El botellón y los graffitis destrozan el parque pirata
El estado del novedoso parque accesible de G3, 16 meses después de su inauguración, «es lamentable»
El pasado martes una de las casetas de madera amaneció con una de sus paredes destrozadas.-RAÚL G. OCHOA
BURGOS
Un año y cuatro meses han pasado desde que Burgos estrenara su primer parque infantil inclusivo y accesible. Lo hacía en el barrio de G3 y con una temática marina y pirata que animaba a los más pequeños a disfrutar de un momento de juegos dando rienda suelta a su imaginación. El espacio gozó de una gran acogida de las familias burgalesas, no solo del entorno sino del barrio, y es que la novedad animó a muchos a acercarse a conocer el parque.
Su ubicación, en un amplio parque sin viviendas en dos cuartas partes del espacio, también ha propiciado que varios grupos de jóvenes se acerquen a la zona de casetas de la que dispone el parque y aprovechen el lugar, en muchas ocasiones y especialmente los fines de semana, para hacer botellón. Los graffitis empezaron a aparecer en los columpios y las casetas poco tiempo después de que se inaugurara el parque y actualmente el parque está ‘plagado’ de pintadas. Una víctima más de esa plaga vandálica que en Burgos parece no tener fin y nadie pone coto, aunque todas las miradas se dirigen al Ayuntamiento.
Los actos vandálicos fueron un paso más allá el pasado martes. Daniel Vidal, vecino de la zona y padre de una niña usuaria del parque denunciaba que un grupo de personas había roto la pared de una de las casetas de madera y «jugado a lanzar los trozos de arrancados al jardín como si fueran estacas». El vecino denunciaba además que «cada día aparecen restos del botellón, latas, cartones y botellas de cristal rotas que al día siguiente se encuentran los niños que viene a jugar al parque».
En este sentido, Vidal apunta que «la Policía solo ha aparecido en un par de ocasiones por la zona» y a vecinos y usuarios «solo nos queda resignarnos y ver cómo cada día lo destrozan un poco más». En el parque, Carmen columpia a su hijo y explica indignada que «desde su apertura y según han pasado los días han ido apareciendo más y más pintadas, es lamentable» y apunta que «es necesaria más vigilancia policial en la zona, especialmente los fines de semana, muchos jóvenes aprovechan el lugar para beber». Cabe recordar que la creación de este parque supuso una inversión de más de 450.00 euros, de los cuales una parte ha sido financiada a través de la brigada municipal de obras- algo más de 100.000 euros- y otra, a través de Parques y Jardines, dentro de las mejoras que hay establecidas en el concurso de gestión de los espacios verdes de la ciudad, que aportó 300.000 euros.