La educación diabetológica, clave en la mejora de la adherencia al tratamiento

Con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de la Diabetes, la Asociación de Diabéticos de Burgos ha organizado las XXIV Jornadas de información sobre la Diabetes con un programa de actividades destinado a toda la familia. En Castilla y León hay más de 300.000 personas diabéticas, de los cuales 15.000 son menores de 18 años. La Organización Mundial de la Salud advertía en 2016 del incremento progresivo del número de afectados por la enfermedad, que actualmente se sitúa en 1 de cada 11 personas a nivel mundial.El lema elegido por la Federación Española de Diabetes para esta ocasión es ‘Diabetes y familia’ y como cada año el objetivo de la jornada pasa por hacer un llamamiento a todos los agentes implicados en la lucha contra la diabetes para mejorar la calidad de vida de los afectados y reducir el incremento de la prevalencia de la patología. En este sentido, la presidenta de la asociación burgalesa, Cristina Llorente, recuerda que «aunque cada vez hay más personas con diabetes, la realidad es que es una enfermedad infradiagnosticada, especialmente la de tipo 2». De ahí la importancia de que «el mayor número de personas conozca los síntomas de esta enfermedad y sea capaz de detectarla».De hecho, al margen de la labor de concienciación que tiene la celebración de este día, uno de los objetivos específicos se centra en apostar por la educación diabetológica tanto para las personas con diabetes como para su familia. «Uno de los problemas de esta enfermedad es la baja adherencia al tratamiento», comenta Llorenete.Los datos así lo demuestran y es que «solo un 56% de los afectados toma bien su tratamiento». Una realidad que cambia cuando «la familia y el entorno se implican, la enfermedad se lleva mejor si todos los miembros de la familia comen sano, hacen ejercicio, etc». La familia también tiene un papel fundamental en el plano psicológico y emocional porque «una persona con diabetes pasa por muchas fases diferentes que debe gestionar y el apoyo del entorno es clave».Por todo ello, apunta que es fundamental que no solo los afectados sino su entorno «tengan acceso a la educación diabetológica, especialmete en aquellos casos en los que la persona con diabetes es menor de edad, es una persona mayor o tiene alguna discapacidad». La presidenta recuerda que solo «una de cada cuatro personas tiene acceso a este tipo de formación y no debemos olvidar que, aunque no sea visible, la diabetes genera muchas muertes al año».La asociación inició la programación dirigida a la celebración del Día Mundial de la Diabetes el pasado lunes con una conferencia sobre ‘Salud bucodental y diabetes’ a cargo del doctor Rodrigo Martínez y continuó ayer con una mesa redonda centrada en ‘Familia y diabetes’ en la que varios socios de Asdibur compartieron sus experiencias vitales y «ayudaron a los presentes a comprender el impacto que la diabetes ha tenido en sus familias y cómo la familia puede influir y ayudar en la gestión y el control de la enfermedad», apunta la presidenta.La programación continuará hoy con una actividad de detección precoz de diabetes que se hará de 10 a 14 horas en el Colegio Oficial de Farmacéuticos y de 16 a 19.30 horas en los salones de Caja Círculo de Plaza España. También hoy tendrá lugar la conferencia ‘Actividad física y diabtes’ a cargo de las doctoras Beatriz Maroto y Alba Mayor, en el auditorio de Fundación Cajacírculo de la calle Ana Lopidana.El sábado 17, en la sala dinámica del centro cívico San Agustín, tendrá lugar el taller ‘Inteligencia emocional y mindfulness’ con la psicóloga Nuria Carrasco. De 11.30 a 12.30 horas se destinará a familias con niños y adolescentes y de 12 a 13 hora a familias de adultos. El miércoles 21 cerrará la programación la conferencia del doctor Iñaki Armendáriz, ‘La diabetes vive en casa’. Tendrá lugar en el auditorio de Fundación Cajacírculo de la calle Ana Lopidana.MEDIDOR DE GLUCOSAEl consejero de Sanidad de la Junta, Antonio Sáez, anunciaba la pasada semana que el Consejo Interterritorial del Ministerio aprobará que los grupos de mayor prevalencia de diabetes puedan contar con medidores continuos de glucosa. En Castilla y León ya se ofrece a todos los menores de 18 años diábeticos y se incluirán progresivamente también a los diagnósticados tipo 1 adultos en los tres primeros grupos de riesgo. Se trata de pacientes con descompesaciones frecuentes como las personas con algún tipo de discapacidad y dificultad para medirse ellos mismos, personas ciegas, con discapacidades funcionales y mujeres embarazadas.Para Llorente, este anuncio es «una buena noticia, un paso más», pero «no es suficiente» y es que «el objetivo es que todas las personas que necesitan pincharse muchas veces al día dispongan de este sensor que, sin duda,