El Correo de Burgos

FESTIVIDAD DEL CURPILLOS / ACTOS EN LAS HUELGAS

Pasión por el Curpillos

Ausencia de ediles del PSOE e Imagina en el acto institucional del Curpillos en un Monasterio de las Huelgas que blindó su acceso revisando el bolso y mochilas a quienes accedían al Compás de Adentro

El general Manuel Romero Carril, máxima autoridad militar en Burgos, porta la réplica del pendón de las Navas de Tolosa.-SANTI OTERO

El general Manuel Romero Carril, máxima autoridad militar en Burgos, porta la réplica del pendón de las Navas de Tolosa.-SANTI OTERO

Publicado por
MARTA CASADO
Burgos

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No es un Curpillos cualquiera aunque ha pasado como una celebración más del también conocido como Corpus chico. La afluencia de curiosos y fervientes defensores de la tradición del Curpillos o de las Fuerzas Armadas, que en su desfile se llevaron más de un vítor y muchos aplausos, estuvo tan presente como cualquier otro año de una festividad que se celebra desde que Alfonso XI la impuso en 1337. Pero no ha sido un Curpillos cualquiera, las medidas de seguridad eran más que evidentes, tanto como los 100 militares que participaron en el tradicional desfile tras la celebración eucarística.Las furgonetas policiales en la entrada por la zona de la Castellana y miembros de la Policía Nacional con arma larga eran el preludio de la fuerte presencia policial y de Policía Militar que sorprendía a los asiduos. Así que entrar a la explanada junto al claustro de la iglesia de las Huelgas fue una opción menos elegida que otros años y la concentración de curiosos y fieles fue menor. «Nos han registrado los bolsos al entrar», decía una mujer sorprendida. Y es que quienes entraban al Compás de Adentro tenían que ser registrados por los servicios de seguridad contratados por Patrimonio Nacional, institución que gestiona el Monasterio de las Huelgas.El subdelegado del Gobierno, Roberto Sáiz, explicó que «no se han tomado medidas extraordinarias ni ninguna instrucción que no se contenga en las medidas de un nivel de seguridad cuatro como en el que estamos». Explicó que la coordinación entre las fuerzas de seguridad municipal, los efectivos del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se han coordinado en una reunión previa de la Junta de Seguridad. En cuanto a las quejas de algunos ciudadanos por tener que ser registrados sus bolsos recordó que «el objetivo de las instrucciones que se han llevado a cabo tienen un espíritu claro que es el de transmitir seguridad, una seguridad que es real y que, aunque ocasione molestias, no impide el desarrollo normal de los actos».Otro de los elementos discordantes de la celebración protocolaria fue la ausencia de ediles de Imagina, no suelen participar en los actos religiosos, pero sobretodo del PSOE. «Esta es una celebración de hace siglos, desde hace décadas el PSOE siempre ha estado presente no se entiende que se rompa con la tradición institucional de acudir, respeto su decisión pero estoy seguro que muchos de sus votantes la respaldan y apoyan», dijo Javier Lacalle.

Para el alcalde era una jornada del Curpillos especial porque este año se ha iniciado el proceso para que la fiesta, de Interés Regional, pueda lograr la Declaración de Interés Turístico Nacional. Aseguró que «en los próximos meses se podrán hacer todas las gestiones oportunas para que si no es al próximo año sea al siguiente, podamos contar con este reconocimiento».La jornada más protocolaria arrancó en la iglesia del Monasterio de las Huelgas. La entrada, flanqueados por los Gigantillos y Gigantones daba cuenta que las fiestas están a la vuelta de la esquina. Tras el golpe que el Gigantillo se llevó en Las Candelas, la restauración se ha realizado en los últimos meses y ha logrado estar impoluto y como nuevo para la primera cita festiva en la que es el principal protagonista tras meses de baja en el Museo de los Gigantillos. No defraudaron a los presentes y siguen llevándose los flashes de casi todos.En su homilía el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, señaló la singularidad de la celebración del Corpus Chico en Burgos así como el acto que «surge en torno a la devoción eucarística pero que se une con actividades folclóricas que son bienvenidas». Señaló que la unión de los actos religiosos y la jira del Parral son «el ejemplo que nos tenemos que unir para ayudarnos entre nosotros y, especialmente, entre quienes más lo necesitan». Concluyó su sermón invitando a «unir fe y vida y vida y fe que es a lo que invita esta celebración».Posteriormente, se inició la procesión por el entorno de las Huelgas. La representación de las dos parroquias con algunos de sus niños de primera comunión precedían al pendón de las Navas de Tolosa. La referencia histórica que recuerda la batalla que los cristianos ganaron a los moriscos y que fue ejemplo del final de la Reconquista. De ahí la ligazón de la festividad con la comunidad militar burgalesa. Cerca de un centenar de militares del Regimiento de Transmisiones Nº1 que procesionaron y llevaron a cabo una parada militar que estaba compuesta por una sociedad de gastadores de Transmisiones, la Banda de Música del Cuartel General de la División San Marcial y la Compañía de Honores del Regimiento.Tras salir de la iglesia, la custodia bajo palio se presenta ante la Virgen en la entrada al Monasterio de monjas cistercienses. Allí les recibe la abadesa y algunas hermanas que, al finalizar la ofrenda, lanzan pétalos de rosa. Después la comitiva, de unas 200 personas, se traslada hasta la Iglesia de San Antón por la calle Alfonso XVIII. Luego vuelven y un último desfile militar da por concluido el acto más solemne de una fiesta que se traslada hasta el Parral y sus alrededores.

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