El Correo de Burgos

SUCESOS

Recuperadas 92 piezas celtibéricas tras su venta ilegal por internet

La GuardiaCivil detiene a cuatro personas por expoliar un yacimiento en Alfoz de Lara

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, junto a las piezas recuperadas por la GuardiaCivil.-SANTI OTERO

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, junto a las piezas recuperadas por la GuardiaCivil.-SANTI OTERO

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M. R. / Burgos
Burgos

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La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas, tres en Burgos y una en Toledo, e investiga a una quinta, por expolio de un yacimiento arqueológico, apropiación indebida y receptación de piezas arqueológicas que es, según describió ayer la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, una «importantísima operación» contra este tipo de delitos. El resultado de la denominada operación ‘Muserola’ ha sido la recuperación de 92 piezas celtibéricas del sigo IV antes de Cristo con un alto valor histórico que habían sido halladas en un yacimiento, de forma casual, en el Alfoz de Lara, junto a una explotación de áridos.

La investigación, liderada por el Seprona de la Comandancia de Burgos, comenzó el pasado mes de noviembre. Los agentes, en los rastreos que hacen habitualmente sobre noticias, reseñas y anuncios en medios especializados y en internet, descubrieron que se había puesto a la venta, en una página web del sector, la puesta a la venta de unas puntas de lanzas.

Las indagaciones de los agentes dieron como resultado la localización de la persona que las anunciaba, con domicilio en Burgos. A esta persona se le intervinieron 50 piezas metálicas antiguas que se llevaron al Museo de Burgos para su estudio ya catalogación. El informe de las piezas elaborado por el Museo de Burgos determinó que podían pertenecer de una expoliación reciente, lo que desencadenó la activación de la operación ‘Muserola’. Esto hizo que se iniciara una investigación para localizar el yacimiento donde se habían encontrado las piezas.

El teniente del Seprona, Pedro Martínez, explicó que uno los detenidos, D.J.M.G. (32), J.R.A.C. (46), L.C.LL. (36), J.J.M.P., fue el que actuó como expoliador de las piezas. Además, se investigó a una quinta persona, que compró varias piezas en Cantabria.

Esta persona trabaja en una planta de áridos que estaba junto al yacimiento. Esta persona estaba realizando unos trabajos con una excavadora, lo que hizo que, de forma casual, encontrara las piezas de forma casual.Sin embargo, en vez de ponerse en contacto con las autoridades para comunicar el hallazgo, intentó sacar un provecho económico de forma ilícita a través de su venta por internet, según explicó el teniente Martínez. Lo que también dejó patente esta venta fraudulenta es que los detenidos no sabían muy bien lo que habían encontrado, ya que toda la colección, que se halló en el mismo lugar, se puso a la venta por 1.700 euros. Lo que está claro es que las piezas no estaban catalogadas ya que llevaban enterradas 2.000 años y debían pasar por la UVI, según apuntó la directora del Museo de Burgos, Marta Negro.

El teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Alfonso Martín, explicó que «parece mentira que en el siglo XXI se cometan delitos así, son absurdos, contra el patrimonio de todos». A lo que hay sumar las consecuencias penales, ya que los detenidos se enfrentan a penas de hasta tres años de prisión, a las que habría que sumar el pago de los daños causados en el yacimiento expoliado.

La investigación siguió su curso con el registro de dos domicilios, uno en Toledo y otro en Burgos, en la avenida de Valentín Niño. De hecho, en uno de los registros realizados por los agentes del Seprona se aprehendieron de 23 gramos de cocaína, dos gramos de heroína, una báscula de precisión y otros objetos relacionados con el tráfico de drogas. La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción 2 de Burgos y la Fiscalía de Medio Ambiente.UN POSIBLE DEPÓSITO VOTIVO DE ARMAS DEL SIGLO IVLa intervención del Museo de Burgos ha sido fundamental en el desarrollo de esta operación de la Guardia Civil. Y de forma especial al profesor de Historia y Arqueología de la UNED Ignacio Ruiz Vélez. Estas aportaciones han permitido definir que las piezas pueden formar parte de un depósito votivo de armas, de un antiguo asentamiento ya catalogado. Aunque también se investiga si se trata de un atesoramiento, en el que una persona «al ver que su vida corría peligro, escondió el armamento con la intención de volver a recuperarlo», explicó Negro. La directora delMuseo de Burgos destacó que es la primera vez que cuenta con«un lote cerrado de piezas» de este tipo, y no descarta que pueda haber más piezas. La mayoría son de hierro y destacan las puntas de lanza, una espada de hierro, hojas de puñales, los bocados de caballo, las muserolas, que eran las correas de las bridas que se ponían a los caballos en el hocico, los regatones, que eran los casquillos que se ponían en los extremos de las lanzas o bastones. Y, sobre todo, una espada parecidas a las de la cultura lateniense de la Edad de Hierro, de las que «solo hay otras dos en Castilla y León, una en Soria y otra en Ávila», apuntó Barcones. Además de una vaina de puñal tipo ‘Monte Bernorio-Miraveche’. Las piezas quedarán depositadas en el Museo de Burgos para su estudio y su exposición.

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