Fomento replantea su aporte en San Cristóbal y ahorra 270.000 euros a la ciudad

El Ayuntamiento se ahorrará los 270.000 euros que había reservado para subvencionar el desembolso del ARU de San Cristóbal a los propietarios de los locales comerciales que ocupan los bajos de cinco portales de la calle Mérida. El pasado mes de abril el Ministerio de Fomento daba marcha atrás en su resistencia a sufragar parte de este gasto y lo reconocía como objeto de ayuda.

Expresada en agosto del año pasado, la negativa inicial de esta administración, responsable del Área de Regeneración Urbana en colaboración con la Junta de Castilla y León y el propio Ayuntamiento hizo que este, a petición del PSOE -que incluyó esta línea de ayudas entre las condiciones para ‘permitir’ la aprobación de las cuentas para 2017-, reservara una partida del presupuesto municipal para paliar el coste de las actuaciones a asumir por los titulares de estos espacios comerciales, más de una veintena, y no perjudicarles.

Fue la petición de un escrito en el que se argumentara tal rechazo tramitada por la oficina de gestión del ARU, de la que se encarga Afide, la que daba pie a este cambio de parecer que si bien variará el origen de la subvención no tendrá más efecto para los propietarios. Así lo reconocían desde la citada asesoría: «Tanto viviendas como locales comerciales recibirán por tanto la ayuda en idénticas condiciones. Al estar dentro del propio ARU se tramita en conjunto. La decisión del Ministerio de Fomento es un mero replanteamiento pues las condiciones están fijadas en el convenio suscrito entre las tres administraciones», detalla Diego Bayona, para reconocer el «esfuerzo por el bien del proyecto» que evidenció la creación de las subvenciones finalmente innecesarias.

Al tiempo que este detalle se ha aclarado, las obras de la primera fase del ARU de San Cristóbal -que implica a 16 comunidades de vecinos- han avanzado a buen ritmo. Bayona estima que se habrán ejecutado en un 65%. Los últimos proyectos por activarse, cuatro fachadas y un ascensor, «ya están empezando».

La mejora del exterior es denominador común, en consonancia con el espíritu de estas iniciativas de regeneración urbana, que buscan homogeneizar entornos. Esta es la parte más visible de las actuaciones que se están desarrollando y tiene como peculiaridad el grosor del material aislante (lana de roca) que se coloca. Con 20 centímetros de este material, se está consiguiendo que con carácter general la temperatura de las viviendas haya subido en cuatro grados centígrados, tal y como relataba a este periódico la presidenta del ARU, Irene Olmos, hace apenas unas semanas.

Con la recta final ya enfilada, el barrio piensa ya en el futuro, a la espera de conocer cuando podrá iniciarse la segunda fase del proyecto. Esto dependerá de la partida que Fomento otorgue al Plan de Vivienda, herramienta de la que se nutre esta actuación. La oficina de gestión del ARU señala que con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado aún reciente «es muy pronto» para calcular plazos. Con todo, confían en poder acometer las mejoras pendientes el próximo año.