Fomento terminará la A-73 con un ‘peaje en sombra’ de 534,8 millones de euros

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna anunciaba ayer, en su visita a la capital burgalesa, la ejecución de la A-73 en un único contrato mediante concesión de obra pública- ‘peaje en sombra’- que incluye la construcción de todos los tramos pendientes de forma simultánea, así como el mantenimiento y la conservación de toda la vía. La ejecución de la obra, por tanto, se desarrollará de la misma forma que se realizó la reforma integral del tramo de la A-1 entre la localidad segoviana de Santo Tomé del Puerto y Burgos, por la que el Ministerio paga actualmente un canon anual por vehículo y kilómetro y es que, cabe recordar, que el sistema de peaje en sombra implica que es la administración y no el usuario el que abona el coste de circular por una vía en buenas condiciones.La concesión, que alcanza los 534,8 millones de euros, tendrá una vigencia de treinta años e incluye la construcción de todos los tramos no ejecutados «de forma simultánea» y «el mantenimiento de los tramos ya en servicio», según apuntó el ministro, que hizo hincapié en que «se trata de una partida de inversiones extrapresupuestarias»- no viene reflejada en los Presupuestos Generales del Estado- y es «una de las más importantes a nivel nacional».En este sentido, el ministro recordó que esta actuación se encuentra enmarcada en el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC), que permite al Ministerio desarrollar obras que, de otra forma, «seríamos incapaces de hacer en muchísimos años utilizando los presupuestos ordinarios». Aunque durante su comparecencia, De la Serna no especificó los plazos de desarrollo de la obra, avanzó que «la intención del Gobierno es que las obras se inicien el año que viene».En lo que se refiere a la inversión, la cuantía total de 534,8 millones de euros se desgrana en 358 millones de euros destinados a la construcción de los tramos pendientes; 167 millones de euros dedicados a la mantenimiento y conservación de la concesión; 5,6 millones dirigidos al pago de expropiaciones; 3,7 para la conservación del patrimonio cultural y 0,4 millones de euros que se destinarán al plan de vigilancia ambiental.Así las cosas, de los siete tramos que comprenden el trazado de la A- 73, los dos primeros- desde Burgos hasta Quintanilla Vivar y desde Quintanilla Vivar hasta Quintanaortuño- ya están en funcionamiento y el sexto tramo, que recorre los 12,1 kilómetros de distancia entre Pedrosa de Valdelucio y Báscones de Valdivia, está actualmente en construcción. El resto de tramos, los correspondientes a Quintanaortuño- Montorio; Montorio- Santa Cruz del Tozo, Santa Cruz del Tozo- Pedrosa de Valdelucio y Báscones del Valdivia- Aguilar de Campo se encuentran pendientes de ejecución.En total, la vía contaría con 71,4 kilómetros y la obra permitirá mejorar la seguridad del tramo y reducir el tiempo de viaje de los usuarios. Según De la Serna, actualmente el viaje entre la capital burgalesa y Aguilar de Campoo tiene una duración media de 54 minutos por la N-627, mientras que si se elige el desplazamiento primero por la A-231 y después por la A-67, el tiempo de viaje se amplía hasta los 64 minutos. Con esta nueva alternativa «el tiempo de circulación se reducirá hasta los 41 minutos» y además, «permitirá la atracción de un mayor flujo de tráfico, que pasará de los 4.300 vehículos por día en el corredor actual, a los 8.100 vehículos, con puntas de hasta 10.300 vehículos diarios».Al margen de estas cuestiones tangibles, De la Serna añadió otros «beneficios cualitativos» que se desprenderán de la puesta en marcha de la vía. «Aliviaríamos los problemas de la A-627, que además de soportar gran cantidad de vehículos pesados, tiene escasas posibilidades de adelantamiento lo que implica situaciones de inseguridad». Además, «todas las intersecciones actuales son a nivel», una tesitura que «se solucionará con la puesta en marcha del nuevo corredor, gracias a la reordenación de los accesos y añadiendo nuevos sistemas de seguridad».Así las cosas, ahora toca ir dando pasos. El primero de ellos será sacar a información pública el estudio de viabilidad, previsto para el próximo mes de junio, para que se puedan presentar las correspondientes alegaciones. Una vez resueltas las alegaciones, se licitará el contrato y las empresas interesadas contarán con unos meses de plazo para presentar sus proyectos. Tras valorar cuál es el mejor proyecto, Fomento adjudicará el contrato y la empresa elegida tendrá unos meses para presentar «su proyecto constructivo» e inmediatamente después «arrancar las obras».