Cobur ofrece «licencias retribuidas indefinidas» a los afectados por el ERE

Los «inmensa mayoría» de los trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo planteado por la Cooperativa Avícola y Ganadera de Burgos (Cobur) regresó ayer a sus puestos para sacrificar 5.000 pollos ante la imposibilidad de trasladarlos a otro matadero. En contraprestación, la empresa se comprometió a conceder «licencias retribuidas indefinidas» hasta que finalice el periodo de consultas el 25 de mayo. De esta forma, la huelga sigue en pie y los operarios no reanudarán la actividad, aunque sí cobrarán «absolutamente toda la retribución» que les correspondería hasta esa fecha, primas inclusive.De entrada, Cobur pretendía que los empleados asumiesen también las labores de despiece. Sin embargo, el secretario de Industria Agroalimentaria de Comisiones Obreras, Marco Antonio Pérez, detalló que se negaron a cumplir dicho cometido. Así pues, la plantilla se incorporó a las 11 tras la huelga y salió del matadero a las 14 horas asegurándose el salario de «todo el día».Entretanto, las negociaciones siguen su curso. La principal novedad en este sentido es que «la empresa «ya no condiciona» la búsqueda de acuerdos para alcanzar las «mejoras sociales» planteadas por la plantilla con «la aceptación, por nuestra parte, de las causas del expediente» a la hora de justificar los despidos.Tras la negativa sindical a suscribir las razones del ERE, Cobur emplazó al comité de empresa a una nueva reunión el viernes para lanzar su primera oferta enmarcada en el «plan social de acompañamiento». De momento, CCOO permanece «a la expectativa» para lanzar una contraoferta en caso de que sus demandas no se vean satisfechas. Sea como fuere, Pérez adelantó que la compañía planteará «posibles recolocaciones, salidas incentivadas y mejoras en las indemnizaciones».En cuanto al «cierre patronal» que el sindicato denunció el pasado miércoles coincidiendo con la primera jornada de huelga, Pérez señaló que la cooperativa se vio obligada a «abrir rápidamente» al día siguiente, a las 6 menos cuarto de la mañana, con la Policía Nacional como testigo.A continuación, los empleados entraron para «no perder un día de trabajo» hasta que Cobur les reconoció una licencia retribuida para ese día porque «no tenían trabajo» debido a la «externalización» de los servicios a la fábrica de Uvesa en Cuéllar. Sobre la denuncia interpuesta ante la Inspección de Trabajo por el traslado productivo a la factoría segoviana, la empresa adujo que «no tenía nada que ver», ya que fueron los propios socios ganaderos quienes «de manera totalmente independiente» optaron por dicha fórmula. Sin embargo, Pérez no se cree la versión de la cooperativa porque después asumió la distribución del producto.Sea como fuere, el secretario de Industria Agroalimentaria de CCOO en Burgos remarcó que el sello sanitario que figura en los etiquetados es el de Uvesa. Por lo tanto, se mantiene vigente la denuncia interpuesta por el sindicato a este respecto junto a las de «cierre patronal»y vulneración del derecho a huelga.