Mucho más que prehistoria

En el año 1996 Atapuerca ya era conocido en todo el país. Pero se asociaba exclusivamente a los yacimientos que habían sorprendido a todos con tres cráneos casi completos en el año 1992 y una nueva especie en el 94. El trabajo científico había despegado y empezaba a despertar con fuerza la difusión del proyecto. Pocos más allá de las fronteras de Burgos sabían que Atapuerca también era el nombre de un pueblo de poco más de 200 habitantes con muchas otras historias que contar.

Orgullosos de atesorar el pasado más remoto de los europeos, unos cuantos vecinos pusieron en marcha en el año 1996 la Asociación Amigos de Atapuerca con el objetivo de dinamizar el entorno. Fue la herramienta ideal para empezar a desarrollar con más ambición la Batalla de Atapuerca que se había representado por primera vez ese verano. «Vimos que tenía éxito y que había favorecido la unión de todo el pueblo y pensamos que la mejor forma de gestionarlo era con una asociación», explica la presidenta de la agrupación, Isabel Torrientes.

Lo que empezó como un juego con 22 actores, unos palos y telas de colores se ha convertido en una recreación histórica que moviliza a 200 personas con una infraestructura, trajes y escenarios impensables hace 21 años. Este año ese esfuerzo se vio recompensado con la declaración de Interés Regional del evento. «La declaración fue un reconocimiento para el esfuerzo de muchos durante mucho tiempo porque la Batalla la hacemos gracias a los voluntarios, entre nosotros hemos hecho los diálogos, hemos buscado las localizaciones, los trajes, la infraestructura... Fue una gran alegría lograrlo por el esfuerzo de todos», señala Torrientes.

Hoy la cita permite «mostrar un importante evento de la historia que marcó el devenir de Castilla. Un evento que congrega a miles de personas en las laderas de la iglesia de San Martín y que ha pasado de celebrarse un día a llenar de actividad todo un fin de semana con un desfile de tropas, un mercado medieval o conciertos en el pueblo.

La Asociación ya trabaja en confeccionar la Batalla de Atapuerca de 2018. Un año de ser declarada Fiesta de Interés Regional y aunque la mira está puesta en el título nacional aún hay que esperar cinco años para la solicitud. Entre los proyectos de futuro pasan por vincular a proyectos sociales el evento «pensamos en varias cosas, una de ellas es vincular al empleo este evento». También pasan por mirar a las subvenciones europeas para seguir creciendo. La realidad es que la difusión se ha disparado en estos 20 años más allá del fin de semana de agosto en el que se celebra en un evento en el que hay muchos kilates de trabajo voluntario y 10.000 euros de presupuesto.

Pero la Asociación de Amigos de Atapuerca trata de revitalizar el pueblo durante todo el año. Orgullos de su pasado prehistórico y medieval también miran a la naturaleza que les envuelve, a la ruta mítica del Camino de Santiago y colaboran en aquellos eventos vinculados al pueblo como el Cross de Atapuerca o la Ruta a Pie a los Yacimientos para celebrar la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Organizan también la Semana Cultural en verano, actividades en los carnavales, talleres, charlas y conferencias.

«Todas las actividades son gratuitas y abiertas a todos aunque no sean vecinos de Atapuerca. Tratamos de crear recursos turísticos y trabajar para tener opciones de ocio y actividades para el pueblo pero también para que vengan a visitarnos», explica Torrientes. Algo que han logrado con creces.