«Se rumorea que hubo un jugador de rugby que no bebía cerveza, pero yo no me lo creo»

Pregunta- Dicen que el fútbol es un juego de caballeros jugado por bestias y el rugby es un juego de bestias jugado por caballeros. ¿Su apellido marcó su destino?

Respuesta- Siempre he intentado comportarme dentro y fuera del campo correctamente. Ese dicho se cumple. En el fútbol se grita al árbitro y se fingen lesiones, mientras en el rugby nunca se habla al árbitro y si te lesionas lo ocultas para que no te saquen del campo. El rugby es un deporte de contacto, pero no violento. Es noble.P.- ¿Cómo se ve la vida en ovalado?

R.- ¡Muy ovalada! Cuando tu afición es el rugby todo gira alrededor de él, el trabajo, los amigos... Es un deporte que engancha y una vez dentro sufres, pero a gusto. Dicen que sarna con gusto no pica (ríe).P.- Cuenta la historia que el rugby nació cuando William Webb Ellis cogió el balón de fútbol y salió corriendo con él. ¿Siguen siendo los jugadores de este deporte unos renegados del balompié?

R.- No es cuestión de renegar del fútbol, solo que este deporte, por sus características, permite jugar a todo tipo de personas: alto, delgado, gordo, flaco, rápido, fuerte... Todos tienen su sitio. En otros, debes ser de una forma muy determinada para triunfar. Aquí cada uno tiene su rol. Si eres rápido, ala; gordito, pilier; bueno dando con el pie, apertura... Yo no sé dar con el pie ni al redondo ni al ovalado y con esa carencia puedo jugar.P.- ¿Es el deporte más democrático?

R.- Sí, cualquiera puede jugar. Al rugby sí viene mucha gente rebotada de otros deportes porque en él todo el mundo encuentra su lugar.P.- ¿Tuvo otros amores antes?

R.- Hice judo muchos años, tuve una lesión de rodilla y lo dejé. Pero dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana y yo en la universidad conocí el rugby y fue amor a primera vista. Hasta ahora.P.- Y hasta que la muerte los separe...

R.- Sí, el jugador del rugby lo es toda la vida. De esto no se sale.P.- Hacia atrás ni para coger impulso...

R.- No, muchas veces tienes que dar un par de pasos atrás para poder dar cinco adelante, tanto en el rugby como en la vida. Hay que coger perspectiva.P.- ¿Un buen ensayo es sinónimo de gran espectáculo?

R.- Sí, normalmente en los ensayos en rugby participa todo el equipo y es el premio a una jugada en grupo.P.- ¿A bote pronto a quién propinaría un puntapié?

R.- Aprovechando que empezamos noviembre, a las enfermedades y tumores relacionadas con el hombre. Es importante concienciar sobre ellas y el rugby siempre ha estado muy involucrado en la campaña Movember.P.- ¿Para sujetar qué es un buen pilar?

R.- Soy grande y puedo sujetar todo lo que me echen encima, si en la melé puedo con tantos tíos... Los pilares aguantamos todo, somos fuertes y rudos (ríe).P.- ¿Por qué alguien de 1,94 de altura tiene más miedo a las agujas que a una melé?

R.- A las agujas, a las alturas... Son miedos irracionales.P.- ¿Qué tatuaje se haría si superara ese miedo?

R.- Los tatuajes son algo que tienen que significar y sería algo relacionado con el rugby porque para mí significa mucho. Algún día caerá.P.- Y con ese significa mucho se refiere a...

R.- A que es un modo de vida.P.- ¿Qué le da más vértigo que las alturas?

R.- No me gustan los cambios, no los llevo muy bien.P.- ¿De qué química están hechos los jugadores del Universidad de Burgos Colina Clinic?

R.- Somos muy de acero y ante la adversidad nos crecemos. Vamos juntos como equipo y nos hacemos un núcleo duro.P.- ¿Y con qué se derriten esos chicos de acero?

R.- Cuando termina el partido y los aficionados nos aplauden y nos cantan, más de uno echa una lagrimita y se emociona.P.- ¿Cuándo se queda corto el tercer tiempo?

R.- Nunca. Mientras haya buena compañía...P.- ¿Y largo?

R.- Tampoco. El tercer tiempo une al equipo contrario, al tuyo, a los aficionados, a la familia... y con ellos siempre estás a gusto.P.- ¿El único requisito para jugar al rugby es que te guste la cerveza?

R.- Se rumorea que a algún jugador no le gusta la cerveza, pero yo no me lo creo (ríe).P.- ¿Cuándo se siente perseguido por cucharas de madera?

R.- La cuchara de madera se asocia a fracaso y yo no lo veo así, siempre se aprende más de la derrota que de la victoria. Si ganas todo el tiempo, al final te acabas dando una torta.P.- Nunca sale al terreno de juego sin antes...

R.- Concentrarme.P.- ¿Alguna manía?

R.- Tengo muchas manías tontas, aunque no en el rugby. Pero luego, por ejemplo, siempre llevo lo mismo en cada bolsillo del pantalón.P.- Pararía el juego y se pondría a bailar en el campo si sonara...

R.- Cualquier buena canción de rock español de los ochenta y noventa, aunque no soy muy de bailar.P.- ¿Qué victoria fue de ciencia ficción?

R.- La que conseguimos en casa de La Vila, que, aunque no mucha gente confiaba en nosotros después de perder en casa y con el otro equipo como gran favorito, ganamos el partido con una patada final aunque nos echaron fuera. Fue mi partido más rocambolesco.P.- ¿Cuál es su criptonita?

R.- Subir a los aviones, me ponen muy nervioso, me superan, aunque cada vez lo llevo mejor. Sé que es un miedo irracional.P.- Se sintió un superhéroe...

R.- Nunca, aunque cuando estás en el campo te dan subidones con un placaje, una percusión o un ensayo, porque los pilieres no somos muy prolíficos ahí.P.- ¿Y en ese momento qué pondría en el bocadillo?

R.- Una onomatopeya de grito.P.- Si fuera un personaje de videojuego...

R.- The witcher, un mutante que al principio está desprovisto de emociones, pero realmente es una persona a la que le importa mucho su gente y lucha por cosas buenas.P.- ¿Cuándo se quedó con el culo al aire?

R.- ¡En la mitad de los maul me quedo con el culo al aire! Te tiran de la camiseta arriba, del pantalón abajo, pero ni te enteras porque el balón sigue moviéndose.P.- ¿Y en sentido figurado?

R.- ¡Ahora mismo!