La caída de ventas en vivienda nueva vuelve a frenar al sector

El mercado inmobiliario ha retrocedido hasta el mes de mayo en un 6%. Durante los cinco primeros meses del año se han realizado un total de 1.292 operaciones de compraventa de viviendas mientras que en el mismo periodo del año pasado se habían realizado 1.375 ventas. El dato no supone una gran diferencia pero sí lastra la recuperación que el sector había experimentado desde la hecatombe de 2014 que apenas se habían superado el millar de operaciones en este periodo.

Los intermediarios inmobiliarios llevan mucho tiempo avisado. La alegría en la presentación de visados y en el movimiento de grúas en la ciudad lo evidencian. Hay poca vivienda nueva. Esta es la razón por la que este producto inmobiliario ha caído en ventas un 21,8% en el último año. Entre enero y mayo de 2017 se han efectuado 294 operaciones frente a las 376 del mismo periodo de 2016. Es más, se venden un 36% menos de inmuebles de nueva construcción que el peor año de la última década para el sector que fue 2014 y cuando se llegaron a comercializar 430 viviendas nuevas.

De esta manera el peso de este producto inmobiliario ha ido cayendo en la recuperación del sector beneficada por las viviendas de segunda mano, especialmente las operaciones con productos bancarios derivados de embargos así como de promociones de constructoras quebradas. Dos de cada diez operaciones están vinculadas a un inmueble de nueva construcción.

De esta manera ocho de cada diez inmuebles son de segunda mano. La vivienda usada está copando gran parte de las operaciones del sector. De hecho en la comparativa interanual a penas se mueve. De enero a mayo del año pasado se realizaron un total de 999 transacciones por ventas de inmuebles usados. En el mismo periodo de este año se han realizado 998 operaciones. El peso de este producto inmobiliario es el gran protagonista de la mejora de operaciones que la apertura del producto hipotecario por parte de los bancos ha traído consigo. Así las cosas ha tenido más dientes de sierra en la última década, en lo que a número de operaciones se refiere, que en el producto nuevo. De esta manera tras el brusco descenso de 2008 en el que las operaciones cayeron a la mitad (de 1.671 en 2007 a 856 un año después). Las ventas, lastrada por la caída en picado del sector, volvieron a bajar en 2009 con 661 transacciones. Este producto inmobiliario empezó a coger fuelle al año siguiente al crecer hasta las 721 compraventas, una recuperación que se consolidó en 2011 hasta las 842 ventas. Pero apenas fue un espejismo porque las operaciones volvieron a caer al año siguiente hasta las 663 ventas. En 2013 se inicia una pequeña recuperación con una decena de operaciones más pero todo cae en picado con el peor año de la década para el sector, 2014, cuando se registró un nuevo descenso hasta las 654 operaciones. Aún así la vivienda usada se recuperó con fuerza en 2015 hasta sumar 886 ventas entre enero y mayo. Desde entonces el peso de las cifras del mercado inmobiliario ha recaído en el constante crecimiento de este producto inmobiliario y que lo ha sostenido en los peores años.