Oftalmología acapara el 25% de la lista de espera

Pocas sorpresas deparaba ayer la publicación de la lista de espera quirúrgica del Hospital Universitario de Burgos (HUBU). La estadística, presentada además en rueda de prensa por el consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, apenas muestra cambios en el total de casos pendientes de intervención o el tiempo de demora media para su paso por quirófano, ni respecto al trimestre anterior, con un ligero aumento de pacientes y un descenso de plazo, ni a los datos con los que se cerraba el primer trimestre del año pasado.Y es que precisamente fue entonces cuando el HUBU alcanzaba la ‘velocidad de crucero’ que hoy continua, abonado como está desde aquel momento al entorno de las 3.200 intervenciones pendientes. Hasta ahí llegó, por tanto, el efecto del denominado Plan Perycles, implantado en el conjunto de la comunidad en abril de 2016, de cuyos resultados ayer presumía Sáez Aguado. En el caso del Burgos, la comparativa entre los datos actuales y los de hace dos años -con 3.828 operaciones en espera- desvela una reducción del 12%. No obstante, cabe recordar que por aquellas fechas el complejo local ya había logrado frenar la escalada de la lista que siguió al traslado, en 2012, a las nuevas dependencias.Así, con una valoración muy «positiva» de las cifras recientes convertidas en habituales y «especial mención a que se han conseguido en exclusiva con medios propios» en esta ocasión, tal y como recordaba ayer la directora médica del centro, Carmen Rodríguez Pajares, toca poner el foco en la situación que presenta cada una de las diez especialidades quirúrgica, que se reparten de forma muy desigual las 3.341 operaciones previstas para los próximos meses.Oftalmología se lleva la palma al acaparar uno de cada cuatro pacientes a la espera de intervención. En concreto, 806 corresponden a este servicio. Las cataratas -su extracción, de hecho- tienen la culpa. Conscientes de la situación y a tenor de «los buenos resultados de experiencias previas», los responsables del HUBU reactivaban en marzo con la bendición de Sacyl el convenio con Recoletas por el que cirujanos del complejo público trabajan en los quirófanos de la clínica privada, que también aporta sus anestesistas, para ‘dar salida’ a este tipo de procedimientos poco prioritarios «que por falta de tiempo en muchas ocasiones se ven desplazados por otros más urgentes, de prioridad 1 y 2».Esta fórmula permitía en 2017 sumar un millar de intervenciones, 500 de cataratas y otras tantas de hernias, a las realizadas en las instalaciones de la avenida de Islas Baleares. La pretensión es alcanzar un dato similar en 2018.En noviembre, sin embargo, se detenía la actividad en espera de renovar el concierto que lo ampara, al que se recurría por primera vez en 2016, ejercicio en el que se llegó incluso a superar el dato del año pasado.Mientras la medida surte el efecto deseado y con los quirófanos del HUBU dedicados a cirugías importantes, «que cada vez son más largas y complejas», según precisa Rodríguez Pajares, los responsables del complejo esperan «estabilizar la plantilla de anestesistas y traumatólogos con la incorporación de nuevos residentes que permitan afianzar más volumen de actividad tanto en horario de mañana como de tarde», relata la directora médica.Si bien las plantillas de ambas áreas están cubiertas, «se ha solicitado a Sacyl, con la correspondiente justificación, un incremento de la contratación para dar salida a la lista de espera con recursos propios». La intención es ‘retener’ a los residentes que culminan su formación o «atraer a otros profesionales dispuestos a trabajar aquí».De vuelta a la estadística conocida ayer, tras Oftalmología, Cirugía General y Traumatología son las especialidades con mayor lista de espera. Suman 640 y 636 pacientes, respectivamente, y si estos se añaden a los 804 ya citados cabe concluir que tres áreas ‘copan’ el 60% de las operaciones pendientes.A prudente distancia se ubican las siete restantes, por orden: Cirugía Plástica (311), Otorrinolaringología (282), Urología (194), Cirugía Pediátrica (162), Angiología y Cirugía Vascular (161), Ginecología (85) y Neurocirugía (66).EL ÚNICO DE LOS ‘GRANDES’ QUE OPERA TODO EN PLAZOEn conjunto las diez especialidades quirúrgicas del HUBU rebajan en 208 las intervenciones en espera con las que el centro cerró 2017. También han reducido levemente la demora media, que pasa de 69 a 63 días, entre los 74 de Traumatología y los 36 de Cirugía Pediátrica.Con todo, solo uno de los 3.341 casos que aguardan su turno en quirófano tendrá que esperar más de seis meses para pasar por tal trance. Así, el de Burgos es de los pocos complejos asistenciales de la comunidad -junto con los de Palencia, Soria, Miranda y Medina del Campo- y el único de los cinco ‘grandes’ -los dos de Valladolid, León y Salamanca- que cumple con los plazos marcados por ley para dar la oportuna respuesta quirúrgica a los problemas de los pacientes.En concreto, los 50 casos catalogados como prioridad 1 (cuyo tratamiento, siendo programable, no admite demora superior a 30 días) se intervendrán en nueve días de media y los 241 definidos como prioridad 2 (que admiten espera relativa aunque la intervención deba hacerse antes de 90 días) tendrán que aguardar poco más de un mes. El resto, hasta 3.050 se atenderán en 66 días de media, con la salvedad del único paciente -de Traumatología, para más señas- que sobrepasará los 180.