El Correo de Burgos

La recuperación no llega a un tercio de los hogares en crisis

En 2013 había 12.500 familias sin ingresos, hoy son 4.900 / La mujer «es la que acude al tercer sector» y solicitan el 75% de las ayudas a necesidades básicas

Burgos

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Los ratios de pobreza se están desinflando al mismo tiempo que parece que la palabra recuperación se asienta entre todos los agentes sociales. Pero en esta mejora de la economía y las oportunidades de encontrar empleo aún hay un tercio de los hogares donde esa recuperación no está ni se la espera. «Hay una bolsa de pobreza que no se va a poder asumir con la recuperación económica que se está dando», explica con rotundidad la coordinadora de Acción Social de Caritas, María Gutiérrez.

Los datos de la Encuesta de Población Activa en Burgos le dan la razón. En el primer trimestre de 2018 aún hay 4.900 hogares, con una o más personas en edad de trabajar, que no tienen empleo. El 4,6% de los hogares tienen a todos sus miembros en paro. La cifra dobla a la registrada hace diez años.Entre enero y marzo de 2008 había 2.500 familias con todos sin empleo.

Aún así la cifra se ha reducido más de la mitad desde el pico que alcanzó en 2013 con 12.500 hogares con todos parados. Ése y los dos años posteriores fueron los más duros, según las cifras del INE con 11.300 hogares sin ingresos por empleo en 2014 y los 11.600 de 2015. «Fueron los peores años de la crisis porque se agotaron las prestaciones y no llegaba el empleo deseado», analiza Gutiérrez.

Una vez que la familia se ve abocada a esta situación se dan dos fenómenos.Por un lado el mayor empuje de las mujeres para encontrar recursos donde no los hay de la forma habitual y la precariedad que lleva a muchos a aceptar ofertas de empleo en B. Por ello, los servicios sociales demandan para solucionar este problema social «trabajo más estable y bien remunerado». Por otro lado, «recuperar las políticas sociales en materia de vivienda en la fórmula de alquiler social porque muchas veces los precios no se pueden pagar con sus nóminas y siguen dependiendo de la ayuda social», resume Gutiérrez.

Las mujeres llevan la casa sobre los hombros cuando las cuentas no dan y los ingresos no llegan. Así lo ven en Caritas donde, según las últimas cifras públicas, si el 97% de lo atendidos en personas sin hogar son hombres en las prestaciones para cubrir las necesidades básicas el 75% de las solicitantes son mujeres que piden la ayuda no sólo para ellas sino para toda la unidad familiar. «En los servicios no específicos ellas son las que más se mueven por los servicios sociales y las organizaciones sociales para obtener ayudas que permitan cubrir las necesidades básicas», explican desde Caritas. De estas demandantes la mayoría tienen cargas familiares y pareja y «el beneficiario final es la familia pero es ella la que más acude al tercer sector», sentencia. De hecho el perfil de usuario es una mujer con cargas familiares y una edad entre los 30 y los 50 años. Una visita en la que demandan ayuda para comer, para pagar la luz o el agua pero también empleo. «En nuestras inserciones laborales tenemos más mujeres que hombres pero por los sectores en los que trabajamos que son de empleo doméstico y donde se prima a la mujer».Más información en la edición impresa

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