‘Breaking bad’ de andar por casa
Desmantelado un laboratorio que un profesional de la limpieza montó en un trastero, usando productos precursores y químicos de su trabajo para fabricar y vender cocaína
Burgos
Si ha visto la serie de televisión ‘Breaking bad’ o ha oído hablar de ella, la escena le sonará perfectamente: a un profesor de química diagnosticado de cáncer se le ocurre emplear sus conocimientos y materiales de su instituto para fabricar y metaanfetaminas en una vetusta autocaravana aparcada en el desierto. A partir de ahí, Mister White, que al principio trabajaba solo, se enreda en mil peripecias que van sacando lo peor de sí mismo -de ahí el título- mientras ahonda en los bajos fondos de la droga para sacar dinero para que su familia no quedase desamparada.
En Burgos, se acaba de desmantelar un laboratorio de cocaína y detener a una persona que se aprovechaba de su condición de profesional de la limpieza, para obtener productos precursores y químicos para poder manipular sustancias estupefacientes, ‘fabricando’ cocaína que luego vendía en pequeñas cantidades.
Este caso que acaba de resolver un grupo de agentes de la Policía Nacional de Burgos guarda muchas similitudes con el argumento de la premiada serie de televisión, pero también mucha distancia. Empezando por la infraestructura. En un trastero de un garaje comunitario, los investigadores dieron con el laboratorio de andar por casa en el que se replicaban las andanzas de Mister White.
El detenido, A.G.M. de 45 años de edad y vecino de Burgos, levantó las sospechas de la policía que identificó su manera de ‘pasar’ la droga que vendía y acabó llegando al garaje en el que estaba montado el laboratorio. El contacto con los «clientes» era a través del móvil y tras concertar un lugar de encuentro acudía siempre a bordo de su vehículo particular, manteniendo una breve entrevista y materializando la entrega de la sustancia estupefacientes con total discreción. Pero antes, el detenido, se pasaba primero por un garaje en la calle Pío Baroja, en la zona de Parque Europa, por lo que los investigadores sospecharon que podía utilizarlo para ocultar su alijo de drogas, ya que sabían que normalmente llevaba encima la cantidad justa para satisfacer las demandas más inmediatas, volviendo a «proveerse» cuando recibía nuevos pedidos, evitando de este modo verse comprometido ante un posible control policial en el que sólo se encontraría una pequeña cantidad, que bien pudiera argumentar que era para su autoconsumo.
Una vez identificado el garaje comunitario y el trastero y el modus operandi del arrestado, los agentes procedieron a la detención y tras solicitar una orden de registro comprobaron que escondía un laboratorio que contaba con todo lo necesario para la elaboración, manipulación y venta cocaína. El presunto traficante empleaba como laboratorio el trastero alquilado, haciendo creer que era el almacén de una empresa de limpieza y como tal guardaba diferentes productos químicos, que podría haber obtenido de su trabajo legal. Según el relato policial, el trastero estaba provisto de todo lo necesario para llevar a cabo la actividad ilícita, contando para ello con sustancia estupefaciente de gran pureza, sustancia de corte, productos químicos y precursores, prensa hidráulica, balanzas de precisión, cucharas, colador, bolsas de embalaje, fleje de cierre así como unas tijeras o un pico de azada.
Al detenido se le intervino 160,5 gramos de lo que se identificó indiciariamente como cocaína, otros 210,2 gramos como sustancia de corte para una vez mezclada y tratada con diferentes productos poder doblar e incluso triplicar las dosis de cocaína. También se le intervinieron dos teléfonos móviles y 280 euros. Tras ser presentado ante el juez, el detenido ha ingresado en prisión.