La caída del turismo no afecta a la Catedral, que gana visitantes este año

La Catedral es el principal reclamo histórico, artístico y religioso para el turista que se acerca a Burgos desde hace décadas y así lo demuestra este verano en el que la afluencia de visitantes a la ciudad ha sido menor que en otros veranos, al menos para los hosteleros.

Así, pese a los datos publicados por el INE que reflejan un descenso en las pernoctaciones, las visitas a la Catedral se mantuvieron estables en julio con 42.549 entradas vendidas por sólo siete menos en 2016. En agosto, según datos facilitados por el delegado diocesano de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo, el templo ha recibido a 56.000 turistas y se espera que pasen por la seo otros 15.000 hasta fin de mes. En agosto de 2016 visitaron la catedral 63.000 personas.

Estos datos evidencian que el turista, claramente, sigue reservando gran parte del tiempo de su estancia en Burgos para conocer la joya gótica de su Catedral, independientemente del tiempo que vaya a pasar en la capital burgalesa.

En total, el pasado año la basílica alcanzó la cifra de 357.497 visitantes, cerca de 20.000 personas más que en 2015, según informa la Diócesis de Burgos.

Este año el ritmo de visitantes se ha incrementado especialmente durante la primavera y en concreto en el mes de abril en el que se contabilizaron 12.000 turistas más que el año pasado en las mismas fechas. También pasaron por los tornos de la Seo en mayo otros 2.500 visitantes más que en el mismo mes de 2016 y 1.000 más en junio.

Según Álvarez Quevedo, también se han incrementado las visitas con la pulsera turística, que permite la entrada conjunta con un pago único a la Catedral, el Museo del Retablo y las iglesias de San Gil y San Nicolás de Bari.