El Correo de Burgos

LA ESPUELA / RAÚL GALÁN

"Me cabrean los que adelantan por la derecha a la hora de pagar impuestos"

Director provincial de Tráfico. Abulense del 78, licenciado en Derecho y diplomado en Relaciones Laborales, es miembro de la Escala Superior de Técnicos de Tráfico desde 2006.

Raúl Galán, director provincial de Tráfico.-RAÚL G. OCHOA

Raúl Galán, director provincial de Tráfico.-RAÚL G. OCHOA

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A.S.R.
Burgos

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Pregunta- ¿Quién conduce su vida?

Respuesta- Procuro hacerlo yo mismo, pero convives con una pareja y vives en una sociedad y los caminos no te llevan siempre por donde tú querrías.

P.- ¿De qué atasco no consiguió salir?

R.- (Piensa y retoma la pregunta al final) La natación. Nado lo justo. Tengo amigos que me han intentado enseñar, pero me han dejado por imposible. Soy de secano.

P.- ¿Qué señal luminosa le deslumbró?

R.- Tendré que decir mi pareja, que si no se enfada conmigo (ríe).

P.- ¿Tiene un especial radar para cazar qué...?

R.- Soy bastante empático, creo que tengo cierta capacidad para ponerme en el lugar de la otra persona, entender su problema y plantear una solución. Me suelo equivocar poco, aunque no soy infalible.

P.- Será difícil entonces verle enzarzado en una discusión volante en mano...

R.- En medio del tráfico quizás sí soy de mecha corta, soy víctima de esa situación psicológica en la que, en el coche aislado, sientes una sensación de poder y me enfado como todo el mundo, y, aunque me suelo calmar, la reacción primera sí es saltar y pegar un par de voces.

P.- ¿Para conseguir qué tuvo que meter la sexta?

R.- Para conseguir la vida profesional que, gracias a Dios, tengo. Estoy encantado con ella, pero plantearte estudiar una oposición del tipo de la mía te obliga a apostarlo todo y o metes la sexta o...

P.- Daría marcha atrás para...

R.- Ir de Erasmus, me hubiera gustado pasar un tiempo largo en el extranjero, es una experiencia que me falta.

P.- ¿Qué situación le obligó a coger el carril de desaceleración?

R.- Antes de que me obliguen, yo mismo, en función de las circunstancias, lo cojo. Procuro tomar la iniciativa para evitarme problemas.

P.- ¿Qué cara se le quedó cuando le adelantaron por la derecha?

R.- Entre cara de póquer y de enfado, porque no me gusta ver incumplimientos de la normativa (ríe). Te contesto en sentido literal (ríe).

P.- Y si nos olvidamos de la literalidad...

R.- No me gusta que me tomen por tonto.Me quedo con la gente franca, que dice las cosas de cara. Si yo noto que me están engañando me enfado.

P.- ¿Cuándo dijo ‘¡Cuidado que vienen curvas!’?

R.- Hay veces que no las ves porque son cosas imprevistas. Por ejemplo, cuando era jefe de sección en Toledo y decidí irme a Talavera a abrir la jefatura de nuevas, con personal nuevo. Fue una apuesta gorda, sabía que los primeros meses no iban a ser fáciles y realmente no lo fueron, pero gracias a un equipo, que aún echo de menos, salió adelante.

P.- Se ve que el pavimento deslizante no le da ningún miedo...

R.- Depende del tipo de calzado, procuro llevar el adecuado (ríe).

P.- ¿Gira más a la derecha o la izquierda?

R.- Procuro coger la línea recta casi siempre (ríe).

P.- ¿Qué infracción merecería la retirada de todos los puntos?

R.- Las que conllevan desprecio por la vida de los demás.

P.- Y si no hablamos de tráfico...

R.- No me gustan los que adelantan por la derecha a la hora de contribuir al bien social y no pagan impuestos. Eso sí me cabrea.

P.- ¿Qué carné perdió que le disgustó?

R.- ¡El de la biblioteca! (ríe y recula). No, no, que lo llevo siempre. Me voy a poner intenso. El ir dejando la juventud poco a poco es perder un carné para ganar otro, que es el de la experiencia.

P.- ¿Quién osó multar al director provincial de Tráfico?

R.- Me han multado varias veces por excesos muy leves de velocidad y tengo las multas pagadas. Te las puedo enseñar (se pone a ello, abre el cajón y revuelve hasta dar con ella mientras sigue hablando). Hay personas que no entienden el concepto de que somos todos iguales ante la ley.

P.- ¿Qué tal se llevan el peatón y el conductor Raúl Galán?

R.- Como tengo la suerte de que nunca pueden ir a la vez los dos, no se generan conflictos... (ríe).

P.- ¿El tráfico de qué país le produjo un cortocircuito mental?

R.- Egipto. Ahí he visto las mayores barbaridades. Aunque la primera vez que estuve en un país de tráfico complicado fue Turquía. En Brasil también viví situaciones curiosas, además allí conduje y fue bastante tenso.

P.- ¿Y le encantaría dirigir el de qué ciudad?

R.- Como reto sin límites el de El Cairo. ¡Es un caos!

P.- ¿Qué nota pone al de Burgos?

R.- Un ocho y medio. Hay cosas que se pueden mejorar. Es una ciudad donde se vive muy bien y se circula bastante bien. El problema es la convivencia entre coches, ciclistas y peatones. Pero yo aquí me encuentro como pez en el agua. ¿Qué hace frío? Te abrigas.

P.- ¿A un abulense le asusta el frío?

R.- Aquí hace más frío que en Ávila, el viento que sopla aquí...

P.- Y si a un abulense residente en Burgos le obligan a elegir entre las murallas de Ávila o la Catedral burgalesa...

R.- Es complicado. Cada una tiene lo suyo. Las murallas son una cuestión sentimental, yo abría la ventana de mi habitación en mi casa y las tenía enfrente, porque mis padres viven dentro del casco, pero reconozco que la Catedral de Burgos me tiene conquistado. Cuando voy a otros sitios ninguna veo mejor que esta. Es una maravilla.

P.- ¿Correr es de cobardes?

R.- Sí, igual que dicen que el cementerio está lleno de valientes (ríe). Correr es saludable, siempre con cabeza y sin hacer barbaridades.

P.- ¿Qué maratón sueña con ganar?

R.- Uy, la de Burgos. No soy de correr grandes maratones. A estas alturas de la película...

P.- ¿Qué locura ha hecho sobre dos ruedas?

R.- Pocas. El trabajo imprime carácter y no soy de hacer locuras sobre dos ruedas, igual de niño con la bicicleta, que tengo varias marcas.

P.- ¿Y con su moto?

R.- Tener moto es un ejercicio de responsabilidad grande porque sabes que te produce unas sensaciones y un placer inmensos, pero también eres consciente de que es más peligroso que el coche.

P.- ¿Disfruta más con las manos en el manillar o con los huevos rotos que le esperan cuando lo suelta?

R.- ¡Con las dos cosas! Que se lo pregunten al del bar de Soncillo. Es compatible. Soy de buen comer. Y hacer ejercicio físico me permite comer sin ningún cargo de conciencia. Está todo calculado.

P.- De buen comer, pero no cocinillas...

R.- Soy práctico. Entiendo a la gente que le gusta cocinar y está horas preparando un plato, pero a mí estar tanto tiempo haciendo algo que luego dura diez minutos... No me compensa. Prefiero sentarme a la mesa, aunque luego no tengo problema en ponerme a fregar, por una cuestión de justicia divina.

P.- ¿Qué artista de ahora bordaría la versión actual del Si bebes no conduzcas, de Stevie Wonder?

R.- (Ríe). Iba a decir Melendi. Con él íbamos a dar un buen mensaje: ‘Arrepentidos los quiere el Señor’. (Ríe).

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