El Correo de Burgos

Crecen un 20% las ayudas concedidas para la adquisición de libros de texto

Mientras que el pasado curso se concedieron a 5.440 alumnos, este año se ha otorgado a 6.502 / La Junta ha aumentado el umbral de renta para optar a la beca hasta las 2,5 veces el IPREM

Una mujer atiende a otra en una librería de la capital burgalesa.-ISRAEL L. MURILLO

Una mujer atiende a otra en una librería de la capital burgalesa.-ISRAEL L. MURILLO

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V. MARTÍN
Burgos

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Las mismas solicitudes pero más concedidas. Un total de 10.710 alumnos burgaleses han solicitado la ayuda para la adquisición de libros de texto, una cifra muy similar a la del año pasado, cuando 10.603 estudiantes pidieron la ayuda. Sin embargo, en esta ocasión el número de ayudas concedidas aumenta prácticamente un 20% al pasar de las 5.440 del curso 2017 / 2018 a las 6.502 otorgadas para el curso 2018 / 2019.El motivo de este incremento puede deberse a un aumento del nivel de renta requerido para acceder a la ayuda, situado en esta ocasión en 2,5 veces el IPREM. Cabe señalar que el incremento de la renta ha sido continuo en los últimos tres cursos. Así las cosas, hace dos cursos se concedieron ayudas a las familias con rentas inferiores a 1,5 veces el IPREM, ya en el curso 2017/ 2018 se incrementaba el umbral hasta 2 veces este indicador, mientras que en la resolución destinada al próximo curso 2018-2019 el umbral se ha aumentado hasta 2,5 veces el IPREM, lo que equivale a 18.798 euros.Del total de ayudas concedidas, 4.741 corresponden a alumnos de Primaria, mientras que 1.761 son para estudiantes de Secundaria. El importe total de estas becas alcanzará los 1,73 millones de euros. El planteamiento del Plan Releo sigue siendo el mismo que en el curso anterior, y es que en la convocatoria de ayudas se une tanto el préstamo de libros como la concesión de ayudas para su adquisición.«Este plan sigue sin cumplir nuestras expectativas, no ha cambiado nada del curso pasado a este y los libros no llegan a muchas familias que aportan los suyos al banco de libros», explica Fernando Cabrejas, presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de centros Públicos de Enseñanza no universtitaria de Burgos (Fampa), quien es partidario de «una desaparición progresiva de los libros de texto en pro de otros materiales elaborados directamente pro el profesorado y por medios digitales».UN PLAN «MÁS JUSTO»Así las cosas, con el Plan Releo, las familias acuden en un primer momentos a los bancos de libros de cada centros escolar y solo en caso de que no pueda conseguir el libro de texto, reciben ayudas monetarias para su adquisición.Una vez finaliza el curso, tanto los libros prestados como los adquiridos se devuelven al banco de libros de cada centro escolar para desarrollar el proceso de la misma forma el curso siguiente y así durante cuatro años, que es la vida útil que la consejería de Educación ha establecido para los libros siempre y cuando no se hayan estropeado antes. «Seguimos apostando por un modelo de Releo en el que sean los centros los que adquieran los libros y luego la administración les ingrese a ellos la ayuda porque de esta manera las familias que tienen que comprar libros tienen que adelantar un dinero- en algunos casos cantidades elevadas- que no se reembolsan hasta finales de año».Ante la negativa de la administración a esta propuesta, el presidente cree que lo ideal sería que los bancos de libros se centren en las familias que cada año donan sus libros y que las familias que por renta no pueden comprarlos, reciban la ayuda económica para adquirirlos. El objetivo es evitar que «haya familias que donan y que por renta no entran en la ayuda, que se queden sin libros porque se agotan en el banco del centro escolar, sería sin duda un plan más justo».

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