LABORAL
La huelga paraliza la actividad en Bridgestone
La plantilla secunda el primer paro y para la empresa «no tiene sentido»
Imagen de la entrada de la fábrica ayer por la mañana.-ICAL
El primer día de huelga de los siete que han convocado los sindicatos UGT y BUB, y secundada por LAB, ELA y SITB-USO, en todas las plantas de Bridgestone contra el convenio de eficacia reducida suscrito con CCOO ha tenido un seguimiento masivo, según los convocantes. Y más reducido, según los datos que maneja la empresa.
Los paros comenzaron en la planta de Burgos, así como en dos del País Vasco, y en la Torrelavega (Cantabria), comenzaron con el primer turno de la jornada. Según los datos facilitados por sindicatos convocantes, el seguimiento de esta primera jornada ha sido del 95% en las plantas del País Vasco, del 100% enTorrelavega y del 97% en Burgos.
La dirección de la empresa, por su parte, señalaba que el seguimiento del paro ha sido«desigual». Según sus datos, en Burgos el 60% de la plantilla secundó la huelga, mientras que en el País Vasco fue del 38% y del 15%, y enTorrelavega fue del 63%. Los sindicatos convocantes reclaman un convenio de eficacia general. El principal escollo está en las subidas salariales.
La empresa recuerda que hay un acuerdo de eficacia limitada suscrito con CCOO al que está adherido el 56% de la plantilla, por lo que señala que la convocatoria de huelga «no tiene sentido y es perjudicial para los intereses de los trabajadores y de la empresa». Y añade que hay una reunión prevista para el próximo 16 de febrero a las que «se les emplazó». Sin embargo, los sindicatos que secundan la huelga consideran que si la empresa no quiere negociar la subida salarial no hay motivos para volver a sentarse a la mesa, motivo por el que han reactivado una convocatoria de paros que estaban programados para los días 29 de enero al 4 de febrero.
Acuerdo
La ocasión la pintaban calva. La huelga de Bridgestone se desarrollaba con notable éxito y normalidad al tiempo que los máximos responsables de UGT y CCOO en Burgos, Pablo Dionisio Fraile y Ángel Citores, respectivamente, comparecían para hablar del paro general del 8M. La pregunta por el que, convocado por UGT y BUB detenía en esos momentos la producción de la factoría de neumáticos era, pues, inevitable.
Ambos respondieron sin dudar y coincidieron en manifestar su confianza en alcanzar un acuerdo «por el bien de los trabajadores de una de las mayores empresas de la provincia». También los dos abogaron por la «unidad de acción» como estrategia recomendable. Eso sí, desde el respeto a las decisiones de las secciones sindicales que protagonizan la negociación. «Son soberanas y los pasos que den en las negociaciones cuentan siempre con apoyo» de la agrupación, señalaba Citores, para reconocer que, obviamente «existen discrepancias» pues desde CCOO, que se desmarcaba de la huelga, «mantenemos que los convenios de acción limitada no son buenos para nadie».
Fraile, por su parte, sin querer entrar al igual que su homólogo en los detalles del seguimiento de la convocatoria, sí abogó por interpretar la movilización con una llamada a los sindicatos «para que nos pongamos de acuerdo».