El Correo de Burgos

La Espuela / Ana Valle, copropietaria de La casa de las musas

«Mariano se tiene que llevar muchos trastos»

A punto de cumplir 38 años, es la feliz mamá de Teo. Estudió Historia del Arte en Salamanca y Tasación de arte y antigüedades y Fotografía en Madrid. En diciembre de 2011, junto a su pareja, Jesús Gadea, inició un proyecto que combina bar, convertido en punto de encuentro cultural, y anticuario. Sus rizos bailaron en El Patillas, pero lo suyo es airearlos de viaje en su furgoneta o desmelenarse en conciertos. Siempre risueña, le gusta mucho la gente y nada el campo ni subir cuestas

Ana Valle.-Raúl Ochoa

Ana Valle.-Raúl Ochoa

Publicado por
A.S.R.
Burgos

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Pregunta- ¿Qué musas mandan en su casa?

Respuesta- Euterpe, la de la música, y Clío, la de la historia.P.- ¿Qué le prometió a Euterpe para que le diera el don de tocar piano, laúd, flauta travesera...?

R.- No abandonarla nunca.P.- ¿A quién tuvo que mandar a otra parte con su música?

R.- No soy muy dada a hacerlo. Para bien o para mal, siempre doy muchas oportunidades.P.- Pero le costó dársela a...

R.- No encuentro a nadie tan odioso como para que me cueste darle otra oportunidad. Los problemas personales que se me complican, que me embarullan el sentimiento, los dejo pasar, los laborales intento resolverlos porque se vive más cómodo con las cosas claras.P.- ¿En cuánto tasa la cultura burgalesa?

R.- (Ríe). Si atendemos a la sección de tasación que te hace fijarte en el público que la compre, la cultura burgalesa tasa mal, poquísimo, la teníamos que poner muy barata para que la adquieran. Hay gente a la que le interesa mucho la cultura y hace cosas, pero el público en general la quiere de mercadillo.P.- Y no es de mercadillo...

R.- No, no lo es, pero esto es como todo, si te piden mercadillo, eso tienes que dar. Eso es lo malo.P.- ¿Y en cuánto la noche?

R.- Uf... ¡Me lo he pasado tan bien de día y de noche! Cuando me lo pasaba bien, en mucho (ríe). Yo siempre me he quedado por las conversaciones. Esas noches tasarían muy bien.P.- El enemigo público número uno de los bares nocturnos es...

R.- La tele, los móviles y los ordenadores, los aparatos electrónicos que se manejan individualmente y hacen que la gente se quede en casa y no salga.P.- ¿Y el mejor aliado?

R.- Tener algo que contar. Hasta el que va solo a un bar busca quien le hable.P.- ¿Cuántas veces se ha sentido psicóloga?

R.- Alguna vez, sí, casi siempre, salvo cuando hay mucho barullo que no puedes atender psicológicamente a la gente (ríe).P.- Este maldi, maldito trabajo, voy a mandar a todos al carajo. Tras la barra del bar, una vida se va... ¿Cuándo tararea esta canción de Fito?

R.- Nunca. Fito me aburre. Debe ser muy bueno, pero a mí me parece que usa el mismo compás siempre, aunque igual no lo hace (ríe).P.- Pero ha sentido alguna vez que se iba una vida tras la barra del bar...

R.- Todos los días, no la mía, pero sí la de los que me rodean.P.- ¿Y que venía una vida?

R.- Cinco minutos antes de abrir Las musas.P.- ¿Qué tiene de reliquia Ana Valle?

R.- El decoro y el respeto.P.- ¿Cuándo ve el mundo en sepia?

R.- El sepia me parece turbio por lo que veo en ese color cuando estoy en plan monotonía, cuando paseas por El Espolón y siempre es lo mismo y necesitas technicolor. Para mí el aburrimiento es sepia (ríe).P.- Y su vida torna vintage cada vez que...

R.- Cada vez que voy a Miranda, viajo a Madrid... Cada vez que voy a sitios que me recuerdan cuando era pequeña.P.- Mirandesa como es. ¿Qué la lleva en volandas?

R.- Mi objetivo siempre es hacer sonreír a los que me rodean, si tengo a los míos felices no necesito más. También al revés, si están mal me caigo al infinito. Es más fácil gestionarme a mí misma que a los demás.P.- ¿Y a usted que le hace reír?

R.- Soy bastante risueña, aunque también hay cosas que me ponen de muy mala leche... Me hace ser feliz, porque reír es habitual en mí, ver alguna creación que me gusta o me sorprende y ahora, con Teo, lo típico: ver a Jesús con el niño, a mis padres, a mi hermana... Y viajar, también.P.- ¿Se sintió Marco Polo durante qué trayecto?

R.- Cuando fuimos en furgoneta desde Burgos a Italia, Grecia, Albania, Croacia y otra vez hasta aquí.P.- ¿Dónde se encuentra cada vez que se pierde por Madrid?

R.- En una cervecería que hay en la plaza de Chueca tomando una cerveza con unas aceitunas.P.- ¿Con quién le gustaría toparse por sus calles?

R.- Hubo un tiempo que quería con Bardem hasta que me lo encontré, se me salió el corazón del pecho y seguí para adelante, y ahora... (piensa). He pasado de tener ídolos a no tener y ahora mismo me gustaría toparme con mi amiga Zara, que vive allí.P.- ¿Cuándo dejaron de estar de moda las patillas?

R.- Yo nunca he considerado que estuvieran de moda, aunque apoyé el corte (ríe).P.- De feria en feria. ¿Qué sueños y qué miserias canta?

R.- Las ferias son un gran hermano de anticuarios, ves lo que ha vendido uno, te preguntas por qué nadie compra algo por lo que todo el mundo pregunta... ¡Te pasa de todo! Bueno y malo. Las cosas inalcanzables ya no me parecen tanto, solo tienes que buscar el camino para conseguirlo y no es complicado, contar hasta diez y echarle un par de huevos.P.- A Dios pone por testigo que por qué pieza de anticuario luchará hasta dar con ella.

R.- ¿Pueden ser varias?P.- Adelante.

R.- ¡Serían tantas! Por una pieza de alto art decó americano, por un sofá italiano de los años 50 y por un biombo japonés pintado a mano antiguo, con que sea del XVIII me vale... ¡Pero por muchas cosas más! ¡Por una casa entera! (Ríe).P.- ¿Cuál es la joya que ya es suya?

R.- Hay cosas que me gustan mucho que tengo yo en casa como un reloj art decó de espejos, una silla de Pierre Jeanneret, que fue compañero de Le Corbusier, y una cabeza de burro de una representación de Sueño de una noche de verano que se hizo en el Teatro Real.P.- ¿Y cuál le quitaron de las manos?

R.- Muchas, muchas, pero la primera pieza que vendí y me arrepentí fue un tapiz de la Belle Époque que me lo tendría que haber quedado sí o sí. Me acuerdo muchas veces.P.- Recomiende un mueble al nuevo inquilino de La Moncloa.

R.- Recomiendo a Sánchez una butaca Lady de Zanusso porque es un mueble antiguo y moderno a la vez y así es él también (ríe).P.- ¿Y qué no puede faltar en el camión de mudanza del saliente?

R.- Mariano se tiene que llevar muchos trastos... (ríe).

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