El Correo de Burgos

Malestar en bares del centro por la súbita reordenación de terrazas

Los hosteleros denuncian que estos cambios «en plena campaña estival destruirán «empleos», mientras que la edil de Licencias defiende la medida en pro de la seguridad y la accesibilidad

Imagen de archivo de las pruebas realizadas por los bomberos para probar la accesibilidad de sus vehículos en zonas de alta densidad de terrazas.-RAÚL G. OCHOA

Imagen de archivo de las pruebas realizadas por los bomberos para probar la accesibilidad de sus vehículos en zonas de alta densidad de terrazas.-RAÚL G. OCHOA

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L. B. / BURGOS
Burgos

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La campaña iniciada este verano por el área de Licencias para «reconsiderar» la ubicación de las terrazas del casco histórico ha desatado el enfado de los hosteleros de la zona. Superada la sorpresa de recibir una carta personalizada en la que se les insta «de manera inmediata» a suprimir o reorganizar mesas exteriores, el enojo surge por considerar que el verano -y aún más uno caluroso como el actual- es el «peor momento» para realizar esta reorganización que, señalan, no se ajusta a ninguna ordenanza general pues hasta la fecha cumplían la todavía en vigor y la nueva aún no ha comenzado a tramitarse.Conocedor del creciente malestar, el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería, Luis Mata, tilda el proceder del Ayuntamiento de «arbitrariedad supina» y augura que los cambios impuestos provocarán la destrucción de varios puestos de trabajo, especialmente aquellos que, aún de manera temporal, refuerzan las plantillas de los establecimientos para atender a los clientes en los veladores. «El perjuicio económico de reducir el número de mesas es evidente», señala Mata y reconoce que algunos de los propietarios afectados, que según sus cálculos superan ya el medio centenar, han optado por presentar alegaciones a las exigencias del Ayuntamiento para «ganar tiempo».El representante del sector considera que a la repercusión en la recaudación de los negocios -con la consiguiente pérdida del valor del establecimiento en una futura venta, por ejemplo- se añade además un elemento de división del gremio al «afectar a cada local de manera diferente y en momentos distintos». Considera Mata que la sensación de que existe un trato desigual entre unos y otros bares va en aumento dando lugar a «un clima de confrontación innecesario». Y es que «no se trata de sancionar incumplimientos de los permisos concedidos, pues son modificaciones basadas en pruebas de accesibilidad que no se han llevado a cabo en otros lugares de la ciudad», añade, tras reconocer que los hosteleros «somos muy conscientes de lo mal diseñada que está la normativa actual, plagada de excepciones que la desvirtúan por completo, y por esa misma razón los primeros interesados en consensuar una nueva».En ella trabaja ya el área de Licencias, remitente de las cartas personalizadas que tantas ampollas están levantando en el sector. La edil responsable, Ana Bernabé, defiende la reorganización que su servicio trata de aplicar no sin dificultad. «Hay mucha resistencia pero consideramos que es el momento de hacerlo para reconducir una ocupación del suelo público que en determinados puntos es invasiva», explica la concejal, para recordar que tras cada modificación existen razones técnicas que la justifican.Cabe recordar en este sentido que la Policía Local se ha encargado de elaborar el informe oportuno sobre zonas con una alta densidad de terrazas. En el caso de la calle Sombrerería constaba que existen problemas de movilidad, mientras que en la plaza del Rey San Fernando se acreditaba un exceso de ocupación motivado por el reciente auge de bares en este espacio. Tales consideraciones han propiciado las intervención de Licencias.Y todo pese a que el permiso de cada establecimiento en cuestión se cumpla -tanto en cantidad de veladores como en disposición de los mismos-, incluso escrupulosamente. A este aspecto al que se aferran no pocos afectados: «La actual ordenanza contempla que el Ayuntamiento tiene la potestad» de retirar elementos siempre que existan causas objetivas que lo aconsejen, asevera para recordar las pruebas que los bomberos han realizado con sus vehículos en calles de acceso especialmente complicado, como la de Sombrerería.Es precisamente esta zona en la que se trabaja en la actualidad para cuidar, de paso, «la imagen de ciudad», algo fundamental para Bernabé habida cuenta del título de Patrimonio Mundial que ostenta el entorno de la Catedral.«Somos conscientes que conciliar todos los intereses -los de hosteleros, turistas y peatones- es complicado, pero debemos intentarlo porque de lo contrario siempre pierden los mismos y el espacio es común», añade Bernabé, para recordar que más allá de «reconsiderar» las terrazas se está estrechando el cerco a los «incumplidores», que no son muchos pero suelen reincidir.De vuelta a las quejas de Luis Mata en nombre del sector, el presidente de los hosteleros critica el proceso de recogida de aportaciones para el texto de la nueva ordenanza. «Aún estamos a la espera de que se nos llame para hablar del tema y lo primero que han hecho es abrir un buzón de sugerencias», lamenta.Bernabé, sin embargo, afirma con rotundidad que se reunirá con la agrupación de profesionales. Será a partir de septiembre, cuando el documento de partida ya esté preparado para someterse a debate y a la revisión de todos los grupos políticos y de las distintas áreas municipales que tengan que emitir un informe al respecto.También en septiembre la propia Federación de Empresarios de Hostelería se reunirá para tratar la situación de las terrazas y, «quizá, crear una subcomisión específica para proponer una solución equilibrada».

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