San Miguel trabaja al 100% en julio

R. Gª Ureta Burgos

Sólo hay un par de máquinas de llenado de envases de cristal en toda España tan avanzadas como la que se ha instalado y puesto en funcionamiento en la fábrica de Burgos de Mahou-San Miguel. Equipos como el pasteurizador de botellas o procesos como el de ahorro de energía se suman a los avances tecnológicos que se han incorporado a la fabricación tras una inversión en el último año de 3,8 millones de euros en la planta burgalesa, en la que se ha completado un desembolso de 31,2 millones en los últimos diez años. En ese periodo se han aplicado gran cantidad de mejoras en innovación, prevención y de respeto al medio ambiente. Sólo en el último año San Miguel ha introducido 34 mejoras en la fábrica de La Ventilla, especialmente visibles en la sala de cocción donde se han renovado la maquinaria para obtener mayor «versatilidad» o la optimización de procesos para el ahorro energético y de consumo de agua, según explica el director de la factoría, César Rodríguez.

Ahora, la producción cervecera en este centro de producción se incorpora a la industria 4.0 con un desarrollo tecnológico «a la vanguardia» del sector, que permite a San Miguel ser más sostenible y producir en menos tiempo y prepararse para «el futuro». De hecho, para Mahou-San Miguel la fábrica de Burgos es «clave» entre los 10 centros que posee en España como, en palabras de su director, lo demuestra el programa de inversión «a largo plazo» y el incremento de la plantilla, que en el último año es del 6%. En ese sentido César Rodríguez destacó la «ventaja» que supone para su fábrica estar emplazada en Burgos donde la existencia de un tejido industrial fuerte ayuda a proporcionar el personal cualificado que requiere el centro de producción tanto en el empleo fijo como en la contratación eventual por picos de demanda.

Es el caso actual, ya que el mes de julio es el de mayor producción del año debida a la alta demanda surgida de la llegada del verano. En estos momentos, cerca de 200 personas trabajan en la fábrica de Gamonal la Ventilla, aunque la media de la plantilla es de 125 personas. Este mes se trabaja los siete días de la semana al 100% de la capacidad de la fábrica.

El 80% de la producción de cervezas bajo las diferentes marcas, formulaciones, tamaños y envasado que salen de Burgos se envía al norte de España «por cercanía», explicó Rodríguez, quien también aclara que la factoría burgalesa está preparada para elaborar todas las referencias del catálogo de Mahou-San Miguel. Cada semana, en Burgos se recibe la programación con demanda que se ha de cubrir con la fabricación de más cerveza y se programa el trabajo en la fábrica, detalló su director.

Esta planificación se aprecia también en el ahorro energético, que con las mejoras introducidas se cifra en un 8%, gracias, entre otras vías a la «recuperación de energía» que ahora se realiza en el proceso, en el que también se gasta un 3,5% menos de agua.

A mayores, el correcto mantenimiento de la maquinaria y los equipos, además de la supervisión que se obtiene de las diferentes auditorias internas y externas que recibe la fábrica, permite que convivan algunas de las máquinas más modernas que existen en este sector con otras que se colocaron cuando abrió la fábrica en 1970.

San Miguel resalta que desde esa fecha mantiene un «compromiso con Burgos» que califica de «histórico y de largo plazo» que se evidencia, por ejemplo, en la «generación de 10 millones de euros a empresas locales por la compra de bienes y servicios». Por otro lado, en 2016 la marca incrementó un 57% su apoyo al tejido hostelero local y puso en marcha iniciativas de ocio y culturales a las que destinó más de 500.000 euros.