El Correo de Burgos

TRIBUNALES

La Fiscalía pide 25 años de cárcel para el asesino de Yolanda Pascual

Solicita la pena máxima por el agravante de ensañamiento al asestarla 47 puñaladas

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M. R. / Burgos
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La Fiscalía Provincial de Burgos tiene claro que Iñaki González, el asesino confeso de la periodista de El Mundo-El Correo de Burgos Yolanda Pascual, a la que mató a cuchilladas cuando regresa por la noche de su trabajo el 3 de noviembre de 2016, se ensañó con su victima cuando salía de su coche del garaje subterráneo de su vivienda. Y lo justifica en las más de 40 cuchilladas que le asestó, en concreto 47, tal y como se recogía en el informe forense.

Por ello, en el escrito de calificación de la Fiscalía se solicita para Iñaki González la mayor pena posible para este tipo de delitos, una pena de 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, con los agravantes de ensañamiento y parentesco, así como el atenuante de confesión. Por su parte, la asociación ‘Clara Campoamor’, que se presentó en la causa como acusación popular ha solicitado una pena de prisión de 20 años.

En el escrito de calificaciones de la Fiscalía se recoge el relato de lo que sucedió aquella noche del 3 de noviembre, en la que Iñaki González tenía muy claro que aquel día iba a acabar con la vida de Yolanda, la víspera de un nuevo encuentro en los juzgados relacionado con las visitas de la hija que ambos tenían en común.La relación entre ambos se había roto hace cuatro años y el único contacto que mantenían era el relacionado con la hija, que entonces tenía 17 años.

La premeditación con la que actuó el asesino de Yolanda se destaca en el escrito de la Fiscalía, que señala que el acusado estuvo horas antes merodeando por la zona donde vivía Yolanda, en el parque Europa. Lo hizo así porque era consciente y conocía a la perfección los horarios de Yolanda en el periódico, que siempre abandonaba a última hora de la noche, entre las 23.00 y las 00.00 horas.

Esa noche, en torno a las 23.30 horas, la periodista de El Mundo-El Correo de Burgos llegó al garaje comunitario de su vivienda en Parque Europa. Precisamente esa jornada había solicitado un permiso porque al día siguiente tenía una cita en los juzgados con el poco después resultaría ser asesino. El encuentro en los juzgados estaba relacionado con unos cambios en los derechos de visita a la hija que tenían en común. Esta, que en ese momento era menor, quería modificar ese régimen de visitas. Un cambio que quería hacer cuando estaba afrontando el último año en el instituto y el próximo curso tenía previsto comenzar a estudiar en la Universidad fuera de Burgos. Aunque la pareja llevaba separada cerca de cuatro años, la presión psicológica que Iñaki González ejercía sobre Yolanda y su hija era cada vez mayor, a causa de sus problemas con el juego y la bebida.

El agresor ya la estaba esperando dentro. Previamente, había estado por el entorno, y alrededor de las 22.30 entró en un bar cercano, Los Pinares, para tomar algo. Esa espera la aprovechó para poder acceder al interior del garaje donde aparcaba cada día su vehículo Yolanda. Todos esos detalles dejan de relieve, para la Fiscalía, que había decidido previamente matar a su expareja.

Su oportunidad llegó cuando vio que una vecina de la comunidad accedió al garaje. En ese momento, aprovechó para colarse en el aparcamiento con el objetivo de esperar a que llegara la víctima, consciente de que no tardaría mucho tiempo en llegar a su plaza de aparcamiento.

En torno a las 23.30 horas, según se recoge en el escrito de calificación de la Fiscalía, Yolanda accedió al garaje con su vehículo, un Kia de color blanco. Iñaki se abalanzó sobre Yolanda cuando salió de su vehículo y, sin mediar palabra y sin que hubiera una discusión previa, sacó un cuchillo con una hoja de 20 centímetros y comenzó a asestarla puñaladas en la parte delantera del tronco. Yolanda no tuvo escapatoria posible, ya que el agresor se interponía entre ella, su vehículo y la pared.

A continuación continuó con una segunda acometida, más virulenta, en la que una de ellas le alcanzó el pulmón. A pesar de que Yolanda había caído ya suelo tras estos dos ataques, el asesino continuó acuchillándola, provocándole heridas en las piernas. El agresor, antes de abandonar el lugar, cogió unas llaves del bolso de Yolanda para salir del garaje. Una vecina que había accedido al garaje había oído los gritos de auxilio de la víctima y vio al agresor para, a continuación, salir corriendo del lugar.

La zona por la que salió el agresor sí tienen cámaras, que captaron su salida. No obstante, ya había agentes de Policía Nacional y Policía Local en el lugar porque ya habían recibido el aviso de la mujer que había visto la agresión en el garaje. Cuando fue interceptado por los agentes, confesó con toda frialdad lo que acaba de hacer porque «no aguantaba más».

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