El PSOE critica la falta de acción para poner en marcha las ciclocalles

Hace cinco meses que el Pleno municipal aprobaba por unanimidad la propuesta del grupo municipal socialista desarrollada con la asociación Burgos con Bici, que recogía la creación de ciclocalles y ciclocarriles en la ciudad con el objetivo de completar los itinerarios ciclistas. Las ciclocalles se instalarían en vías de un solo carril por sentido donde la velocidad máxima sería de 30 km/h para que bicis y coches convivan sin problemas, y liberar, además, la aceras de bicicletas. En el caso de los ciclocarriles, estarían destinados a las avenidas con más de un carril por sentido, por lo que uno de ellos se dejaría como uso preferente para los ciclistas.«No se ha hecho absolutamente en este tema», comentó el concejal socialista Antonio Fernández Santos, «en septiembre veremos que se hace con esta propuesta, pero si hasta ahora no se ha movido ni un dedo es porque el concejal Berzosa no ha querido».Criticaba, una vez más, la «inutilidad» del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). «Se han pagado 207.000 euros para que unos señores nos cuenten lo que ya sabemos, cuáles son las necesidades en materia de movilidad de esta ciudad». Aseveraba que «lo ideal sería haber puesto en marcha ya las ciclocalles y ciclocarriles de una forma paulatina» pero «tendremos que esperar».

itinerarios inconexosPrecisamente en este aspecto, el grupo municipal de Imagina hacía ayer su valoración del prediagnóstico de la encuesta de movilidad, a falta de conocer los resultados de las encuestas desarrolladas en los propios autobuses y los 1.500 cuestionarios realizados en los hogares. «En el ámbito ciclista destacan los fallos en las intersecciones de los carriles pero, especialmente, la desconexión de la red de itinerarios ciclistas, una carencia que podría empezar a solucionarse con las ciclocalles y ciclocarriles que propusieron los socialistas», comenta Héctor García, consejero vecino de Imagina Burgos.En cuanto a la red de autobuses, García señalaba que «como viene siendo habitual las cuestiones peor valoradas siguen siendo los horarios, las frecuencias y los itinerarios de los autobuses». A este tenor, García apuntaba que «la revisión de la líneas es un punto crítico de mejora». Entre otras líneas señalaba que «hay muchas que se solapan». Es el caso de aquellas que van «desde el barrio del Pilar o la barriada Yagüe hasta G-3 o el hospital», que «coinciden en numerosas paradas y crean confusión a los ciudadanos». También sumó la baja frecuencia de la línea que recorre el Bulevar, que «es aún más evidente en el periodo universitario».Añadía, además que, «aunque de forma discreta», el estudio recoge «un tema fundamental como es el cuestionable urbanismo que se está desarrollando en algunas de las zonas más recientes de la ciudad», que «resultan poco atractivas para desplazarse a pie y como consecuencia sus residentes deben desplazarse con medios motorizados». Sin embargo, «la baja densidad de población de estas zonas dificulta poner en marcha un servicio de transporte colectivo eficaz y eficiente», comenta el consejero vecino, quien asegura que «estamos ante una forma insostenible de hacer ciudad».