El Correo de Burgos

El juez manda a la cárcel a Gallego por dos violaciones, robo y secuestro

El Juzgado de Instrucción número 5 de Segovia acusa al ‘violador del ascensor’ de nueve delitos y decreta prisión sin fianza

Un agente policial conduce a Pedro Luis Gallego, que se tapa el rostro.-ICAL

Un agente policial conduce a Pedro Luis Gallego, que se tapa el rostro.-ICAL

Burgos

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Teresa Sanz Tejero SEGOVIA

El titular del juzgado número 5 de Segovia, Jesús Martínez Puras, decretó ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza para Pedro Luis Gallego, el ‘violador del ascensor’ por diversos delitos, entre ellos dos violaciones, denunciados en los últimos meses en Madrid. Además, decidió inhibirse a favor del Juzgado de Instrucción 33 de Madrid, que ya estaba conociendo de las actuaciones, declaradas secretas. Gallego cumplió condena por los asesinato de Leticia Lebrato y Marta Obregón, además de por 18 violaciones, y en la actualidad residía en Segovia.

El juez tomó declaración por espacio de unos 40 minutos al detenido, cuyas últimas agresiones le habrían valido el sobrenombre de ‘violador de La Paz’, en alusión al entorno del complejo hospitalario de Madrid en el que actuó los pasados meses de abril y mayo. Hasta entonces había sido conocido como el ‘violador del ascensor’.

Pedro Luis Gallego fue detenido en Segovia el miércoles, tras el registro domiciliario en el piso que ocupaba en el número 16 de la avenida Dámaso Alonso, del barrio de Nueva Segovia. Tras doce horas de registro, durante las que Gallego permaneció esposado, el mismo miércoles fue conducido hacia las siete de la tarde a dependencias policiales de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid, desde las que ayer fue nuevamente conducido hasta la capital segoviana para que el juez decano y titular del Juzgado de guardia le tomara declaración.

Tras el relato de los hechos, lo que según fuentes consultadas por este periódico fue «breve», el juez decretó su ingreso en prisión «provisional, comunicada y sin fianza», acusado de dos delitos continuados de violación, tres de robo con violencia e intimidación, dos de detención ilegal (secuestro) y dos delitos de lesiones, todos ellos consumados. Además de estos delitos, se le investiga por otros dos delitos de detención ilegal en grado de tentativa con la finalidad de atentar contra la libertad sexual de las víctimas, y no se descartan más agresiones.

Pedro Luis Gallego llegó al Juzgado número 5 de la capital segoviana, situado a escasos metros de la Comisaría de Policía Nacional de Segovia y la Estación de Autobuses, conducido por dos unidades policiales que se detuvieron un instante ante los accesos al Juzgado.

Al haber sido decretado el secreto del sumario, no ha trascendido ningún aspecto de su declaración. Sí se ha conocido que el tiempo de su estancia en el juzgado no coincide con el tiempo que el ‘violador del ascensor’ habría estado declarando delante del juez. El detenido llegó a Segovia sobre las doce de la mañana y abandonó las dependencias del la instancia judicial sobre las 13,15 horas del mediodía.

El detenido fue introducido en dependencias judiciales por una puerta lateral, escoltado por dos policías. Tras su declaración, fue cubierto con una manta e introducido nuevamente en el vehículo policial que le condujo a una institución penitenciaria no desvelada.

Se desconoce si la defensa de Pedro Luis Gallego esgrimirá ‘arraigo familiar’ para solicitar una prisión no muy lejana o si finalmente, las instancias judiciales decidirán otro centro penitenciario más alejado.

Según fuentes policiales, la detención el pasado miércoles en el piso que tenía alquilado desde hace «casi cuatro años» en el populoso barrio de Nueva Segovia, fue posible gracias a una «minuciosa y larga investigación» que se inició en Madrid, el territorio de sus últimas agresiones. Se efectuaron solo tres años y medio después de ser puesto en libertad tras la decisión incomprensible del tribunal de derechos Humanos de Estrasburgo, que anuló la doctrina Parot por la que el asesino de las jóvenes de Burgos y Valladolid debería haber cumplido condena hasta el año 2022.

Gallego actuó según fuentes de la investigación con similar modus operandi en todos los casos. Abordaba a sus víctimas a punta de pistola, las introducía en el coche y las conducía a su propio domicilio en Segovia, para después regresar a Madrid, donde las abandonaba en la misma zona del distrito de Fuencarral-El Pardo. Este modo de actuar hace pensar a los investigadores policiales que era intencionadamente una estrategia para despistar y hacer pensar que el atacante residía en la Comunidad de Madrid.Más información en la edición impresa.

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