Calorías para revitalizar el sello gastronómico de la Unesco

Torrija de pan brioche con azúcar y canela, con una crema de fruta de la pasión o con mermelada de Ribera del Duero. O la torrija que se toma en vaso, deconstruida con crema inglesia en la base, brioche y crema de fruta de la pasión. Estas son algunas de las propuestas que el repostero Fidel López (Juarreño) presentó en el taller organizado por Promueve Burgos dentro de la campaña de tapa dulce de Semana Santa donde quiere recuperar y actualizar este tradicional postre castellano.

En el taller, abierto para hosteleros, también participaron los cocineros de El Mesón del Cid, la ganadora del concurso a la mejor torrija de España el año pasado, Vanesa López, y la fórmula tradicional de toda la vida que expusieron las Abuelas de Gamonal. El objetivo es promover diferentes formas y fórmulas de realizar un producto tradicional y que pueda convertirse en tapa dulce y servirse con algún licor como el anís.

Es el primer acto con el que se pretende recuperar y potenciar el sello de Ciudad Creativa de la Gastronomía concedido por la Unesco. «No es la actividad más relevante que hemos diseñado para impulsar el sello gastronómico pero sí la primera», señaló la concejal de Turismo, Carolina Blasco.

La actividad se engloba dentro del proyecto Motores Humanos que forman parte del grueso del proyecto que pareció aparcado desde 2016, última edición del Devora que estaba incluido en este sello. «Es un sello que tenemos que cuidar, tenemos que conservar y entre las actividades queremos dar a conocer una receta gastronómica tradicional, histórica que se elabora con productos locales», explicó la responsable de Turismo de la Sociedad de Promoción y Desarrollo de Burgos, Raquel Puente.