La venta de solares en la vieja estación dará paso a 342 viviendas

BURGOS

La transformación de la zona es ya evidente. Tras borrar la construcción del bulevar el antiguo trazado ferroviario y, al parecer, superado el parón motivado por la crisis, el entorno de la antigua estación afronta una nueva etapa. La paulatina aparición de grúas en diversos solares de esta parte de la ciudad, a caballo entre el barrio de San Pedro y San Felices y el área de Cellophane, confirma el resurgir del interés de las constructoras e inmobiliarias por dar contenido a parcelas que sumaban años desiertas.

El número ventas aprobadas por el Consorcio de la Variante Ferroviaria, titular de los terrenos, confirma la tendencia. En concreto, en lo que va de año, desde enero hasta septiembre, el importe de las transacciones aprobadas -ya abonadas o comprometidas- alcanza los 25,6 millones de euros.

De tal actividad se daba cuenta ayer en la última reunión del consejo rector del ente en cuestión, donde se precisó que en total se han adquirido 47.462 metros cuadrados de terreno liberado por la variante ferroviaria, que darán cabida a 342 viviendas, según indicó al término de la reunión el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda.

A este parque de viviendas habrá que sumar otras 45 en breve, las contempladas en otras dos parcelas por las que ya se ha recibido alguna oferta. Una de ellas incluso tiene más de un pretendiente, un escenario inédito hasta el momento. El primero, la Caja Promotora de Viviendas Ribereñas, se compromete a abonar 890.000 euros por el solar. A esta propuesta se sumaba in extremis (mediante un sobre con la puja entregado al propio Foronda minutos antes del inicio de la reunión) la de Serprocol, por un importe de 960.000 euros.

Tal ‘disputa’ se dirimirá en los próximos días pues los integrantes del consejo rector, por mayoría, decidían abrir un nuevo plazo de dos semanas para que los interesados «bien ratifiquen sus ofertas, bien las incrementen», explicó Foronda, para señalar que esta situación -«que bienvenida sea, pues evidencia el interés por comprar»- obliga al Consorcio del Desvío a plantearse la necesidad de regular el procedimiento para recibir propuestas.

Así, la idea es anunciar con suficiente antelación la fecha de cada reunión del consejo rector, órgano que da luz verde a las transacciones, fijando un periodo previo máximo para presentar ofertas.

A la espera de resolver quién se encargará de construir las 19 viviendas que ocuparán la cotizada parcela, Serprocol manifestaba su interés por otra en la misma zona, el entorno de la antigua estación, para otras 26, por un importe de 1,3 millones que se abonarán en dos pagos, uno inicial de 39.030 euros más IVA y el resto, a los doce meses.

De formalizarse ambas operaciones elevarían los ingresos estimados por ventas del Consorcio del Desvío a 28 millones lo que, a juicio del concejal de Hacienda, demuestra sobradamente «la viabilidad» de este organismo.

«Era lo que se pretendía y lo que se ha logrado con la refinanciación» de la deuda, aseveró Foronda, más que satisfecho con los resultados cosechados en el presente ejercicio. Recientemente se materializaba además el ingreso de 5,5 millones por parte de Mercadona, que de esta manera adquiere el suelo en el que se levanta su tienda, que hasta la fecha tenía alquilado, y de 1,573 millones por parte del Grupo Vitalia, que proyecta construir una residencia de ancianos en la zona.

La reunión también sirvió para repasar la situación económica de este organismo hasta abril de 2017, mes en el que se había abonado la parte de la deuda señalada por el nuevo convenio rubricado en diciembre del año pasado. En concreto se pagaban 4,26 millones, de los que 201.000 eran intereses, quedando pendiente en abril 162,4. La liquidez del consorcio asciende a 12,7 millones. Las cuentas se aprobaron con el apoyo de todos los presentes salvo el representante de Imagina Burgos, que votó en contra.

Preguntado por el destino de los casi 28 millones que, previsiblemente, ingresará el consorcio entre los ejercicios de 2017 y 2018, Foronda rechazó que se vayan a emplear en amortizar más deuda de la prevista pues, recordó, existe un plan de ventas «que hay que cumplir» y que determina que «una parte de ese dinero debe reservarse para en el plazo estipulado invertirla en el desarrollo urbanístico de la siguiente fase». Aunque faltan años para acometer estos trabajos, el concejal auguró que, probablemente, la zona elegida sea la más próxima a la nueva estación de ferrocarril.