El Correo de Burgos

Construir un robot con apenas seis años

Varios talleres adentran a los niños en el mundo de la robótica / Las nuevas tecnologías son ya parte fundamental de su vida y se les forma desde muy pequeños

Un monitor da explicaciones a unos niños en un taller de La Estación.-SANTI OTERO

Un monitor da explicaciones a unos niños en un taller de La Estación.-SANTI OTERO

Publicado por
DANIEL MONTES
Burgos

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Sí, es posible. Un niño de apenas seis años ya sabe construir un pequeño robot, programarle para que siga unas sencillas órdenes y hacerlo funcionar. La ciencia avanza a pasos agigantados y cada vez se puede ver con más claridad entre los más jóvenes. Ya no resulta extraño ver en los temarios de Primaria o Secundaria contenidos relativos a las nuevas tecnologías emergentes. Las fiestas de San Pedro y San Pablo se han adaptado del mismo modo y continúan organizando talleres relacionados con la ciencia, la tecnología o la robótica.«Diseña, construye, programa y pon en marcha robots», así se presentan los talleres de Robotix celebrados en el interior del Monasterio de San Juan. En ellos se promueve la creatividad, la iniciativa y el trabajo en equipo entre los niños de tres y doce años. El éxito de pasadas ediciones se mantiene y las colas no tardan en formarse. Más de 150 niños acuden en una sola mañana a aprender en los talleres.No a todos les gusta separarse durante una o dos horas de sus padres, pero pronto son animados de nuevo por los encargados que les enseñan lo que van a hacer. Los padres también se muestran interesados y entusiasmados por lo que harán sus hijos e incluso parecen querer participar con ellos.Berta lleva a su hijo Pablo, que disfruta con las construcciones y los robots. Ya acudió el pasado año, pero el actual será diferente y más ilusionaste ya que, por edad, ahora podrá construir su propio robot. La madre ve con muy buenos ojos la iniciación en este ámbito y recomienda que otros padres lo prueben en futuras ediciones, al igual que hará ella.Estos talleres educativos se dividen en tres niveles según la edad de los niños aunque todos emplean piezas de Lego para construir los robots. Los más pequeños, de tres a cinco años, hacen juegos con los profesores, crean sus diseños y hacen que su robot, con forma de abeja, siga un recorrido a la vez que narra un cuento tradicional. En el nivel intermedio crean unas peonzas con sensores que evitan que se caiga de las mesas cuando la lanzan.Los jóvenes de nueve a doce años construyen robots más complejos. Parten de un mismo modelo y añaden sus propias modificaciones. Tras ello, llega la competición, lo que más motiva a los niños. Imitando las nuevas competiciones en las que dos robots se enfrentan, aquí, cada uno enfrenta a su creación contra la de sus compañeros en una competición de sumo con el objetivo de ser el último en quedar de pie sobre el tatami. Así, pueden mejorarlo poco a poco hasta dar con la clave que les de la victoria. La actividad permite que se formen a través del juego y el ocio. La programación la hacen mediante ordenadores, otra muestra de que los niños cada vez saben manejar mejor las nuevas herramientas, y aplican una serie de comandos que indican a la máquina qué hacer en cada situación.Miguel Paredes, coordinador de Robotix en Burgos, explica que durante el año también hacen campus de tecnología en la UBU, actividades por los pueblos de la provincia y talleres en colegios. Entre sus objetivos buscan despertar entre los pequeños el gusto por ciencias como las matemáticas, promover el trabajo en equipo, lograr la adquisición de nuevas competencias, favorecer la creatividad, desarrollar estrategias para resolver problemas y ejercitar pensamiento lógico. Robotix lleva once años en España y en la mitad de ellos ya ha desarrollado talleres en Burgos para difundir los nuevos conocimientos científicos entre los niños.

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