La oposición frena las cuentas por el desfase en los ingresos

El informe de Tesorería advirtiendo de que varias partidas del capítulo de ingresos del proyecto de presupuesto municipal para 2018 no se ajustan a las previsiones en materia tributaria que se encarga de elaborar este órgano causó estragos en la comisión de Hacienda que se celebró ayer.

Finalmente, no se llevó a cabo la votación del presupuesto elaborado por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento. Este punto del orden del día se quedó sobre la mesa a petición del grupo municipal socialista que contó con el apoyo del resto de formaciones de la oposición, Imagina y Ciudadanos.El titular del área de Hacienda, Salvador de Foronda, restó importancia al informe emitido este lunes por el Órgano de Gestión Tributaria y de Tesorería (OGTT), enviado a los miembros de la comisión municipal en vísperas de la votación de las cuentas para 2018. En esa documentación, la tesorera indica que en la previsión de ingresos, hay al menos una decena de partidas -solo en materia tributaria- que recogen unas cantidades superiores a la previsión de ingresos que ha realizado, con fecha 30 de octubre, el OGTT. Así, suman 108,3 millones de euros los principales impuestos en la previsión que realiza Intervención, mientras que Tesorería había calculado 93,3. Son casi 15 millones de euros de diferencia que podrían descuadrar la previsión de gastos municipales.De Foronda señalaba que la previsión de ingresos es un documento político que elabora el concejal de Hacienda con el alcalde y asegura que lleva siete años realizando presupuestos municipales «basados en el equilibrio». Añade que en el mes de junio cuando se trabaja sobre las cifras de ingresos no se conoce cómo va la ejecución presupuestaria y «nosotros somos los que arriesgamos de cara al futuro». Según dijo, «en ninguno de los presupuestos ha coincidido lo que ha dicho Tesorería y con lo que ha dicho Intervención con lo que ha dicho este concejal». En su opinión, no tiene «ninguna» relevancia el informe de Tesorería y añade que todas las secciones municipales hacen sus previsiones y peticiones y, por tanto, «el presupuesto acaba pareciendo una carta a los Reyes Magos».Para el concejal socialista Antonio Fernández Santos es un «escándalo» que las desavenencias entre Intervención yTesorería acaben con cifras tan diferentes en la previsión de ingresos. Por tanto, a su juicio, no se podía votar ayer el presupuesto en Hacienda y, por ello, tomó la iniciativa de pedir que se quedara sobre la mesa para aclarar cuáles van a ser los ingresos municipales para 2018. En opinión de Fernández Santos, la argumentación de De Foronda de que el capítulo de ingresos es un documento político es «ridícula» ya que-añade- son datos económicos que tienen que tener una base objetiva.Por su parte, el portavoz del grupo municipal de Imagina Burgos, Raúl Salinero, exigió la retirada inmediata del proyecto de presupuestos generales de 2018 y la dimisión del concejal de Hacienda, Salvador de Foronda. «El ciclo De Foronda ha implicado una situación más precaria para el Ayuntamiento de Burgos, es el concejal que más ha incumplido la legalidad porque somos el Consistorio más endeudado de la región y porque de seis años como concejal, el Ayuntamiento ha estado intervenido cinco».Apuntó que el informe de la tesorera es «claro» al señalar que «el proyecto de presupuestos ni se ajusta a la realidad ni a la legalidad». Una circunstancia a la que el edil sumó «la falsa previsión de ingresos por venta de suelo que se viene arrastrando desde hace seis años» y es que «aunque De Foronda plantea unos ingresos de 4,4 millones de euros en 2018, en estos últimos años ha venido ingresando dos millones anuales, y lo mismo ocurrirá en 2018, por lo que en estas cuentas habría un desfase de 15 millones de euros».La Comisión de Hacienda se prolongó durante más de dos horas ya que el concejal titular del área consideraba que no se podía votar la propuesta socialista de dejarlo sobre la mesa. El secretario municipal informó de que debía ser así y, según explica Fernández Santos, Foronda acabó abandonando la reunión al ver que todos los grupos de la oposición eran favorables a dejar el presupuesto sobre la mesa. A pesar de este resultado todo indica que las cuentas se van a llevar al Pleno municipal de este próximo viernes ya que así aparece en el orden del día enviado en la tarde de ayer a los medios de comunicación.La portavoz de Ciudadanos, Gloria Bañeres, aseguraba que «es alarmante que se estén inflando los ingresos, se trata de una cuantía nada desdeñable» y apuntaba que «los ingresos siempre deben ser prudentes y acercarse lo máximo a la realidad». Añadió a esta circunstancia que los grupos recibieron el texto completo del proyecto de presupuesto «la semana pasada cuando se aprobó en Junta de Gobierno el 24 de noviembre» y que «algunas fichas de inversiones recoge expresamente a qué van destinadas y en otras no aparece nada».Una lista de «irregularidades administrativas» a las que Bañeres suma una más y es que, después de que la oposición acordara ‘dejar sobre la mesa’ las cuentas, «si se lleva como punto del orden del día al Pleno el viernes, el equipo de Gobierno estará incurriendo en una irregularidad más». Fernández Santos tiene claro que si el alcalde pretende someter las cuentas a votación el grupo socialista volverá a pedir en el Pleno que este punto se deje sobre la mesa. Si se vuelve a votar no debatirlo todo indica que se repetirá el resultado de la Comisión de Hacienda.Esta polémica entre Intervención y Tesorería llega en el momento final de la tramitación de las cuentas cuando todo apuntaba a que el presupuesto iba a ser rechazado en el Pleno del viernes. Los grupos de la oposición habían votado en contra del presupuesto en las reuniones celebradas hasta ahora de los servicios municipalizados y organismos autónomos (con excepción de la Sociedad de Promoción). De hecho, De Foronda ayer comentaba la posibilidad de trabajar en 2018 con el presupuesto prorrogado de 2017, en el caso de que en el Pleno se cierre el capítulo con un rechazo mayoritario de la oposición, y señaló que se prevé un año de numerosas negociaciones con el resto de grupos para realizar modificaciones de las cuentas que permitan sacar adelante las licitaciones de contratos y de nuevas inversiones.