El Correo de Burgos

Al menos 1.400 vehículos lucen ya el etiquetado impuesto por la DGT

Los adhesivos medioambientales proporcionarán determinadas ventajas y prioridades

Coches de la ciudad circulan por la transitada zonal del Bulevar.-RAÚL G. OCHOA

Coches de la ciudad circulan por la transitada zonal del Bulevar.-RAÚL G. OCHOA

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PAULA GIL / Burgos
Burgos

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Al menos 1.400 vehículos circulan por toda la provincia con el etiquetado que la DGT aconseja debido a la medida que el Gobierno ha impuesto de crear un etiquetado medioambiental que permite a la policía identificar fácilmente que vehículos cumplen las condiciones de eficiencia energética para disfrutar de las ventajas previstas en cada momento, puesto que aunque no están del todo detalladas, la DGT permite ya circular por el carril de autobús en algunas ciudades a los vehículos de 0 emisiones así como percibir otro tipo de descuentos, exenciones o prioridades.

Aunque hasta el momento tan solo Correos comercializaba estos adhesivos, en la actualidad existen otras vías de comercialización, por lo que la cantidad de automóviles aumenta. Si tenemos en cuenta que cada pegatina tiene un precio de cinco euros, la empresa de servicios postales obtuvo, hasta la fecha señalada, una recaudación de 7.000 euros, cifra que aumenta conforme el tiempo avanza.

Para el etiquetado, existen 4 niveles, con un distintivo B -amarillo- para los turismos con motor gasolina vendido a partir de enero del año 2000 y turismos diesel vendidos a partir de enero de 2006, un distintivo C -verde- para turismos gasolina comercializados a partir de enero de 2006 y diesel a partir de 2014; una etiqueta ECO -verde y azul- para turismos híbridos no enchufables con una autonomía inferior a los 40 kilómetros en modo eléctrico y coches movidos por GLP o GNC y por último, una etiqueta de 0 emisiones -azul- para coches eléctricos, híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía en modo eléctrico y coches movidos por una mecánica de pila de combustible.

Aunque el etiquetado no es obligatorio, consta de una gran relevancia, puesto que a partir de 2023, según la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, -Burgos supera los 170.000 sólo en la capital- tendrán que establecer un área de bajas emisiones a la que se le prohibirá el acceso a los vehículos más contaminantes, y por consiguiente, no lucirán las etiquetas medioambientales de la DGT, puesto que por su antigüedad y, por tanto, por sus emisiones, no tienen derecho a uno de los distintivos aprobados. Los diesel anteriores a 2006, los gasolina de antes del 2000 así como las furgonetas anteriores a 1997, son los afectados.

Las motos también estarán regidas por este sistema de etiquetado, puesto que la DGT ha establecido un idéntico sistema de etiquetas de emisiones para motos con el que segmentar el parque de ciclomotores y motocicletas en función de sus emisiones y el tipo de propulsión de las mismas. De este modo, la etiqueta de emisiones está diseñada para que afecte a ciclomotores de dos y tres ruedas, cuadriciclos ligeros y motocicletas de dos ruedas, con o sin sidecar.

Por lo tanto, el etiquetado, al igual que sucede con los automóviles, se dividen en cuatro categorías. Etiqueta 0 emisiones; BEV -eléctricos de batería-, REEV -eléctrico de autonomía extendida-, PHEV -híbrido enchufable con autonomía superior a 40 kilómetros-, etiqueta ECO; HEV -híbrido no enchufable- y PHEV -híbrido enchufable con autonomía inferior a 40 kilómetros-, etiqueta C que corresponde a ciclomotores o motocicletas que cuenten con homologación Euro 3 o Euro 4 y por último, etiqueta B, apta para ciclomotores o motocicletas que cuenten con homologación Euro 2.

GASOLINERAS

El Gobierno quiere establecer por ley que a partir del año 2040 no se permita la matriculación y venta en España de turismos y vehículos diesel y de gasolina y eliminarlos por completo en 2050, lo que significa que, para las gasolineras, las cuentas ya no salen, puesto que el combustible perderá cuota de mercado de manera progresiva y para los propietarios de las estaciones de servicio la instalación de los postes eléctricos supone un coste que ronda entre los 50.000 y 70.000 euros, por lo que dentro de 22 años, este negocio puede convertirse en una ruina para sus dueños así como la pérdida de miles de puestos de empleo. Las gasolineras familiares, en principio, están exentas de instalarlos, aunque deberán de hacerlo en los próximos años si no quieren echar el cierre de manera definitiva.

Esta adaptabilidad cuenta con un factor importante, y es que ara el establecimiento de puntos de carga eléctricos no hace falta contar con franquicias o estar ligado a una red de repostaje, lo que ya ha dado lugar a algunas iniciativas independientes o la entrada en el mercado de las grandes eléctricas como Endesa o Iberdrola.

IMPUESTOS

El asunto de los impuestos añade otra incógnita que afecta a la estabilidad de la economía española. En 2017 se recaudaron 15.000 millones en concepto de impuesto a los carburantes. Las especulaciones giran en torno a que la electricidad de los coches sea la que pague los impuestos de la gasolina de ahora. La otra opción es que los impuestos eléctricos se incrementen de tal forma que algo tan simple como enchufar una nevera se convierta casi en un privilegio.

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