Un reconocimiento a «la tenacidad y la constancia» de las pymes

La Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) y CajaViva Caja Rural entregaron ayer sus Premios FAE y CajaViva para Pymes y Autónomos. Tetra 5 Construcciones y Castilla Maquinaria y Vehículos (Maquive) fueron reconocidas en la categoría de Trayectoria Empresarial, mientras que la empresa Piedras Naturales de Castilla (Pinacas) se hizo con el galardón en la categoría Pyme. Esta es la quinta convocatoria de unos premios que tienen como objetivo distinguir e incentivar el compromiso con la sociedad de las pequeñas empresas y los empresarios autónomos, así como su aportación a la creación de riqueza y al progreso de la provincia.«Queremos reconocer la trayectoria, la constancia y, sobre todo, la tenacidad de las pequeñas empresas, que son el tejido empresarial más importante de Burgos», apuntó Miguel Ángel Benavente, presidente de FAE, quien criticó que «a pesar de eso, se las aplica la normativa como si fueran multinacionales». Esta quinta edición «es muy especial para FAE, precisamente porque se reconoce a esa pequeña empresa que día a día sigue trabajando y porque coincide con nuestro cuarenta aniversario».Por su parte, el presidente de CajaViva Caja Rural, Pedro García Romera, recordaba que «la vocación de la entidad es apoyar a estas pequeñas y medianas empresas, que constituyen la gran empresa de España y con las que compartimos muchos principios filosóficos».La creación de Tetra 5 Construcciones se remonta al año 1988. La firma familiar actualmente está dirigida por la segunda generación y cuenta en su plantilla con un equipo de 18 trabajadores y ha logrado despuntar durante la última crisis del sector al que pertenece como una de las firmas de construcción que más ha crecido. En este sentido, el gerente de la firma, Israel Gutiérrez, apuntaba que «la crisis afectó a todos los sectores, pero muy especialmente al de la construcción. Todo lo que hacíamos hasta ese momento que era la construcción y promoción de vivienda, tuvimos que dejarlo y reinventarnos en otros sectores como en las comunidades de propietarios, locales comerciales o clientes particulares».Añadió que «tras coger oxígeno y entrando en otros sectores como la industria hemos logrado volver a nuestros orígenes. Este premio nos hace mucha ilusión, especialmente por quienes trabajan con nosotros, personas muy implicadas que han tirado de la empresa como si fuera suya, y por mi padre, que es quien empezó con todo esto».En la misma categoría, ambas entidades premiaron a Castilla Maquinaria y Vehículos SA. Perteneciente al sector de la compra venta y reparación de camiones, fue fundada en 2006. Cuenta con una plantilla de 18 trabajadores y pese a haber sufrido un grave incendio en sus instalaciones en el año 2016, la firma ha continuado despuntando como referente burgalés de su sector. «Este premio es más que un galardón individual sino que es un reconocimiento a un trayectoria y por lo tanto a una empresa, a muchos años de trabajo y, sobre todo, como pequeña empresa nos anima a seguir peleando», apuntó Leopoldo Cuadrado, gerente de la firma, quien recordó que «las pequeñas empresa somos un porcentaje muy importante en cuanto a la creación de empleo y de riqueza en la provincia».En la categoría Pyme, FAE y CajaViva reconocieron la trayectoria de Pinacas, empresa dedicada a la extracción, corte y elaboración de piedra natural. Fue fundada en 1995 en Quintanar de la Sierra por los hermanos Martín y Enrique Para Benito y desde entonces no ha dejado de crecer logrando exportar el producto endógeno de la piedra burgalesa a los cinco continente. Actualmente la cuarta generación familiar sigue dedicada a la cantería.«Nos hace mucha ilusión este reconocimiento y significa una inyección de ánimo para seguir trabajando y crear más empleo y riqueza», explicó su gerente, Martín Para, quien recordaba que «lo hemos pasado muy mal desde la crisis de 2008». Una crisis que «en este sector no ha cesado y que nos ha obligado a ‘cambiar el chip’, cambiando sistemas y empezando a exportar». Para el gerente de Pinacas, este premio «es un reconocimiento a un vida entera trabajando, a la profesión de cantero que empezó nuestro abuelo en 1902 y que ahora continúan nuestros hijos, que han cogido el timón de la empresa».