Cada día se registra una media de 11 denuncias por velocidad

El exceso de velocidad a la que se circula por las calles de la ciudad es una preocupación generalizada que viene controlándose desde los radares fijos y los móviles con los que cuenta la Policía Local en Burgos. Esta actividad permite conocer cuáles son las vías en las que se han alcanzado las velocidades máximas en el momento en el que había activo algún tipo de control.En el caso de la capital burgalesa, son las avenidas con dos o más carriles en cada sentido de la circulación las que se llevan la palma, con vehículos detectados que han llegado a duplicar la velocidad máxima permitida, de 50 kilómetros por hora, pero también hay otras calles más pequeñas en las que se han superado con creces los límites.La avenida Cajacírculo, en la que ahora están comenzando las obras de repavimentación y construcción de una mediana, es precisamente el tramo urbano en la que el radar fijo detectó la velocidad máxima durante el pasado ejercicio de 2017. Así, existe constancia de un vehículo que pasó a 127 kilómetros por hora, muy por encima del límite, y a cuyo conductor se le cursó la correspondiente denuncia. Cuando en un tramo urbano se supera la velocidad permitida en más de 60 kilómetros por hora la multa va acompañada de la consideración de delito contra la seguridad vial.Estos 127 por hora representan el récord de velocidad que fue detectado por los equipos de la Policía Local durante 2017, pero le siguen muy de cerca la avenida Cantabria, la avenida de la Independencia y Casa la Vega. En todas estas calles, los radares, tanto los fijos como los móviles, cursaron infracciones a conductores por superar los 100 kilómetros por hora. Según los datos facilitados, se alcanzaron 104 kilómetros por hora en la avenida Cantabria, 102 en Casa la Vega y 101 en la avenida de la Independencia. Ya por debajo de los 100 kilómetros hora hay otras infracciones llamativas en la calle La Ventosa, en el acceso a Burgos desde la BU-11 hacia la calle Madrid, con 94 kilómetros a la hora y los 93 registrados en la BU-800.En cuanto a calles más urbanas, con un solo carril por sentido de la circulación, donde se ha instalado el radar móvil llama la atención velocidades registradas en la calle Francisco Salinas (79 kilómetros por hora), en la calle Conde Lucanor (84 kilómetros por hora) y la carretera de Arcos (81 km/hora).La avenida Castilla y León y la calle Vitoria son otros dos referentes con máximas de velocidad con conductores que han sido pillados circulando por encima de los 80 kilómetros por hora.MÁS DE 4.000 DENUNCIAS

El número total de infracciones que se cursaron durante el pasado ejercicio solo relacionadas con superar el límite permitido fue de 4.015, lo que arroja una media de 11 diarias. Los radares fijos, pese a estar anunciada su presencia a través de señales verticales y a pocos metros de la caja que los guarda, son los aparatos que registran más número de multas con un total de 3.185. Mientras, los controles ocasionales, que disponen los agentes en distintos puntos y que pueden resultar más sorpresivos para los conductores, detectan menos infractores. Durante 2017, fueron un total de 830 las sanciones que se cursaron en este tipo de vigilancia a lo largo de 141 controles específicos de velocidad. El número de vehículos que pasaron por los lugares donde estaban instalados los radares móviles es de 44.907 con lo que la incidencia de conductores multados es del 1,8%.