El Correo de Burgos

MESA DE REDACCIÓN con NEDGIA / MOVILIDAD SOSTENIBLE

«El gas natural tiene la clave de un futuro ‘descarbonizado’»

Nedgia apuesta por extender a las carreteras el uso de un combustible con claras ventajas medioambientales y económicas y trabaja por multiplicar los puntos de carga

Urbano Peñas, delegado de Nedgia en Burgos, Palencia ySoria y Javier de Celis, responsable de Gran Consumo e Infraestructuras de la zona Norte-ISRAEL L. MURILLO

Urbano Peñas, delegado de Nedgia en Burgos, Palencia ySoria y Javier de Celis, responsable de Gran Consumo e Infraestructuras de la zona Norte-ISRAEL L. MURILLO

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«La transición hacia el anhelado mundo ‘descarbonizado’ pasa por el gas natural». He ahí el firme convencimiento de Nedgia y, en consecuencia, su apuesta de un futuro que ya ha comenzado a escribirse. Y es que su producto, ese del que tomaban su nombre hasta hace apenas cinco meses, «siendo un combustible convencional se asemeja más a las energías renovables que a los derivados del petróleo». Lo afirma, sin dudar, Javier de Celis, delegado de Gran Consumo e Infraestructuras en la zona Norte de la firma, distribuidora de Gas Natural Fenosa en Castilla y León. Protagoniza junto a Urbano Peñas, delegado de Nedgia en Burgos, Palencia y Soria la mesa de redacción organizada por El Mundo-El Correo de Burgos sobre ‘Movilidad sostenible: el gas natural para la automoción’.

La cita, además de ahondar en las ventajas específicas de tal uso, en plena y progresiva implantación, permite esbozar un mañana próximo en el que la proliferación de gasineras, alimentada por el respaldo decidido de las grandes marcas a este carburante, lideradas por SEAT, multiplican la presencia en las carreteras de vehículos –pesados y ligeros- propulsados por un producto que «ofrece notables ventajas respecto a la gasolina o el gasóleo». Las principales se circunscriben a las importantes reducciones de emisiones contaminantes. Y es que el gas natural no produce óxido de azufre y aminora en un 95% las partículas en suspensión, en un 85% el óxido de nitrógeno y en un 24% el CO2, lo que «contribuye a paliar el efecto invernadero». «Estamos por tanto ante una energía que aporta un doble beneficio ambiental, pues además de mejorar la calidad del aire, evitando las repercusiones nocivas y en gran medida letales de la contaminación en la salud de los habitantes, con 27.000 muertes estimadas al año en España por esta causa, colabora en la lucha contra el cambio climático», subraya Peñas.

A tales ventajas la utilización del gas natural como combustible -bien comprimido (GNC), bien licuado (GNL)- suman otras nada desdeñables: la disminución del ruido y el ahorro económico, siendo una alternativa «muy competitiva», capaz de hacer frente al gasóleo y a la gasolina, con costes un 30% y un 50% inferiores, respectivamente.

Así, a la espera del perfeccionamiento del motor eléctrico, al que el gas natural vehicular incluso planta cara hoy en día con una autonomía muy superior , lo que permite desplazamientos largos sin ‘miedo’, este carburante se erige como el paso obligado hacia la movilidad sostenible. De Celis y Peñas insisten en ello y confían en que la divulgación de sus bondades cale en la ciudadanía. No se lanzarán sin red en todo caso los que aprovechen la sustitución de su viejo transporte y se animen a ‘probar’. Y es que las evidencias de los beneficios citados se acumulan gracias a la apuesta de ayuntamientos y empresas: «Cada vez son más las ciudades que incorporan autobuses y camiones de recogida de basuras con este combustible. En España hay más de 1.800 y 1.300, respectivamente. Burgos fue pionera, al adquirir los primeros hace 15 años. En la actualidad suma 29 en su flota», recuerda el delegado de Gran Consumo e Infraestructuras de la zona Norte. Solo en 2017 sumó ocho de GNC que suponen un ahorro de 80 toneladas de emisiones de CO2 anuales, el equivalente a la plantación de 2.000 árboles.

Así, el tránsito «no empieza ahora». Comenzaba con el cambio en el consumo en el hogar, que aporta las mismas ventajas, y saltó a la carretera tímidamente con decisiones como las de la capital burgalesa. No obstante, el gran salto está por dar y «es el momento». A ello ayuda «el cambio de mentalidad» tanto en administraciones como en particulares detectado en el último año, y todavía más contribuirá atajar el que de momento es «el principal e histórico talón de Aquiles», reconoce De Celis: la escasez de infraestructuras de carga, es decir, de gasineras.

‘Gasineras’

Reconocida la carencia la empresa distribuidora asevera que ya se han dado los primeros pasos para paliarla y estimular el ‘círculo’, virtuoso en este caso, que potenciará el consumo del gas vehicular: más facilidades, más mercado, más interés por formar parte de él y ofrecer ‘respuestas’ a los clientes. Nedgia lo tiene claro y concentra en ello su apuesta. De hecho, «se está dando un impulso importante porque sabemos que sin estaciones de repostaje públicas, pues hay empresas que han puesto en marcha sus propias infraestructuras, no puede desarrollarse adecuadamente este combustible», explica De Celis para detallar que «si en la actualidad existen 57 gasineras, 2018 cerrará con más de 100 y en dos años operarán más del doble».

En Burgos, en concreto existen ya dos de carácter público, en Fontioso y en Rubena, y «se está trabajando para abrir este mismo año una en el entorno urbano». En la región, cabe destacar la reciente rúbrica de un contrato con un empresario leonés para la construcción de la primera estación pública de gas natural comprimido sobre la red de distribución de Castilla y León, que estará ubicada en Mercaleón. Al respecto, De Celis subraya otro aspecto que alarga el listado de ventajas: «La red de abastecimiento está construida».

Este relevante ‘detalle’ permitirá asumir sin dificultad el estimado incremento de demanda de gas natural para movilidad que disparará las dimensiones actuales del parque de vehículos que circulan a gas natural. «En el mundo hay más de 22 millones de vehículos privados, 1,4 en Europa, principalmente en Italia, Alemania, Suecia y Francia. En España se superan ya los 8.000, aunque una parte notable son buses urbanos y camiones de basuras. El número de ligeros crece y en esta tendencia la decisión de SEAT de comercializar en exclusiva vehículos híbridos de gasolina y gas natural, con autonomías que alcanzan los 400 kilómetros en el segundo caso y 700 con carburante ordinario. Un dato significativo: SEAT ha vendido en el primer trimestre de 2018 más híbridos a gas que en todo 2017, por lo que la atracción es evidente», relata Peñas y añade que otras firmas «potentes», como IVECO, llevan años también apostando por este combustible.

No son las únicas. «Hay gama», afirman los representantes de Nedgia casi al unísono. Audi, Skoda, Fiat y Volkswagen, en ligeros, y Scania, Volvo, Renault, Mercedes y Uro en pesados, también se han rendido a esta energía que mira al futuro.

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