Belleza a las puertas de la Bureba

La ubicación de Monasterio de Rodilla permite al visitante que llega desde Burgos capital tener una visión a vista de pájaro, según se baja desde el puerto de la Brújula, de la localidad, ubicada a medio camino entre Burgos yBriviesca y puerta ya de la comarca de la Bureba. Esta visión a vista de pájaro desde la Brújula permite comprender también por qué el municipio ha sido históricamente un lugar estratégico, paso fundamental desde la época romana, donde se fundó Tritium Autrigonum, nombre con el que fue bautizada por los romanos. Esa vista de pájaro, gracias a la tecnología de un dron, permite ver todavía los restos presentes de esa antigua ciudad romana.

Esa huella del paso de la historia sigue aún presente en la localidad, que no ha querido que se pierda. Entre esos vestigios se pueden destacar de manera especial dos, el castillo y la ermita. Gracias a una situación privilegiada, que las sitúa incluso por encima del puerto de la Brújula, las ruinas de la antigua fortaleza son visibles desde numerosos puntos de la localidad. La primera referencia documental del castillo aparece en 1011, en un cartulario de Oña. A lo largo de los siglos, la fortaleza pasó por numerosas manos, desde el Reino de Navarra y Castilla, pasando por los Velasco. La pérdida de su interés estratégico con el paso del tiempo hizo que se fuera deteriorando hasta quedar hoy apenas unas ruinas.

A pesar de que solo quedan unos pocos restos, el trabajo de mejora de los accesos que se ha hecho en los últimos años, facilita la llegada al lugar como parte de un grupo de pequeñas rutas que llevan a algunos de los lugares más singulares. Una de las maneras para llegar al Castillo de Monasterio de Rodilla es accediendo por lo que se conoce como el Collado, una subida exigente que se puede hacer a pie y que merece el esfuerzo, ya que se llega después a un alto que ofrece al visitante una espectacular vista del entorno, en el que los parques de aerogeneradores han entrado a formar parte del paisaje.

Esta ruta, continuando en sentido oeste lleva a los pies de la antigua fortaleza, donde también merece la pena hacer un alto para disfrutar de la vista. Es desde el Castillo desde donde también se puede disfrutar de una perspectiva de otros de los atractivos de la localidad, la ermita de Nuestra Señora del Valle. La ruta se puede continuar a pie hasta llegar a este precioso monumento.Se trata de un templo románico del siglo XII que está en perfecto estado de conservación. Esto ha permitido que sea uno de los espacios elegidos para celebraciones religiosas, especialmente en San Isidro. También se ha convertido, en los últimos años, en el escenario de conciertos de música sacra, organizados por ‘Encuentro de Caminos’, la mancomunidad que encuadra a los municipios de Atapuerca, Cardeñuela de Ríopico, Fresno de Rodilla, Orbaneja de Ríopico y Quintanapalla.

La visita a la ermita permite, además, disfrutar de un entorno natural privilegiado para pasar, en épocas de buen tiempo, una jornada campestre, ya que cuenta con varias zona de mesas para poder.

Siguiendo a pie en dirección al pueblo, se pasa por el barrio de Santa Marina. Allí se levanta la iglesia de Santa Marina, que mezcla estilo románico y gótico, aunque también presenta motivos de la época visigoda, lo que hace indicar que pudo ser el origen del monasterio creado en el siglo X. El paseo lleva al visitante hasta el núcleo principal de Monasterio de Rodilla. Merece la pena hacer un alto en la plaza del Ayuntamiento, donde domina la espadaña de la iglesia. Al ser un lugar de paso estratégico, Monasterio de Rodilla, también es un lugar de paso y parada en elCamino de Santiago, concretamente en la Vía de Bayona. La localidad cuenta con un espacio para que los peregrinos puedan hacer noche.

Las fiestas de la localidad se celebran en agosto y mayo.En agosto, las fiestas de Acción de Gracias, son el último fin de semana de agosto. Mientras que en mayo se celebra SanIsidro, una fiesta más tradicional, en la que se bendicen los campos.