comparsa más castiza no dejó títere con cabeza. Sus integrantes, ataviados como los tradicionales tetines, con zurriago de crin de caballo, pero también con mitra de obispo y careta guasona, se mofaron del aeropuerto sin aviones, de la no iniciada restauración del Hospital de la Concepción, del retraso de la llegada del AVE y de su trazado sin pasar por Aranda, de la fallida moción de censura, del inacabado Coliseum, del lío de los consorcios y, en definitiva, del espectáculo de cada Pleno.Hay montao en Burgos un circo y no es San Pedro, y no es San Pedro. / Lo tienes justo en el centro y lo llaman Pleno, lo llaman Pleno. / Hay buenos equilibristas que botan con e-Moción. / Hacen magia con la rosa y nos cuestan un pastón.Al son de la conocida musiquilla de A lo loco, a lo loco hicieron un repaso al concejo capitalino en el último de los cantos, el séptimo, que puso a bailar al respetable.Miran largo los recreatines y enfilan la A-1 hasta Madrid. Zurriagazos a diestra y siniestra, de nuevo. Cantaron las cuarenta a Mariano Rajoy por partida doble, a ritmo de Ay, Jalisco no te rajes y de Tengo un tractor amarillo, y tiraron de la canción del verano de Morat para decirle a Pedro Sánchez Cómo te atreves a volver.Un clásico, Suave que me estás matando, meció la crónica hecha verso de lo que está pasando en el país, con el Gobierno y la oposición en la diana. La subida de la luz, el informe del Yak y la dimisión de Trillo o la corrupción y el desfile a prisión dibujaron Esto no cambia, con unas últimas letras que muchos -la edad media era elevada- corearon con entusiasmo: De momento este año para que te jodas, suben una mierda la pensión...Se animaron poco a poco los fieles y, chuleta en mano, acompañaron a la ya tradicional chirigota que, como los grandes y viendo que la media hora de juerga se había quedado corta para los que gustan de mofarse, brindó un bis a su público. Y el Obladí, obladá de los Beatles volvió a sonar mientras muchos huían ya en busca del bendito vermú de domingo, donde también se reencontrarían con los chirigoteros.