ECONOMÍA
Ibercaja fija su plan estratégico en ganar clientes con calidad de servicio
En tres años, la entidad persigue alcanzar 320.000 nuevos usuarios, 15.000 en banca personal
El presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre Loaso, y el consejero delegado, Víctor Iglesias Ruiz.-ECB
«Ser el banco con los clientes más satisfechos, cubriendo sus necesidades de forma eficaz, y crecer de manera rentable y sostenible» son los objetivos que Ibercaja quiere conseguir con su nuevo Plan+ 2020, cuyas líneas estratégicas para los próximos tres años se presentaron en la convención que hoy se celebró en el Palacio de Congresos de Zaragoza y a la que asistieron sus 1.500 directivos.
Así lo trasladaron en la rueda de prensa previa a este evento el presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre Loaso, y el consejero delegado, Víctor Iglesias Ruiz, quienes ofrecieron las claves para esta nueva etapa, tras concluir un ciclo en el que «se han sentado las bases del cambio y de la aceleración de la mejora para el próximo ciclo».
Aguirre puso en valor las fortalezas que han hecho de Ibercaja «una sólida identidad» y sobre las que está construyendo su proyecto de futuro: «Mantener una visión de largo plazo en la gestión, con la preservación de la solvencia como objetivo irrenunciable, considerar al cliente siempre en el centro de nuestra estrategia y configurar una forma de hacer banca honesta, transparente y responsable». El consejero delegado, Iglesias Ruiz, manifestó que se inicia una nueva etapa cuyo reto es convertirse «en el mejor banco del país en términos de tener los clientes más satisfechos y ser los más eficaces
comercialmente». Iglesias presentó las líneas de trabajo que se van a poner en marcha para lograrlo e hizo balance del Plan Estratégico concluido en 2017 con el que, según dijo, han «conseguido obtener solvencia y crecimiento rentable y hemos iniciado la transformación de nuestro negocio».
Al acto celebrado ayer asistieron el equipo directivo y todos los directores de oficinas, jefes y responsables de los Servicios Centrales y de las direcciones territoriales de Aragón, Rioja-Burgos-Guadalajara, Extremadura y Sur, Madrid y Noroeste y Arco Mediterráneo. José Luis Aguirre, que por primera vez intervino en la Convención como presidente, manifestó su confianza en el cumplimiento de los retos planteados con el nuevo Plan, que será «la mejor garantía de la independencia para el proyecto de Ibercaja ya que, dentro de tres años, se habrá convertido en un banco más competitivo, robusto y rentable», dijo. «Estamos preparados para acometer el proceso de salida a bolsa». Sin embargo, Aguirre estimó que la consolidación de la reactivación económica y la normalización del marco de tipos de interés incrementarán los beneficios anuales y potenciales de las entidades. «Existe todavía recorrido de recuperación para las valoraciones del sector en España y no tenemos ninguna urgencia por acelerar el proceso», mantuvo.
Víctor Iglesias explicó las principales metas que el banco quiere conseguir en los próximos años, entre las que figuran que en 2020 Ibercaja el número de clientes particulares y empresas vinculados esté creciendo a ritmos anuales de 50.000 y 9.000 respectivamente, duplicando así el crecimiento obtenido en el año 2017. En estos tres años se marcan como objetivo captar 320.000 nuevos clientes, de los cuales 15.000 serán banca personal y privada, un 15% superior que en el ciclo estratégico anterior, y 6.400 empresas, un 34% más que entre 2015 y 2017. La entidad también persigue alcanzar un millón de clientes digitales, lo que supondrá un crecimiento del 60 pro ciento respecto a las cifras del año pasado, para estar en el ‘top3’ de los indicadores sectoriales más reconocidos de calidad de servicio y de reputación.
«El dinamismo comercial que se va a conseguir en este ciclo permitirá avanzar de forma sustancial en las principales métricas de rentabilidad y solvencia del Banco», afirmó Iglesias. «Para 2020 hemos elevado nuestro objetivo de solvencia básica hasta el 11,5%, aspiramos a superar el nueve por ciento de ROTE, duplicando el beneficio neto de 2017 en 2020, y queremos situar nuestro ratio de eficiencia por debajo del 55 por ciento», señaló el consejero delegado.
En cuanto a los activos improductivos, el Banco trabajará para reducirlos a cerca de la mitad. Para Iglesias Ruiz, 2018 todavía será un año «complejo para nuestra cuenta de resultados», pero ha asegurado que en 2020 «nuestro Banco tendrá un balance sano, una elevada solvencia, una rentabilidad competitiva y una eficacia comercial a la altura de los mejores».