Contacto directo con el día a día del Banco de Alimentos

Álvaro Lastra y Alfonso Ruiz son dos alumnos de Bachillerato Internacional del instituto López de Mendoza que estos días están viviendo un experiencia nueva y diferente en el Banco de Alimentos, donde ayer acudieron para estar unas horas durante esta semana con los voluntarios de la organización. Una experiencia que el Banco de Alimentos lleva desarrollando desde hace aproximadamente un año con el objetivo de llevar su labor a los centros educativos.

Ayer ya se codearon con algunos de los voluntarios más veteranos de la asociación. Álvaro cuenta que tuvo contacto con el Banco de Alimentos en la pasada Gran Recogida porque «pertenezco a los scouts y ayudamos en los supermercados». En el caso de Alfonso conocía la labor que desarrolla el Banco de Alimentos pero es la primera que vez que colabora de manera tan directa.

A los dos les ha sorprendido «la cantidad de gente que viene», como señala Álvaro. «No te haces una idea, pensaba que llegaban tantas personas». A Alfonso le ha llamado la atención que «hay mucha organización. Al fin y al cabo, mover todos estos alimentos requiere mucha gente e infraestructura y sí lo tienen muy bien organizado». Nada más llegar han sido testigos del trasiego, «que si dales esto para los Bilbao, esto para los de Álava, que lo necesitan...». Su labor durante estos días será esa, la que realizan los voluntarios del Banco de Alimentos, «ayudar a la gente que va viviendo y ayudarles a cargar». También «preparar pedidos para la gente, lo que vayan mandando».

Durante su primera mañana han tenido ya contacto con monjas que venían a por comida, así como miembros de Proyecto Hombre y de Cáritas. Eso les ha permitido saber que el Banco de Alimentos trabaja de forma directa con asociaciones, para un mejor reparto de la comida. Emilio de Domingo, representante del Banco de Alimentos, explica que esta experiencia sirve para que los alumnos tengan un conocimiento concreto del trabajo que realiza la asociación. Bien con presencia en el Banco de Alimentos, como en el caso de Álvaro y Alfonso, bien con charlas que se imparten en los centros educativos.

Álvaro y Alfonso, como estudiantes de Bachillerato Internacional en el Mendoza, tienen que realizar una serie de horas de acción, servicio y creatividad. «Lo que al final quieren es que no estemos todo el rato encerrados estudiando», apunta Álvaro, «quieren que seamos activos y salgamos a la calle para aportar nuestro granito de arena».

Durante el tiempo que ya han estado en el Banco de Alimentos, los dos estudiantes se han podido dar cuenta de que esta asociación es algo más que la Gran Recogida. «Esto es el día a día y ves que todos los que vienen aquí son voluntarios, hay un montón de gente». Junto con los voluntarios, los alumnos también han podido comprobar que la solidaridad también viene de fuera del Banco de Alimentos, como la persona que venía con pañales y leche que habían recolectado en una cena solidaria.