El gasto en prestaciones por paro cae a la mitad en 7 años

El desempleo galopante de los últimos años ha empezado a adelgazarse pero las prestaciones por desempleo han tenido una dieta más estricta. Mientras el número e parados ha caído en un 18% en los últimos siete años el gasto público en el pago de prestaciones y subsidios se ha adelgazado en un 48%. Según los datos del Servicio Publico de Empleo (SEPE), en octubre de 2017 se registraron 20.367 desempleados lo que supone reducir considerablemente la cifra frente al peor año de la crisis en la provincia, 2010. Entonces las oficinas de empleo registraron 24.943 desempleados. En este periodo la reducción de las prestaciones sociales a los parados se sitúan, a datos de octubre de este año, en 8,5 millones en la provincia. La cifra es prácticamente la mitad que el gasto en estas partidas que se registraba en 2010 con 16,4 millones de euros en la provincia.

En este tiempo también ha caído la cantidad media que perciben los beneficiarios de alguna de las ayudas por desempleo establecidas. De esta manera el pago está en una media de 821 euros mientras que en 2010 estaba en 881 euros al mes. Lejos están ambas cifras de la prestación media de 2007 que ascendía a 1.030 euros.

Lo ingresos caen en el pago medio por ello el número de beneficiarios baja aunque no tanto. De esta manera 9.292 burgaleses tenían reconocida alguna ayuda por desempleo (prestación contributiva, subsidio, renta activa de inserción y programa de activación de empleo). En el mismo mes de hace siete años se alcanzó el máximo de 15.872 beneficiarios.

El tipo de prestación que más ha caído en este periodo es la prestación contributiva, el paro que se genera tras años de trabajo y que tiene la mayor cuota de percepción (un mínimo de 501 euros al mes a un máximo de 1.400 euros con más de dos hijos). Esta prestación pública, con un máximo de dos años (un mes por cada dos años trabajados, la perciben 4.416 personas. En 2010 tenían esta cobertura 9.177 desempleados aunque el año con un mayor número de beneficiarios fue 2009 con 9.602 personas que percibían esta ayuda.

La cronificación del desempleo queda marcada en las prestaciones que siguen a la contributiva, especialmente en las destinadas a parados de larga duración. De esta manera ha bajado el subsidio, el paso intermedio entre la prestación contributiva y las rentas de inserción o el programa de activación del empleo. Están activos 3.852 beneficiarios cuando en 2010 ascendían a 6.105. También cae el gasto público destinado a esta medida que este año se cerró en poco más de dos millones de euros mientras que en 2010 superaba los tres millones. Pero lo que más ha crecido en beneficiarios, pero también en prestaciones, son las ayudas para parados de larga duración. La Renta de Inserción tiene, según el último dato publicado, 871 beneficiarios en Burgos. En el mismo mes de 2010 tenían reconocido este derecho 590 burgaleses. La inversión ha pasado de 257.000 euros al inicio de la década a 367.000 en octubre de este año.

El incremento interanual también se registra en el programa de activación del empleo. El cambio decretado en mayo ha permitido que los beneficiarios pasen de 81 personas en octubre de 2016 a 153 un año después. También se ha doblado el presupuesto destinado de 36.000 euros a 65.000 este año.

Tramitación más ágil

Sorprende que con la contención del gasto en personal, los funcionarios que gestionan las partidas por desempleo han agilizado su tramitación. De esta manera en 2007, cuando se generaban 1.914 altas en algún tipo de prestación en la provincia, tardaban una media de cinco días en resolver el procedimiento administrativo. En 2010 los plazos se redujeron a dos días. En 2017 la tramitación se lleva a cabo de forma casi automática con 0,8 días de duración del proceso entre la presentación e la solicitud y el alta de los beneficiarios.