El Correo de Burgos

Campofrío mantiene el 40% de los contratos de verano

a planta estará «a final de año a plena capacidad» para iniciar 2018 «con todos los procesos en marcha»

Imagen de la entrada de la fábrica de Campofrío en Burgos.-Raúl Ochoa

Imagen de la entrada de la fábrica de Campofrío en Burgos.-Raúl Ochoa

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MARTA CASADO
Burgos

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La Nueva Bureba avanza en la puesta en marcha de las tres fábricas que la compañía tiene en las instalaciones del polígono Burgos-Este. «En septiembre de 2015 estábamos a cota cero, un año después ya existía prácticamente una fábrica y hemos llevado a cabo un arranque simultáneo de tres fábricas (cocidos, curados y loncheados) con todo lo que supone en relación a personas, instalaciones, equipos y sistemas de gestión», señalan desde la compañía cárnica.

Y aunque se espera estar a pleno rendimiento a finales del año pasado «estamos al nivel de antes del incendio», reconoce el delegado de CCOO en el área de industria, Vicente Ramón Marijuan. En este periodo la planta no sólo terminó en el mes de mayo por asignar labores a los 623 trabajadores afectados por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) al que se vieron abocados tras el incendio sino que se contrataron en verano 170 personas más. De estos contratos eventuales se mantienen en la factoría, que ha recuperado los tres turnos, el 40% de las personas que entraron en la fábrica en verano. Un total de 70 personas aunque como eventuales.

El objetivo del sindicato es «plantear a la empresa volverá la contratación indefinida con las 11 jubilaciones parciales que se plantean para este año y con las 33 que llegarán el año que viene», destaca Marijuan. En la actualidad la plantilla «mantenemos el objetivo fijado para este momento» destaca. Por su parte la compañía se muestra satisfecha. «Nuestro volumen de fabricación ha alcanzado cuotas relevantes» y reconocen que «crecen semana a semana».

La adaptación tecnológica a una fábrica completamente nueva ha supuesto un esfuerzo en formación de la plantilla. «La adaptación empezó con algún problema pero bien, a día de hoy bien, nos hemos adaptado perfectamente», refleja Marijuan. En la compañía también están satisfechos con los ratios de actividad alcanzados que, según los sindicatos, están cumpliendo objetivos y la actividad es similar a antes del incendio.

Pero eso no implica alcanzar el 100% de unas instalaciones completamente nuevas y preparadas para casi duplicar la producción de las anteriores. La antigua fábrica tenía capacidad para producir 60.000 toneladas de productos cárnicos y la actual se plantea con capacidad para producir 101.400 toneladas al año. El objetivo es que «a finales de año esté a plena capacidad, trabajando con normalidad y abordando el año 2018 con todos los procesos en marcha» señalan desde Campofrío.

Casi tres años

Poco después de las siete de la mañana del 16 de noviembre de 2014 las llamas empezaron a propagarse con rapidez por la fábrica de Campofrío situada en el Polígono de Gamonal-Villímar, hoy Burgos-Este. En cuestión de horas las paredes de metal se doblaban y durante once días el fuego estuvo latente sembrando la duda en los trabajadores de la planta de cocidos y loncheados y la cercana de jamones curados. Los segundos volvieron en unos días a su puesto de trabajo. El resto se sometieron a recolocaciones y fueron rotando en un ERTE que se propagó durante dos años.

El compromiso días después del presidente de la compañía Pedro Ballvé, de volver a resurgir en el mismo lugar y mantener su actividad en Burgos se vio cumplido meses después en la presentación del proyecto Ave Fénix que en septiembre se transformó en una realidad con un emotivo acto de instalación de la primera piedra, realizada con las cenizas de la vieja fábrica. Desde entonces empezó el trabajo contrarreloj para poder reiniciar el trabajo antes de que se perdieran las compensaciones del paro e ingresos del ERTE, dos años. La incorporación se produjo aunque de forma paulatina. Estableciendo calendarios de libranzas, formación y puestos de trabajo. La actividad ya ha vuelto a la normalidad de antes de las llamas. Ahora toca crecer hasta alcanzar el 100%.

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