El Correo de Burgos

Burgos se desmarca del auge regional y pierde turistas

Los hosteleros apuntan al calor extremo, la ausencia de promoción y el bloqueo de las infraestructuras como causas principales

Turistas a las puertas de la Catedral, foco principal de atracción de visitas de la capital burgalesa.-SANTI OTERO

Turistas a las puertas de la Catedral, foco principal de atracción de visitas de la capital burgalesa.-SANTI OTERO

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L. B.
Burgos

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La Encuesta de Ocupación Hotelera enfría el entusiasmo de una provincia que hasta hace muy poco celebraba cada nuevo dato vinculado con el turismo. Y es las cifras relacionadas con Burgos que el Instituto Nacional de Estadística constatan un descenso de visitantes y pernoctaciones que, sin embargo, no es general en el conjunto de la región.Así, mientras los viajeros crecían en Castilla y León casi un 0,85%, en la provincia caían un 2,5% respecto al mismo mes del año pasado. Más diferencia se aprecia en la duración de su estancia. Y es que el número de pernoctaciones se ha desplomado en Burgos un 5,6%, al tiempo que crece un 2,3% en la comunidad.Más allá del descenso, que el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería, Luis Mata, considera «leve», lo que preocupa al sector es que la tendencia local se desmarque de la de zonas próximas, en auge. Un ejemplo claro es Valladolid que, sin llegar a las cifras absolutas de Burgos, registraba unos llamativos incrementos tanto en visitantes, con un 8,3% más que en julio de 2016, y pernoctaciones, con una subida próxima al 14%.«¿Qué está pasando? ¿Qué se está haciendo mal?», se pregunta Mata a la luz de tan dispar tendencia. Al portavoz del gremio le sorprende relativamente la situación que dibujan los datos pues es consciente de que «el calor extremo» perjudica a la provincia como destino estival, pues disuade a los peregrinos y empuja a los turistas nacionales a las playas.No obstante, Luis Mata barrunta otras causas que aún pudiendo evitarse, a diferencia de la temperatura, son ignoradas por aquellos con capacidad para hacerlo.En concreto, se refiere a la «ausencia total de promoción», algo que «no es nuevo» y cuyas consecuencias son «evidentes», y al bloqueo de «infraestructuras fundamentales por las que en otras provincias cercanas se ha apostado», subraya, para señalar al AVE o al aeropuerto, sin actividad desde hace años, como «claros ejemplos», además de las carreteras pendientes de mejoras.Así, «cuando te rodean destinos mejor comunicados y ya partes de un volumen bajo de pernoctaciones y precios mínimos poco puedes hacer», reflexiona para señalar que según los cálculos de la Federación de Empresarios de Hostelería de Burgos, en lo que va de verano tanto la ocupación como el coste de las habitaciones han bajado entorno a un 4%.Mata advierte que si bien este es uno de los primeros ámbitos en percibir los efectos de las carencias señaladas no será el único afectado: «Esto es malo para nosotros pero también para el resto del tejido social y económico porque que nuestra situación empeore respecto a la de provincias próximas tendrá consecuencias también para otros sectores importantes, como la industria», explica.De vuelta a la estadística difundida ayer, cabe significar que solo el número de visitantes residentes en el extranjero se escapa del desplome generalizado. De hecho este dato concreto sí bate récord, con 49.905 viajeros, con 618 más que en el mes de julio de hace un año. Hasta ahí sin embargo las buenas noticias porque ni tal hito puede compensar la caída de viajeros nacionales, que pasan de 57.642 en 2016 a los 54.332 de 2017.El saldo total suma 104.237, casi 2.700 turistas menos que un año antes. Más pronunciado es el descenso en las pernoctaciones. Y es que los hoteles de Burgos registraban una rebaja de 8.775 ‘noches’, principalmente de visitantes españoles, que pernoctaron en 7.477 ocasiones menos frente a la ‘pérdida’ de extranjeros, que se limitaba a 1.298. Al respecto, cabe concluir que aunque se acercan más los turistas internacionales han acortado sus estancias este año, movidos quizá por el buen tiempo y la oportunidad de aprovechar destinos playeros próximos.Cancelaciones tras los atentadosPese a los más de 600 kilómetros que separan Burgos de Barcelona, los atentados perpetrados en la Ciudad Condal y Cambrils la semana pasada tuvieron efectos inmediatos en la provincia. «Hubo varias cancelaciones esa misma tarde», reconoce el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería, Luis Mata. De ahí que el portavoz del sector local afirme que «puede que quede ahí si no se repite un suceso como este, pero si vuelve a ocurrir sería catastrófico para el turismo». Añade al respecto que, de hecho, el tirón de los últimos años «ha tenido mucho que ver con la ausencia de terrorismo en el país».

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