INFRAESTRUCTURAS
Fomento ultima la adjudicación de la pasarela del Crucero
Los vecinos amenazan con «cortes en la autovía en septiembre si no empiezan las obras»
El invierno ha sido duro para los 500 vecinos de García Bezoya, Carcedo y la Barriada de los Ríos que permanecen aislados tras la retirada de la pasarela sobre la Autovía de Ronda a principios de noviembre de 2016. Y el verano no va a ser mucho mejor. Por segundo año han tenido que bordear las calles y el parque de la Cruz para llegar al otro lado de la BU-11. El camino alternativo por la residencia de Cortes «es prácticamente impracticable y el Ayuntamiento no nos hace caso de arreglarlo un poco». Los vecinos «están aislados porque en esta zona no hay ni donde comprar el pan, son gente muy mayor y están hartos, vamos ya para dos años así», señala la portavoz de la Asociación de Vecinos delCrucero, Magdalena Aguilar. Aseguran que tomarán medidas.
Por el momento, Fomento se encuentra analizando una por una las 19 propuestas de empresas para hacerse con la adjudicación del proyecto. Una tramitación que se prolonga desde el mes de febrero cuando terminó el periodo de presentación de propuestas a la licitación del nuevo proyecto que se lanzó en diciembre del año pasado. Las mismas fuentes avanzan que es «un periodo normal por la cantidad de documentación exigida y de análisis de todo ello». No lo es para los vecinos que, cansados, se plantean volver a movilizarse porque «nos sentimos abandonados». De hecho se plantean que, tras las fiestas, si su interlocutor sobre el tema en Carreteras no les dan ningún avance concreto «nos prepararemos para protestar de verdad a partir de septiembre y si hay que cortar la autovía para que nos escuchen, se corta», afirma con contundencia la portavoz vecinal.
El estado de esta actuación es uno de los temas que avanzaron el portavoz municipal del PSOE, Daniel de la Rosa, y la diputada de la formación socialista por Burgos,Esther Peña, en su reunión con el nuevo director general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Javier Izquierdo, en una reunión celebrada esta semana. «Nos costó mucho que hubiera partida en los presupuestos generales, que saliera adelante el proyecto ahora es una actuación urgente y así se lo hemos trasladado», señala De la Rosa. Peña indicó que Izquierdo se comprometió a «darnos toda la información puntual cuando la tengan», a la vez que «les trasladamos nuestra preocupación».
A mediados de diciembre salió a licitación la obra por 804.393,33 euros. El diseño del nuevo puente será completamente diferente al anterior para adaptarlo a la nueva legislación en materia de accesibilidad. La pasarela contará con rampas de 105 metros en el acceso norte y otros 55 metros en el acceso sur, en la calle Ángel García Bedoya. Mientras que para las personas que no tengan movilidad reducida con el objeto de agilizar el recorrido a pie se opta por ejecutar en ambos extremos de la pasarela unas escaleras que conecten con las futuras aceras.
Las obras contemplan la construcción de un muro de contención junto a la calzada de la BU-11 donde se apoya la viga de la pasarela. En el plano del proyecto se prevé también el reacondicionamiento de unas escaleras existentes a la altura de la calle Carcedo en la barriada de los Ríos. Y en ese mismo entorno bajo la rampa, que en esta zona tendrá una longitud de 55 metros, se podría completar la obra con una zona ajardinada en el caso de que la dirección facultativa de la obra dé el visto bueno a esta actuación.
En el otro lado de la pasarela (denominado acceso norte), también en la calle Ángel García Bedoya, se instalará un nuevo paso de peatones y se ejecutará una nueva acera a la altura de la calle Carcedo.
El 7 de noviembre, de madrugada, grandes grúas iniciaban el desmontaje de la pasarela. Un corte que «llegó de la noche a la mañana, sin un cartel de aviso, nada». A la mañana siguiente, el 8 de noviembre, ya no había rastro de la pasarela. Así han estado desde entonces. «No entendemos que se retirara sin un proyecto de sustitución inmediato o próximo» explican los vecinos. Y desde entonces van una vez sí y otra también a Fomento en Burgos para informarse de la situación. La institución realiza la intervención ante el evidente estado de deterioro y oxidación de la estructura.
La situación en diciembre pasaba por redactar un proyecto para sacar a licitación en enero. El proceso se demoró un año más puesto que la redacción inicial de Ideam, con complejos encajes geométricos de estructuras, no se vio con buenos ojos desde la Dirección General de Carreteras que devolvió el documento para «incluir determinadas indicaciones técnicas de tema estructural que permitieran mejorar el proyecto». Era julio y el proyecto finalmente se presentó cinco meses después.