Una Cantania por la escuela

El Encuentro de Corales Escolares estaba ayer de números redondos. 25 años, concretamente, que ha cumplido una iniciativa que nació con la idea de infundir y fomentar el amor por la música entre los alumnos y que ayer escenificó en el Fórum una pasión por el canto que se ha ido transmitiendo de generación en generación gracias al trabajo de la Asociación de Profesores de Educación Musical en Enseñanza Primaria de Burgos, que organiza el evento.

La cita de ayer reunió a cerca de 500 niños y niñas de los colegios Juan de Vallejo; Jueces de Castilla; Alejandro Rodríguez de Valcárcel;Ribera del Vena;Jesuitas;Vadillos;Nuestra Señora de Lourdes;Jesús Reparador;ApóstolSan Pablo;CírculoCatólico;Francisco de Vitoria;SantaMaría la Nueva;SanJosé Artesano;Pons Sorolla de Lerma;Niño Jesús;MiguelDelibes y Blanca de Castilla.

Ayer era un buen día para mirar atrás y repasar todo, o parte, del camino que se ha recorrido, de los miles de niños y niñas que han participado en esta iniciativa. El presidente de la asociación, Alberto Triviño, señalaba que el Encuentro de ayer era al «más especial», ya que «echamos la vista atrás y van pasando muchos niños».De hecho, ya sucede que algunos de los profesores que van a hacer prácticas a algunos de los colegios que participan en el proyecto han formado parte del Encuentro de Corales. Y lo recuerdan con mucho cariño, asegura Triviño.«Es una experiencia muy bonita para todos aquellos que han participado, no solo para los alumnos, sino también para nosotros como profesores».

Las corales escolares que participan en este Encuentro están formadas, en su mayoría por alumnos de Primaria que cursan entre 3º y 6º, con edades comprendidas entre 8 y los 12 años. A veces participan niños de Secundaria a los que les ha atraído tanto la actividad que se quedan uno o dos años más porque les gusta cantar. Esto es precisamente lo que se busca en los niños para que se apunten al coro, que les guste la música, y que el objetivo de esta iniciativa se centra en eso, en«fomentar ese gusto por la música de los chavales» que pueden sumar como una afición más.

En este caso, el requisito es sencillo. «Los que trabajamos con un coro escolar lo hacemos con niños que fundamentalmente les gusta cantar y también tienen gusto por la música».Se trata de una actividad que «les motiva mucho».

Como toda actividad escolar, el coro se plantea a lo largo del curso.Cada profesor tiene su plan. Triviño explica que en su caso divide la actividad en dos partes.En la primera se fija como objetivo la Navidad, con la preparación de un concierto con villancicos y canciones del repertorio del pasado año, Así se participa en festivales de colegios, en residencias de ancianos.

La segunda parte del curso se centra en la preparación del Encuentro de Corales Escolares. Ya el pasado curso se empezó a trabajar en el proyecto internacional Cantania, una idea que se creó hace tres décadas en el Auditorio de Barcelona y que se espera traer a Burgos lo antes posible.De hecho, el pasado jueves, nueve colegios estuvieron participando en Valladolid, donde ya se trabaja con esta iniciativa. Triviño explica qué es una Cantania:«Se plantea un tema y sobre ese tema se hace una especie de obra musical que se llama Cantata». Todas las canciones que interpretan los niños giran en torno a ese tema.En el colegio pueden trabajarlo como quieran, ya sea en el aula de música o como proyecto de centro.

El Encuentro de Corales Escolares de ayer en el Fórum fue una obra de Cantania. 25 años bien lo merecen y el tema no podía ser otro que la escuela. Bajo el título de ‘50 millones de segundos’, los escolares cantaron el homenaje a 25 años de una iniciativa que aspira a seguir creciendo.