El Correo de Burgos

PEREGRINACIÓN / MÁS ALLÁ DEL TURISMO

«Lo importante en Tierra Santa no es lo que ves, sino lo que sientes»

El sacerdote responsable de las peregrinaciones prepara un nuevo viaje a Israel con seminaristas y recién ordenados / Será el número 17

Uno de los grupos que Gumiel ha guiado este verano por los lugares Santos de Israel.-ECB

Uno de los grupos que Gumiel ha guiado este verano por los lugares Santos de Israel.-ECB

Burgos

Creado:

Actualizado:

S. L. CADILLO BURGOS

Especial para el CORREO DE BURGOS

¿Por qué viajar a Tierra Santa? Además del indudable interés turístico de Israel al ser parte de la historia de la humanidad desde hace más de 4.000 años, es el lugar en el que las tres grandes religiones occidentales (cristianismo, judaísmo e islamismo) tienen en Jerusalén su epicentro. Acudir a los lugares en los que hace 2.000 años vivió Jesús puede ser toda una aventura.

Es un viaje que no deja indiferente a quien lo realiza y le puede cambiar la vida a quien lo vive con fe. Esta es la principal razón por la que la Archidiócesis de Burgos organiza desde hace 13 años un viaje a los Santos Lugares, guiado por el sacerdote Julián Gumiel Velasco.

Este año ha coordinado ya dos grupos: uno del 11 al 18 de junio y otro del 19 al 26 de julio. Este último para las familias, en el que se han elegido residencias religiosas en lugar de hoteles para que fuera un 30% más asequible. Pero también volverá desde mañana al 3 de septiembre con un grupo de sacerdotes jóvenes y seminaristas. Y es que viajar a Israel tiene algo que atrae y engancha. No es un viaje como cualquier otro. Tiene algo especial.

Desde el año 2006, todos los años ha visitado Israel este sacerdote burgalés guiando a los peregrinos de la diócesis. Aunque para Julián Gumiel han sido 16 las veces que ha estado en Tierra Santa. La primera vez, en el año 2002, en plena oleada de la Intifada de Al-Aqsa. Recuerda que entonces «casi no había turistas» y eso le permitió tener una experiencia muy especial. «En la Iglesia de Belén me emocioné. Vivir allí la misa que se oficia en árabe y en una iglesia llena de jóvenes te hace despertar algo dentro. Además tienen la costumbre de bendecir a los niños que van a hacer la comunión con la señal de la cruz en la frente mientras los mayores comulgan. Es algo muy bonito», explica el sacerdote.

Viajar a los lugares santos de la cristiandad, caminar por los mismos parajes en los que hace 2.000 años lo hizo Jesús, es una experiencia que para muchos se convierte en «el viaje de su vida». Así lo explica Julián Gumiel después de sus años de experiencia. «He viajado con gente que había estado antes en muchos sitios y con quienes no habían cogido un avión en su vida y todos dicen lo mismo: el mejor viaje. Y no por lo que ves, sino por lo que sientes cuando estás allí», subraya. Reconoce que nada más volver se tiene la cabeza un poco aturullada porque se ven muchos lugares en una semana, y, a veces, «no recuerdas dónde has hecho una fotografía pero el efecto que provoca viajar a Tierra Santa es a más largo plazo. Cuando se va a misa el domingo, se le pone geografía a los lugares del evangelio y eso refuerza la fe», argumenta.

Santuarios

En estos años, el sacerdote ha podido comprobar cómo personas alejadas de la fe han sentido el proceso de conversión que ejercen estos Santos Lugares. El viaje, por supuesto, está enfocado a visitar los santuarios cristianos y en cada uno de ellos, gracias al Centro de Peregrinaciones de Jerusalén, el grupo celebra una misa diaria, y reflexiona sobre el evangelio correspondiente. Además realizan el viacrucis por la Vía Dolorosa para finalizarlo en el Santo Sepulcro. Y tienen una renovación de los sacramentos: en Caná, los matrimonios; en el río Jordán, el bautismo; en Nazaret, los votos de los religiosos o en el cenáculo, el sacerdocio y la confirmación.

El único sacramento que no celebran es la unción de enfermos, pero no descarta poder administrarlo cuando organice una peregrinación específica para personas en silla de ruedas o movilidad reducida, en el que ya está pensando el sacerdote en un futuro, al igual los viajes a Lourdes. Y otro de los proyectos pendientes es el de elegir a grupos de jóvenes que puedan ejercer voluntariado en Tierra Santa. Serían viajes de 15 días. Aunque también plantea organizar voluntariados de larga duración, de 6 meses a un año, «para trabajar con deficientes psíquicos o jardines de infancia. En Belén, por ejemplo, hay un colegio de niños sordos y los voluntarios podrían trabajar allí un curso», explica Julián Gumiel.

A cada peregrino le llega al corazón uno de estos lugares de manera especial. El Santo Sepulcro es el más significativo para los cristianos y la visita puede llegar a sorprender. «A veces tienes que esperar colas de dos horas para poder entrar. Y sólo estás 30 segundos sobre el altar del Santo Sepulcro. Es un lugar muy especial, explica, porque además, dentro de la misma iglesia también se encuentran el Calvario y la Roca de la Unción. Es un lugar muy sagrado, venerado desde el principio de la cristiandad, que emociona. Pero también hay mucha gente, ruido…».

Intercambio cultural

Para este sacerdote existen otros lugares en los que también se puede encontrar a Dios con mayor recogimiento. Recuerda que en el último viaje de este año, un grupo de jóvenes de Burgos tuvo un encuentro con otros de Belén y el intercambio de experiencias entre ambos fue, para los burgaleses, lo mejor del viaje. Y otra de las experiencias que más gusta a los peregrinos es la travesía por el lago Tiberíades, el lugar en el que se produjeron el milagro de la multiplicación de los peces y el caminar sobre las aguas.

Julian Gumiel recomienda «ir con los ojos bien abiertos» en esta experiencia de vida «para descubrir la diversidad cultural que no existe en ninguna otra parte del mundo con judíos, musulmanes, ortodoxos…» De hecho, aconseja a los peregrinos que entren en contacto con la iglesia local, tal y cómo hacen en cada una de las eucaristías, porque «no sólo hay piedras o lugares religiosos relevantes sino comunidades con una gran diversidad. En el Santo Sepulcro, por ejemplo, hay 5 iglesias diferentes: ortodoxos, coptos, armenios, sirios y etíopes)».

Seguridad

Israel es un lugar en el que prima la seguridad, a juicio del cura burgalés, especialmente en Jerusalén o el aeropuerto, aunque hay lugares como Galilea «en los que casi no hay policías». Reconoce que si no se tomaran todas estas medidas de seguridad, Israel ya habría desaparecido del mapa «porque está rodeado de países árabes que quieren eliminarlo». De hecho, cree que la paz en este país llegará cuando «los países árabes reconozcan del estado de Israel y éste haga lo propio con el Estado Palestino en Gaza y Cisjordania», explica. Y aunque para él, el muro sobre los territorios palestinos es injusto, también tiene claro que ha eliminado prácticamente el número de atentados en el país. Las zonas más delicadas a la hora de visitar son Belén, Jericó, Ramala o Hebrón, porque se encuentran en territorio palestino, pero las excursiones de peregrinos no suelen tener ninguna dificultad.

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